Hay que pedir con Fe. DIOS
nos ha dicho, que ÉL, nos ha dado una medida de fe a cada
uno, entonces esa Fe debemos agrandarla. ESTO ES
FACIL. Fíjate que debido a que si ya existe (LA FE EN NOSOTROS)
y si pedimos a JEHOVA, en nombre de CRISTO, pregunto, ¿CUÁL ES EL PROBLEMA, DE NO SENTIRNOS COMPLETAMENTE SEGURO DE QUE
ESTO SUCEDERÁ? Si te postra rostro en tierra para orar, con un corazón arrepentido,
contristo y humillado, es indicio de tu FE,
solo tienes que confiar en que eso va a suceder y TE
ASEGURO EN NOMBRE DE JESÚS, QUE SUCEDERÁ, recuerda que DIOS
no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para que se arrepienta, luego, cuando
termines de orar pídele al GRAN YO SOY, QUE TE HABLE A TRAVES DE SU SAGRADA PALABRA, ESTABLECIDA EN LO QUE
CONOCEMOS COMO LA BIBLIA.
HOY TE PIDO OH, GRAN JEHOVÁ, EN NOMBRE DE CRISTO QUE ME PERMITAS SALIR DE ESTA SITUACIÓN DE ESCASEZ EN LA QUE ME ENCUENTRO, QUE EL TRABAJO FLUYA A TRAVÉS DE LAS DOS BENDITAS PROFESIONES QUE ME DISTES (T.S.U EN INFORMÁTICA Y ABOGADO), TODO CON LA FINALIDAD DE QUE LA GLORIA Y LA HONRA SEA PARA TI PADRE AMADO, PARA A TRAVÉS DE MI PROSPERIDAD, SOLVENTAR MIS NECESIDADES, LAS DE MIS HIJOS, MI HOGAR, AYUDAR A MI FAMILIA Y AL AMADO PRÓJIMO. Y ASÍ CUMPLIR CON TU VOLUNTAD, Y PUEDA DE ESTA MANERA AMADO JEHOVÁ ÚNICO DIOS EXISTENTE Y VIVIENTE, CUMPLIR EL PROPÓSITO QUE TIENES PARA MÍ, AMEN ASÍ SERÁ, PORQUE LO HE PEDIDO COMO LO ESTABLECE TU PALABRA: PEDIR A DIOS EN NOMBRE DE CRISTO, CON FE SEGURO DE QUE VA A SUCEDER.
OH JESÚS, TODO LOS QUE HACES, NOS
MARAVILLA.
En el fragmento de este Evangelio, Jesús nos
instruye como orar. Es bueno preguntarse si sabemos orar, cuando orar y porque
orar. Al parecer, estamos acostumbrados a orar solo cuando tenemos una
necesidad, y sucede que cuando nos va bien, pensamos que ya no es necesario
orar más, como si en ese minuto no necesitáramos de Dios. Aún más, cuando las
cosa nos resultan bien, nos olvidamos de dar gracias y, muchas veces ni
siquiera se nos ocurre una oración de alabanza, para que decir si a veces
hacemos una oración para decirle a Dios, que estamos dispuestos y disponibles a
su plan en nosotros.
El Evangelio de hoy nos dice que: A la hora de
pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que todo
lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Jesús está invitando a
los discípulos, a que confíen plenamente en el poder de la oración y que pidan
al Padre en su nombre. Ellos Han de rogar al Padre por la fe en Jesús, el Hijo
de Dios encarnado. Hasta ahora ellos sabían del gran poder intercesor de Jesús
(San Juan 11:22). Pero no lo habían puesto a Él como intercesor, hasta ese
minuto no habían pedido en su nombre de Hijo de Dios encarnado.
Jesús nos garantiza que al pedir en su nombre,
tendremos éxito en nuestra oración y nos asegura que todo lo que pidamos al
Padre en su Nombre, él nos lo concederá. Del mismo modo como los hicieron sus
discípulos, nosotros como hijos de Dios, debemos estar confiado en su
recomendación.
Jesús les dice sus discípulos, les aseguro, y lo
que El garantiza, es que esta oración será escuchada y, dentro de la finalidad
que aquí El establece, es para una alegría que será perfecta , es decir que el
gozo sea cumplido. Pero si, en aquel día, ya iluminados por el nuevo estado de
cosas, tendrán el gozo cumplido al ser escuchados por pedir en el nombre de
Jesús, supone esto, que lo que piden los apóstoles está en consonancia con este
nuevo estado de cosas y con el Espíritu que entonces los moverá en su
actuación.
Pero debemos ser conscientes de que hay diversos
tipos de oración, no solo la que hacemos porque necesitamos algo, también
hacemos oración para purificarnos, por la que suplicamos perdón por nuestras
faltas, y la de ofrecimiento al Señor para que se cumpla su voluntad. La
oración para pedir es para todos las más interesada, hacerla, es también
verdadera oración, y parece que Jesús nos hace una queja; HASTA AHORA, NO HAN PEDIDO NADA EN MI
NOMBRE, DE ESTA FORMA NOS INSTA A QUE PIDAMOS Y QUE LO HAGAMOS CON CONFIANZA.
En efecto, Jesús, nos ha prometido oír nuestras
oraciones, nos ha garantizado concedernos lo que pidamos, sin embargo sentimos
que esto a veces no sucede, entonces debemos preguntarnos si hemos rezado bien
y no pensar que la oración no es eficaz, porque la oración no debe hacerse de
modo defectuoso, esta debe ser con ciertas cualidades especiales, entre ellas,
con humildad, mostrando nuestra necesidad y sabiendo que le pedimos de quien
necesitamos, porque ante Dios, somos al extremo, indigentes y muy necesitados
de Él. Por supuesto, debemos orar con confianza de hijos que piden al Padre.
Pero también con perseverancia, PORQUE
SI BIEN ES CIERTO QUE JESÚS NOS PROMETIÓ OÍR NUESTRA ORACIÓN, NO NOS DIJO
CUANTAS VECES TENEMOS QUE PEDIR. Y también debemos orar con
disponibilidad, exponiendo nuestro deseo, pero al mismo tiempo dispuesto a que
se haga la voluntad del Padre.
Dice Jesús: Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre;
y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, Y como nueva garantía,
Jesús nos dice que no necesitaremos que El ruegue por nosotros ante el Padre.
No es que Él nos niegue la necesidad de su intercesión (San Juan 15:5; Heb
7:25), sino que lo que nos quiere destacar es la confianza y seguridad con que
siempre debemos hacer esta oración en su nombre, pues debemos saber que ya el Padre
nos ama, porque creemos en que El ha salido de Dios.