miércoles, 31 de agosto de 2016

¿QUIÉN, POR QUÉ Y PARA QUÉ?

 "Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. 

Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre." Vamos a roer la palabra y escuchar lo que el Señor nos está diciendo a cada uno a través de este pasaje. El contexto en que se da esta palabra es un momento de mucha intimidad. 

seanEl Señor está con sus discípulos, transmitiéndoles las cosas más importantes antes de ser apresado, antes de tener que pasar por el sufrimiento de muerte y resurrección. Visualicemos esta acción como si el Señor nos está diciendo a cada uno de nosotros: "No me escogiste tú a mí, sino que yo te escogí a ti y te comisioné para que vayas y des fruto. Así el Padre te dará todo lo que le pidas en mi nombre." Imagínense que si el Señor hubiera dicho este pasaje contando sólo con aquellos doce hombres: "Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo". (Mateo 28:19-20) No podrían hacerlo. Está hablando a todo discípulo que a partir desde ese momento iba a creer en su nombre, como nosotros. Llama la atención en este versículo es la cantidad de verbos que tiene. Hay seis: escoger, comisionar, ir, dar, perdurar, pedir. La acción, (entendemos que es la parte que denota la acción del sujeto) es impresionante. A través de ellos podemos responder algunas preguntas que son claves para poder sacarle mejor provecho: ¿Quién es el que escoge? ¿Por qué lo hace? ¿Para qué? ¿Quién es el que escoge? "No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes". Cada uno de nosotros hemos sido escogidos, aunque nos parecía que en el momento cuando se nos presentó el evangelio nosotros le hubiésemos escogido a Él. Esto tiene un efecto determinante para darle el peso que nos ayuda después a nuestra fe, a poder caminar en la obra que Dios quiere que hagamos. Él nos conocía a nosotros antes de que nosotros fuésemos, este es un avance importante para tener en cuenta que es Él es el que nos escoge. ¿Por qué lo hace? Visualicemos 1 Corintios 1: 26-29 "Recuerden lo que ustedes eran cuando Dios los eligió. De acuerdo a la gente, muy pocos de ustedes eran sabios, y muy pocos de ustedes ocupaban puestos de poder o pertenecían a familias importantes. Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada. Por eso ante Dios nadie tiene de qué sentirse orgulloso." No hay ningún mérito, ninguna gracia, ningún don, ningún talento por el cual el Señor se ha fijado en nosotros, es sólo la gracia y misericordia de Dios. No hay ningún denominador común excepto la disposición, como por ejemplo: Mateo era un hombre letrado, un hombre culto, un hombre que probablemente en nuestra época sería una eminencia. Pero también tenemos el caso de Pedro que era un hombre muy humilde, pescador, de condición muy humilde y, tal vez, podríamos decir desde la perspectiva cultural, de poca estima para ser considerado en alguna obra. Sin embargo, ellos tenían la humildad para reconocer la necesidad de Dios y la disposición para dejar todo lo que tenían y seguirle. ¿Para qué? "los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi Nombre." (NVI) "Los comisioné". El verbo "comisionar" en otras traducciones está expresado como "los designé" ó "los he puesto" ó "los he preparado". (Para los que manejan Internet, hay un programa gratuito llamado e-Sword, con un sin número de traducciones de la Biblia). Creo que la cita "los he preparado para que vayan y den fruto" refleja más cercanamente lo que el Señor quiso darnos a entender. Cuando Él nos escoge, Él mismo se encarga de prepararnos. Esto manifiesta algo que ya está en pasado, está hecho. Él se hace responsable y lo hace a través del Espíritu Santo. Aparecen dos verbos más en este caso: puedan estar, poder y estar. Pero lo interesante de esto es la conjugación "puedan estar yendo". En castellano esa conjugación se llama gerundio y gerundio es un verbo que no tiene una conjugación delimitada por el tiempo; por eso dice: - para que ustedes puedan estar yendo -. Es decir, tiene continuidad; y - fruto puedan estar llevando -. Lo que quiere decirnos el Señor es que nuestro encargo, nuestra comisión de llevarle un mensaje de salvación a alguien es algo que se tiene que estar haciendo en el diario vivir: en lo que estamos haciendo, estando trabajando, andando en la micro, estando en el metro, yendo de camino a algún lado, jugando tenis, jugando a la pelota, etc. En cuanto a fruto vemos que el manzano da manzanas, el membrillo da membrillo; entonces, el discípulo lo que tiene que dar es discípulo. Estoy convencido que todos hemos sido escogidos, tenemos la garantías de esos frutos y solamente por una cuestión de disposición o de no creer es lo que nos limita para poder dar fruto. Cuando dice "toda semilla que cayó en buena tierra produce a uno, a treinta y a ciento por uno" es porque hay fruto. Yo sé que hay muchas circunstancias, estilos o formas de vida que el mundo nos impone a través de la televisión y de todos los medios de comunicación que nos hacen perder un poco el propósito para el cual hemos sido escogidos para su gloria. Y con tristeza vemos que hay muchas personas que, en vez de dar frutos, se van echando a perder y terminan siendo ramas para la hoguera. Pero la buena noticia es que lo que necesitamos para poder dar frutos ya lo tenemos y lo que debemos hacer es accionar. Revisemos el caso de Moisés, con una autoestima muy baja y que fue capaz de negarse cinco veces al mandato de Dios. Moisés, dejando la casa de Faraón para visitar a sus hermanos encuentra a dos israelitas que estaban discutiendo, al tratar de apaciguarles uno de ellos le dice: - quién eres tú, quién te ha puesto por príncipe sobre nosotros, quién eres tú para irnos a decir cómo nosotros tenemos que comportarnos, acaso me vas a matar igual como lo hiciste con el egipcio -, haciendo referencia al egipcio muerto por Moisés. Por su autoestima tan baja, entra en él un espíritu de temor que lo hace huir y no saber nada más sobre lo que tenía que ver con su pueblo, los israelitas. Sin embargo, Dios lo había escogido, veamos su conversación: Éxodo 3:6-10 "Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel." 1ª negación: Éxodo 3:11 "Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?" La respuesta de Moisés es exactamente la pregunta que le hizo el hebreo años atrás cuando arrancó de Egipto. A pesar de lo extraordinario del encuentro apareció el temor. Qué pasaría si Dios se nos apareciera a cada uno de nosotros para encomendarnos de que vayamos y demos fruto. Me pregunto ¿tendríamos alguna duda de obedecerle? para Moisés, eso no fue suficiente. Pacientemente el Señor le dice en Éxodo 3:12 "Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte." 2ª negación: Éxodo 3:13 "Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?" Su temor no era por quién era Él sino por qué lo había enviado. Bueno, el Señor es misericordioso y paciente, y respondió Dios a Moisés: "YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto; y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios. Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huésped a alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto." (Éxodo 3:14-22) Dios le profetizó todo lo que iba a ocurrir y Moisés todo lo que tenía que hacer era creerle y avanzar. Aun así, se niega. Pienso, cómo habrá estado el corazón de este hombre para que Dios mostrando y diciendo lo que iba a pasar; aún en su corazón tenía el temor. 3ª negación: Éxodo 4:1 "Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová." Bendita la paciencia del Señor después de la cuarta excusa, pueden creer que le da una explicación sin alterarse: "Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. El le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra." (Éxodo 4:2-9) 4ª negación: Éxodo 4:10 "Entonces dijo Moisés a Jehová: !!Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua." Todavía tenía paciencia Dios y le responde: "Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar." (Éxodo 4:11-12) 5ª negación: Éxodo 4:13 "Y él dijo: !Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar." "Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón." (Éxodo 4:14) Así como lo hizo con Moisés para capacitarle y hacerle experimentar y, de ese modo, sacar a su pueblo. Nosotros hoy tenemos que ir y liberar a los que están cautivos en este mundo. Es la misma encomienda: libertar y atraer aquellos que han de ser salvos. Dios quiere escoger y quiere que tú seas parte de ello y ser el canal a través del cual pueda bendecir. Escrito por Carlos Mouat

martes, 30 de agosto de 2016

LA FIDELIDAD SE MIDE A TRAVÉS DE LA PRODUCTIVIDAD


 “…y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca…”
                                              JESUCRISTO

“Es tan sólo por la FIDELIDAD EN LAS COSAS PEQUEÑAS que un verdadero y constante amor a Dios puede ser distinguido de un fervor de espíritu pasajero”.

Resultado de imagen para fruto en diosLas oportunidades prueban nuestra fidelidad en producir fruto. La manera de aprovechar las oportunidades es produciendo resultados (frutos). Llenar nuestro tiempo con actividades y rutinas sin producir resultados tangibles es un desperdicio. Las personas exitosas están motivadas al logro de propósitos. Son impulsadas por vencer obstáculos, alcanzar metas, crecer y ser útiles a otros. Una empresa comercial existe para producir ganancias. Una institución filantrópica funciona con la mira de ayudar efectivamente a otras personas. Una iglesia encuentra su razón de ser cuando gana almas para Dios. El fruto es la recompensa del trabajo productivo. Particularmente la Biblia refleja este enfoque. Bajo la perspectiva bíblica las oportunidades se nos brindan para generar fruto (resultados) y así probar nuestra fidelidad. Dios ha hecho una gran inversión en nosotros y espera obtener rentabilidad de esa inversión. Dios no invierte para perder. Dios tiene mente empresarial. Piensa en términos de dividendos y resultados. Los dones dados por Dios son proporcionales al fruto esperado Mientras más dones recibimos, más fruto se espera de nosotros. Dios concede oportunidades, de acuerdo a la habilidad y fidelidad para hacer uso de ellas. Cada persona tiene la misma oportunidad de ser fiel en el uso de lo que Dios le ha dado. Seremos juzgados por nuestra fidelidad en producir fruto, no por el número de dones o el tamaño de la obra asignada. La vara que Dios usa para medir nuestro desempeño se llama fidelidad. Si partimos del hecho de que Dios nos comisiona, atendiendo a nuestras capacidades, con las cuales nos ha dotado, si somos fieles los resultados deben generarse. Ser fiel, en el lenguaje bíblico, es actuar con responsabilidad, diligencia y apego a las normas y valores de la persona o institución para la cual laboro. En el medio religioso, generalmente,  se define fidelidad en términos de creencia. Pensamos que al mantener las creencias ortodoxas estamos cumpliendo el mandato de Jesús de ser fieles. Nos llamamos “los paladines de la fe”. Pero las palabras de Jesús significaban mucho más que adherencia a las creencias, cuando hablaba de fidelidad.  El definió la fidelidad en términos de comportamientos y actos de obediencia, es decir, estar dispuestos a realizar sin dilación el trabajo encomendado, estar dispuesto a correr riesgos para producir resultados. Dios espera que seamos productivos, que generemos dividendos. Esta aseveración se desprende de sus palabras: ”En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y así seáis mis discípulos”. Las acciones mismas de Dios en nuestras vidas van dirigidas a prepararnos y entrenarnos para que llevemos mucho fruto. “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará para que lleve más fruto”. Así como el jardinero corta y poda las plantas para que estén en capacidad de llevar más fruto, así Dios actúa en nuestras vidas, podando y cortando, vale decir, formándonos para que seamos aptos para producir fruto abundante, “a ciento por uno”. DIOS desea que experimentemos el gozo de generar fruto. EL EJEMPLO MÁS CLARO DE ESTA VERDAD ES LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS DE MATEO 25:14-30. Los dos hombres que duplicaron los talentos que su amo les había dado fueron llamados “siervos buenos y files”. En otras palabras, ellos probaron su fidelidad corriendo riesgos que produjeron frutos.  El siervo pasivo y temeroso que no hizo nada con el talento que le habían dado, no produjo ningún resultado para su señor porque no estuvo dispuesto a correr riesgos. A él se le llama “siervo malo y negligente”, en contraste con los otros dos hombres a quienes se les llama “fieles” por producir resultados. El propósito de Dios al mostrar esta historia es claro: Dios espera ver resultados. Dios quiere que seamos productivos. Nuestra fidelidad se muestra por nuestros resultados. La fidelidad se mide en términos de resultados, Ser fiel es focalizarse en los resultados, lo cual no quiere decir que olvidemos las personas, sino que estemos motivados al logro. Tampoco quiere decir obtener resultados a toda costa; tan importantes son los resultados como el proceso. Para algunas personas lo importante es tener la sensación de estar ocupados, o cumplir con la tarea asignada. Pero estar ocupados no significa  ser productivo. La actividad no es logro. Laborar mucho no conlleva necesariamente a resultados. Podríamos llamar esa actitud de hacer sin pensar en los resultados, trabajo burocrático o rutina laboral. En el campo religioso, lo llamamos activismo eclesiástico. Pero Dios desea que sus hijos sean tanto fieles como fructíferos. Ser fructíferos es la manera de glorificar a Dios:”En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. A Dios le agrada que seamos fructíferos. Dice la palabra de Dios: ”Para que  andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra”. Jesús no espera que produzcamos más de los que podemos, más allá de nuestra capacidad, pero si espera que produzcamos todo lo que podemos, con nuestro mayor esfuerzo y mediante su poder que está en nosotros. Muchas veces, esperamos muy poco de Dios e intentamos hacer muy poco para él. Si usted no está corriendo riesgos en su ministerio, en su trabajo, en sus negocios, entonces necesita fe. Somos llamados a ser productivos donde Dios nos ha dado la habilidad y la oportunidad. Comprométase a ser productivo. Este listo para producir rápidamente, lo cual no significa hacerlo con ligereza, sino diligentemente, con responsabilidad. La fidelidad se observa en el cultivo del carácter Ahora, la fidelidad en llevar frutos no sólo se limita a producir resultados para el reino de Dios, sino que también tiene una aplicación personal. Está relacionada con el tipo de carácter que desarrollamos y, en consecuencia, con el tipo de conductas y actitudes que manifestamos. En eso también se observa la fidelidad. Jesús dijo que “por el fruto se conoce el árbol”. Dado que nuestra vida es ilustrada en forma figurativa como un árbol, debemos responder  la pregunta: ¿Qué clase de fruto hay en mi árbol? No podemos dar lo que no tenemos. Dice también la Biblia: “...de la abundancia del corazón habla la boca”. Por otra parte, sin fruto interno es difícil producir fruto externo. ¿Qué tiene Ud. para dar? La repuesta a esta pregunta depende del tipo de fruto que usted está produciendo. ¿Qué estamos produciendo para dar? La mayoría de las personas concentran sus esfuerzos en recoger frutos en lugar de producirlos. Es más fácil ser un consumidor que ser un productor; por eso hay tantas personas alrededor de nosotros con necesidades que pocos pueden cubrir.   
Puntos clave:
1. Las oportunidades se nos brindan para generar resultados (frutos)
2. Ser fiel es actuar con responsabilidad, diligencia y apego a las normas y valores de la persona o institución para la cual laboro.
3. Nuestra fidelidad se muestra por nuestros resultados.
4. Somos llamados a ser productivos donde Dios nos ha dado la habilidad y la oportunidad.
Para reflexionar:
1. ¿Está usted aprovechando las oportunidades y talentos que Dios le ha concedido?
2. ¿Prefiere ser consumidor de frutos? O ¿Prefiere ser productor de frutos?
3. ¿Qué clase de fruto está produciendo usted para dar a otros?
Pasos a seguir:
1. Sea fiel a Dios y a usted mismo, utilizando los dones y talentos que posee, para generar resultados que le beneficien a usted y a otras personas.
2. Establezca mecanismos de control y seguimiento, que le garanticen que está avanzando  en la consecución de sus metas. La idea no es estar ocupado, sino ser productivo.

Por Arnoldo Arana

lunes, 29 de agosto de 2016

LUCAS CAPITULO 15 VERSÍCULO 10

“Así os digo que hay gozo delante de los Ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” Lucas 15:10

A partir de este momento en la presencia del Señor encontraras, la única forma para vivir victoriosamente, en medio de los vaivenes y sinsabores de la vida; como los recursos y fuerzas parecen desmoronarse, vivir en su Presencia produce un poder sin igual que genera vida, y vida en abundancia.

Tu andar diario con el Señor te ayudará a hacer de las Sagradas Escrituras tu fundamento para vivir en este mundo caótico é inseguro. A medida que seas más fuerte y confíes más en la sabiduría de DIOS, tendrás también una base desde la cual compartir la verdad Eterna de la Salvación con los miembros de tu familia y amigos.
Resultado de imagen para LUCAS 15 10La Palabra del Señor te dice así Te recomendamos leer todos los días la Santa Biblia, preferiblemente debes comenzar a escudriñar el Evangelio según San Juan.
Congrégate  La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la habitación de Dios por medio del Espíritu Santo. Cada creyente nacido del Espíritu de Dios es miembro de la Iglesia de Jesucristo, cuyos nombres están escritos en el Cielo. Efesios 1:13,14; Hebreos 12:23.
Tu andar diario con el Señor debe impulsarte a asistir con regularidad a la casa de Dios, pues te proporcionará indecibles Bendiciones. Podrás Adorar a Dios en Espíritu y en verdad. Juan 4:23. Disfrutarás de la comunión con los hermanos. Salmo 133:1, Salmo 27:4; Participaras del culto público a Dios, para edificación. Efesios 5:19,20.         

ORACIÓN: Señor yo creo que tu eres todo Poderoso para librarme del pecado. Lo hiciste cuando te acepte como mi Salvador. Sé que también lo harás para que yo viva en Santidad. Sí Dios del universo, del tiempo, de la vida: Sé Señor de mi vida, de mi hogar y de mi Iglesia… Mi lengua confiesa con toda tu creación que: ¡JESUCRISTO ES EL SEÑOR! …

domingo, 28 de agosto de 2016

¿POR QUÉ DEBEMOS CONFIAR EN DIOS?

 ¿Cuál es el mayor problema que tenemos los cristianos? Que hablamos muchísimo de Dios, pero no lo conocemos. En nuestro criterio, Dios es conforme lo imaginamos, de acuerdo con nuestra propia perspectiva. Y ahí está el error. El Señor en el que creemos es muy distinto del real, el Dios de poder que transforma, hace milagros y cambia las circunstancias.

Recuerde lo que enseñan las Escrituras: “Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación..”(Salmo 100:5.) ¿Qué debe mediar? La revelación del Señor. Dios debe revelarse a nuestra vida. ¿Y cómo lo logramos? Mediante intimidad con Él. La oración y el estudio sistemático de las Escrituras es un camino apropiado para conocerle como realmente Él es? Cuando le conocemos en Su plenitud, podemos confiar en Él. Comparto con usted cinco razones para confiar en Dios que nos enseña el reverendo Charles Stanley: Basándonos en el carácter de Dios, ¿de qué podemos estar seguros?

1. Dios nos impartirá su misericordia. Al enviar a su Hijo a morir en nuestro lugar, el Padre celestial demuestra su amor por nosotros (Salmo 100:5; 1 Juan 4:10).
2. El Señor nos ayudará a hacer lo que Él requiera de nosotros. Nos dará no solo la sabiduría espiritual para que podamos realizar las tareas que nos ha asignado, sino también el poder para llevarlas a cabo (Hebreos 13.21).
Resultado de imagen para confia en dios y el hara3. Dios pondrá un límite a las tentaciones y a las presiones que permite en nuestra vida. Como artesano de nuestras vidas, Él sabe cómo moldearnos a la imagen del Señor Jesús (2 Corintios 4.8).
4. Dios nos fortalecerá y protegerá para que no tengamos que claudicar o rendirnos. Aunque somos débiles, Él sabe cuán fuertes podemos ser cuando su poder está en nosotros (1 Corintios 10.13).
5. Nuestro Padre celestial perdonará nuestros pecados. Él está listo para recibir nuestra confesión, perdonarnos y limpiarnos de toda maldad cada vez que acudamos a Él (1 Juan 1.9).
Además de estas bendiciones durante el tiempo que vivamos en este mundo, tenemos también bendiciones futuras de las que podemos estar seguros. Podemos tener la confianza de que la vida no termina cuando nuestro cuerpo terrenal muere (2 Corintios 5.8); que viviremos en el cielo para siempre; y que Jesucristo volverá un día.
La vida tiene, sin duda, experiencias dolorosas (Juan 16.33). Pero cuando los problemas nos opriman, pensemos en todas las razones por las que podemos depender de Dios.
Razones para confiar en Dios
¿En qué Dios hemos confiado? En nuestro mundo hay dioses de yeso o de barro en el que confían las personas; en México algunos serán devotos de la santa muerte o la guadalupana y creen que les ayudará; en Europa algunos creen en el poder del ocultismo y ese es su dios, mientras que en el Caribe hay quienes depositan su confianza en mayombé o changó.
Cabe entonces preguntarnos nuevamente: ¿En qué Dios hemos confiado? En la medida en que desarrollamos intimidad con el Señor, no solamente podemos conocerle sino, además, desarrollar confianza en Él. Es un proceso que se afirma progresivamente: intimidad con Dios asociada a conocimiento de Él. El revendo Charles Stanley enseña cinco razones para confiar en Dios:
En nuestro mundo aquejado de problemas, las injusticias, los crímenes y la falsedad es lo que abunda en las noticias. Sin embargo, tenemos un Dios cuyas acciones son perfectas y que es fiel a toda promesa que ha hecho. Recuerde que, como dicen las Escrituras, Él es el mismo “ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13.8). Podemos tener absoluta confianza en el Señor, porque Él es:
• Omnisciente. Nuestro Padre celestial sabe lo que le está sucediendo a cada persona en todo momento (Lucas 12.2, 3). Su conocimiento es total; no hay ninguna circunstancia que le sea desconocida, ni pensamiento que Él no discierna.
• Omnipotente. Dios tiene poder absoluto sobre todas las cosas; nada está fuera de su control. Él usa su poder para hacer su voluntad perfecta. Ninguna autoridad en el cielo o en la Tierra puede frustrar sus propósitos (Job 42.2; Mateo 19.26).
• Omnipresente. La totalidad del espacio y del tiempo están al alcance de su mirada (Salmo 139.7-12).
• Veraz. Dios no puede mentir; Él dice siempre la verdad. Podemos confiar plenamente en su Palabra y en sus respuestas a nuestras oraciones.
• Amoroso. Podemos también tener confianza en las intenciones del Señor, porque su carácter es el amor absoluto (Romanos 8.28; 1 Juan 4.8).
La naturaleza de Dios no es afectada por el tiempo, el lugar, las personas o las circunstancias. Él nunca se equivoca en lo que dice o hace, porque su conocimiento es perfecto. Su soberanía es total, y todo está al alcance de su mirada. Cada promesa está garantizada en Jesucristo (2 Corintios 1.20). Él es Aquel en quien podemos contar cada día de nuestra vida. ¡Aleluya!

Por Charles Stanley con aportes de Fernando Alexis Jiménez

viernes, 26 de agosto de 2016

ACCIÓN DE GRACIAS


La realidad primera de la historia bíblica es el don de Dios, gratuito, sobreabundante, sin revocación.

El encuentro con Dios no sólo pone al hombre en presencia del absoluto, sino que lo colma y transforma su vida.



La acción de gracias aparece como la respuesta a esta gracia progresiva y continua que había un día de florecer en Cristo. La acción de gracias, a la vez toma de conciencia de los dones de Dios, arranque muy puro del alma penetrada de maravilla por esta generosidad, reconocimiento gozoso ante la grandeza divina, es esencial en la Biblia porque es una reacción religiosa fundamental de la criatura que descubre en una trepidación de gozo y de veneración, algo de Dios, de su grandeza y de su gloria. El pecado capital de los paganos consiste, según san Pablo, en «no haber dado a Dios gloria ni acción de gracias» Rm 1,21. Y, en efecto, entre la masa de himnos creados por la piedad mesopotámica, la acción de gracias es excepcional, al paso que es frecuente en la Biblia, en la que suscita poderosos arranques. AT 1. De una a otra alianza. La acción de gracias del AT anuncia la del NT en cuanto que es siempre, al mismo tiempo que gratitud, tensión hacia el futuro y hacia una gracia más alta. Por otra parte, a la hora de la nueva alianza, la acción de gracias irrumpe verdaderamente, haciéndose omnipresente en la oración y en la vida de los cristianos, como no lo había sido nunca en los justos de otros tiempos. La acción de gracias de la Biblia es esencialisimamente cristiana. Sin embargo, no lo es en forma exclusiva, hasta tal punto que, como se ha escrito, en el AT el israelita alaba sin dar gracias. En realidad, si el AT no conoce todavía la plenitud de la acción de gracias, es porque todavía no ha saboreado la plenitud de la gracia. Si la alabanza, más espontánea, más exteriorizada, tiene quizás en el AT más lugar que la acción de gracias propiamente dicha, es más consciente, más atenta a los gestos de Dios, a sus intenciones, a su revelación, es que el Dios muy santo sólo se reveló progresivamente, descubriendo poco a poco la amplitud de su acción y la profundidad de sus dones. 2. El vocabulario. Descubrir la acción de gracias en la Biblia es al mismo tiempo encontrar el gozo Sal 33,1-3.21, la alabanza y la exaltación Esd 3,11 Sal 69,31, la glorificación de Dios Sal 50,23 86,12. PRECISANDO MÁS, LA ACCIÓN DE GRACIAS ES CONFESIÓN PÚBLICA DE GESTOS DIVINOS DETERMINADOS. Alabar a Dios es publicar sus grandezas; darle gracias es proclamar las maravillas que opera y dar testimonio de sus obras. La acción de gracias va de la mano con la revelación; es como su eco en los corazones. Así comporta con frecuencia la mención de la asamblea de los justos o de los pueblos convocados para oírla Sal 35,18 57,10 109,30, una invitación a unirse a ella Sal 92,2ss 105,1s. En hebr, este matiz de confesión maravillada y agradecida se expresa por todos, que suele traducirse con una palabra mucho menos expresiva y bastante poco exacta: agradecer. La palabra que parece cristalizar la acción de gracias en el AT y traducir lo más exactamente posible la actitud religiosa apuntada es «bendición». (hebr. barak), que expresa el intercambio esencial entre Dios y el hombre. A la bendición de Dios, que da a su criatura la vida y la salvación Dt 30,19 Sal 28,9, responde la bendición, por la que el hombre, movido por este poder y esta generosidad, da gracias al Creador Dan 3,90 Sal 68,20.27 Neh 9,5.. 1Par 29,10... 3. Historia de la acción de gracias. Existe un esquema literario clásico de la acción de gracias, visible en particular en los Salmos, y que manifiesta bien el carácter de la acción de gracias, reacción ante un gesto de Dios. La confesión de la gratitud por la salvación obtenida se desarrolla normalmente en un «relato» en tres partes: descripción del peligro corrido Sal 116,3, oración angustiada Sal 116,4, evocación de la magnífica intervención de Dios Sal 116,6 Sal 30 Sal 40 Sal 124. Este género literario reaparece idéntico en toda la Biblia y obedece a una misma tradición de vocabulario, permanente a través de los salmos, de los cánticos y de los himnos proféticos. Si la acción de gracias es una, es que responde a la única obra de Dios. Más o menos confusamente cada beneficio particular de YAHVEH se siente siempre como un momento de una grande historia en curso de realización. La acción de gracias impulsa la historia bíblica y la prolonga en la esperanza escatológica Ex 15,18 Dt 32,43 Sal 66,8 96. No sólo la acción de gracias inspira algunos fragmentos literarios muy antiguos, que recogen ya toda la fe de Israel: el Cántico de Moisés Ex 15,1-21 o el de Débora Jue 5,1 sino que es muy posible que en la base del Hexateuco y de toda la historia de Israel haya una confesión de fe cultural que proclama en la acción de gracias las altas gestas de YAHVEH para con su pueblo. Así desde los orígenes la verdadera fe es confesión en la acción de gracias. Esta tradición se desarrolla constantemente a medida que Israel va adquiriendo más conciencia de la generosidad de Dios, y se expresa en todos los terrenos: en la literatura profética Is 12 25 42,10... 63,7.. Jer 20,13 y sacerdotal 1Par 16,8.. 29,10-19 Neh 9,5-37, en las composiciones monumentales de los últimos escritos del AT Tob 13,1-8 Jdt 16,1-17 Eclo 51,1-12 Dan 3,26-45.51-90. NT El NT, por ser la revelación y el don de la gracia perfecta Jn 1,17, es también en la persona del Señor la revelación de la perfecta acción de gracias tributada al Padre en el Espíritu Santo. 1. El vocabulario cristiano. Éste es heredero, a través de los LXX, de la tradición del AT. La acción de gracias es inseparable de la confesión (gr. homologeo Mt 11,25 Lc 2,38 Heb 13,15), de la alabanza (gr. aineo: Lc 2, 13,20 Rom 15,11) de la glorificación (gr. doxazo: Mt 5,16 9,8) y siempre, en forma privilegiada, de la bendición (gr. eulogeo: Lc 1,64.68 2,28 1Cor 14,16 Sant 3,9). Pero un término nuevo prácticamente ignorado por el AT (gr. eukharisteo, eukharistia) invade el NT (más de 60 veces), manifestando la originalidad y la importancia de la acción de gracias cristiana, respuesta a la gracia (kharis) dada por Dios en Jesucristo. La acción de gracias cristiana es una eucaristía y su expresión acabada es la eucaristía sacramental, la acción de gracias del Señor, dada por éste a su Iglesia. 2. La acción de gracias del Señor. El gesto supremo del Señor es una acción de gracias; el sacrificio que Jesús hace de su vida consagrándola al Padre para santificar a los suyos Jn 17,19 es nuestra eucaristía. En la cena y en la cruz revela Jesús el móvil de toda su vida, así como el de su muerte: la acción de gracias de su corazón de Hijo. Se requiere la pasión y la muerte de Jesús para que pueda glorificar plenamente al Padre Jn 17,1, pero toda su vida es una acción de gracias incesante, que a veces se hace explícita y solemne para inducir a los hombres a creer y a dar gracias a Dios con él Jn 11,42. El objeto esencial de esta acción de gracias es la obra de Dios, la realización mesiánica, manifestada particularmente por los milagros Jn 6,11 11,41ss, el don de su palabra, que Dios ha hecho a los hombres Mt 11,25ss. 3. La acción de gracias de los discípulos. El don de la eucaristía a la Iglesia expresa una verdad esencial: sólo Jesucristo es nuestra acción de gracias, como él solo es nuestra alabanza. Él da primero gracias al Padre, y los cristianos tras él y en él: per ipsum et cum ipso et in ipso. En la acción de gracias cristiana, como en toda oración cristiana, Cristo es el único modelo y el único mediador Rom 1,8 7,25 1Tes 5,18 Ef 5,20 Col 3,17. Los primeros cristianos, conscientes del don recibido y arrastrados por el ejemplo del maestro, hacen de la acción de gracias la trama misma de su vida renovada. La abundancia de estas manifestaciones tiene algo sorprendente. Son los cánticos de Lc 1 y Lc 2, provocados, como ciertos cánticos del AT, por la meditación lenta y religiosa de los acontecimientos. Son los «reflejos» de acción de gracias de los apóstoles y de las primeras comunidades Act 28,15 5,41 21,20 Rom 7,25 2Cor 1,11 Ef 5,20 Col 3,17 1Tes 5,18. Son sobre todo los grandes textos de Pablo, tan evocadores de su acción de gracias «continua» 1Cor 1,14 Flp 1,3 Col 1,3 1Tes 1,2 2,13 2Tes 1,3, que adoptan a veces la forma solemne de la bendición 2Cor 2,3 Ef 1,3. Toda la vida cristiana, toda la vida de la Iglesia, está para Pablo sostenida y envuelta por una combinación constante de súplica y de acción de gracias 1Tes 3,9s 5,17s Rom 1,8ss El objeto de esta acción de gracias, a través de toda clase de acontecimientos y de signos, es siempre el mismo, el que llena la gran acción de gracias de la epístola a los Efesios: el reino de Dios, el advenimiento del Evangelio, el misterio de Cristo, fruto de la redención, desplegado en la Iglesia. El Apocalipsis amplia esta acción de gracias hasta las dimensiones de la vida eterna. En la Jerusalén celeste, acabada ya la obra mesiánica, la acción de gracias viene a ser pura alabanza de gloria, contemplación absorta de Dios y de sus maravillas eternas Ap 4,9ss 11,16s 15,3s 19,1-8

jueves, 25 de agosto de 2016

EL PROPÓSITO DE DIOS DETRÁS DE LOS PROBLEMAS

LA VIDA ES UNA OPORTUNIDAD PARA RESOLVER PROBLEMAS

Los problemas que enfrentamos NOS DERROTAN O NOS DESARROLLAN dependiendo de cómo respondamos a ellos. Solo tenemos dos opciones a escoger: 

Resultado de imagen para dios ante los problemas1. Podemos pretender ignorarlos  2. Reconocerlos, aprender y crecer{ Enfrentar los problemas desde la segunda opción, nos permite ver a los problemas como oportunidades. Desafortunadamente, la mayoría de las personas fallan en ver como DIOS desea utilizar esos problemas para bien de nosotros. LAS REACCIONES APRESURADAS, EL ABANDONO, LOS RESENTIMIENTOS, son algunas de nuestra respuestas a los problemas que detienen el proceso de crecimiento, en lugar de considerar el beneficio del problema. Cada adversidad la podemos cambiar o transformar de amargura a un beneficio, ¡La elección es nuestra! En la Biblia encontramos la siguiente recomendación: ENTONCES DIJO ASÍ EL SEÑOR: SI VUELVES, YO TE RESTAURARÉ, EN MI PRESENCIA ESTARÁS; SI APARTAS LO PRECIOSO DE LO VIL, SERÁS MI PORTAVOZ. QUE SE VUELVAN ELLOS A TI, PERO TÚ NO TE VUELVAS A ELLOS (JEREMÍAS 15:19).
DIOS desea que aprendamos a sacar cosas preciosas, lo mejor de entre lo vil o difícil. Todo proceso de maduración requiere TIEMPO y DIOS lo tiene. El tiempo en sí mismo no hace madurar a nadie, solo las responsabilidades. Las adversidades nos enseñan más que los éxitos. Las personas que ven los problemas como oportunidades, es porque han desarrollado las capacidades necesarias y porque han pagado un precio. Veamos cinco formas en las que DIOS usa los problemas en nuestras vidas.
1. DIOS usa los problemas para darnos DIRECCIÓN. Algunas ocasiones DIOS enciende un fuego debajo de nosotros para que continuemos en movimiento. Los problemas frecuentemente nos apuntan a una nueva dirección y nos motivan a cambiar, nos desafían a aprender nuevas habilidades, nos sacan de nuestra comodidad o “status quo”. Es DIOS tratando de llamar nuestra atención. En ocasiones es una situación dolorosa, para hacernos cambiar nuestro camino, ¿porque sucede así? simplemente porque DIOS nos ama. LA BIBLIA DICE: LA MALDAD SE CURA CON GOLPES Y HERIDAS; LOS GOLPES HACEN SANAR LA CONCIENCIA (PROVERBIOS 20:30 DHH). Cuando reconocemos a DIOS en nuestros caminos, nuestro corazón será y estará agradecido. …LOS QUE AMAN A DIOS TODAS LAS COSAS AYUDAN A BIEN…. (ROMANOS 8:28 RV60). 2. DIOS usa los problemas para INSPECCIONARNOS. Las personas somos como bolsas de Té. Si quieres saber qué es lo que hay dentro de ellos, ¡Solo sumérgelos en agua caliente! DIOS quiere tratar con nuestro orgullo, y es bueno que entendamos que él hizo al hombre para su deleite y no a la inversa. ¿Ha probado DIOS tu fe con algún problema? ¿Qué es lo que revelan los problemas acerca de nosotros? LA BIBLIA DICE: TENED POR SUMO GOZO, HERMANOS MÍOS, EL QUE OS HALLÉIS EN DIVERSAS PRUEBAS, SABIENDO QUE LA PRUEBA DE VUESTRA FE PRODUCE PACIENCIA, Y QUE LA PACIENCIA HA DE TENER SU PERFECTO RESULTADO, PARA QUE SEÁIS PERFECTOS Y COMPLETOS, SIN QUE OS FALTE NADA (SANTIAGO 1:2-4 LBLA). Cuando no actuamos con integridad, tarde o temprano se revertirá el engaño. ¿Quién aprende en la teoría? Lo cierto es que nadie, es en las pruebas y a través de las pruebas donde crecemos. Así que recuerda, cada problema y adversidad es una oportunidad para triunfar y ser vencedor. 3. DIOS usa los problemas para CORREGIRNOS. Algunas lecciones solo las aprenderemos a través del dolor y los fracasos. Es como aquel niño que le dicen sus padres que no toque el horno caliente, y este lo hace y sufre las consecuencias de la desobediencia. Algunas veces aprendemos el valor de algo solo al perderlo, como la salud, el dinero, las relaciones entre otras cosas. Una lección en este punto es aprender a valorar a las personas que pensamos están en nuestra contra. ¿Puedes creer que muchas de estas personas son un instrumento divino para tu crecimiento? LA BIBLIA DICE: BUENO ES PARA MÍ SER AFLIGIDO, PARA QUE APRENDA TUS ESTATUTOS. MEJOR ES PARA MÍ LA LEY DE TU BOCA QUE MILLARES DE PIEZAS DE ORO Y DE PLATA. (SALMO 119:71-72 LBLA).
EL HIERRO CON HIERRO SE AFILA, Y UN HOMBRE AGUZA A OTRO HOMBRE (PROVERBIOS 27:17 LBLA). Esta verdad también aplica a los que estamos casados. Si estás casado, ¿sabías que DIOS puso a cada uno de nuestros cónyuges para afilarnos en nuestro carácter? pero lo que hacemos regularmente es huir de los problemas y relaciones pensando que esa es la mejor opción. Si trabajas, ¿podrías creer que tu jefe es una herramienta de DIOS para construir carácter en tu vida? Sin embargo, muchos buscan la independencia simplemente para librase de la autoridad y como consecuencia no hay bendición ni crecimiento, nos convertimos en unos anarquistas y aun así nos revelamos contra DIOS y sus autoridades delegadas. 4. Dios usa los problemas para PROTEGERNOS. Un problema puede ser una bendición para distinguir, reconocer y prevenirnos de problemas mayores. Un ejemplo vivo es la vida de José el hijo de Jacob. Por envidias sus hermanos lo vendieron como esclavo, estuvo en la cárcel, sin embargo él se mantuvo firme creyéndole a DIOS. Ya como líder en Egipto pudiendo tomar venganza de sus hermanos él dice: VOSOTROS PENSASTEIS HACERME MAL, PERO DIOS LO ENCAMINÓ A BIEN, PARA HACER LO QUE VEMOS HOY, PARA MANTENER CON VIDA A MUCHA GENTE (GÉNESIS 50:20 RV95). Solo Dios puede hacer que las cosas adversas se transformen en bendición. Cuando salimos de la cubierta de autoridad tenemos que aprender a pagar las consecuencias. ¿Por qué fueron instituidas las leyes? Para tener orden y convivencia. La libertad no consiste en hacer lo que me venga en gana, si no en hacer lo que es correcto. ¿Qué es lo correcto? Lo que DIOS manda. Si no tenemos un punto de referencia ¿cómo podemos localizar un punto en el espacio? Si no conocemos de DIOS, ¿quién es entonces nuestra autoridad? “Y seréis como Dioses” fue la frase que Satanás usó para seducir y hacer tropezar a la primer pareja en el huerto del Edén. Los problemas nos llaman a estar bajo la cubierta de autoridad. 5. DIOS usa los problemas para MADURARNOS. ¿Cómo se alcanza la madurez? Algunos dicen que con el tiempo, bueno con el tiempo solo te haces viejo y mañoso. Otros arguyen que la madurez se alcanza a través del conocimiento, hoy tenemos mucho conocimiento, pero poca moralidad y la baja moralidad produce alta mortalidad. Sin lugar a duda, lo cierto es que la madurez se alcanza a través de los problemas resueltos con responsabilidad. Nuestro carácter es edificado cuando respondemos correctamente ante las adversidades de la vida. ¿Sabías que DIOS está más interesado en construir carácter en tu vida, que en tu comodidad y confort? Es en el laboratorio de la pruebas donde descubrimos nuestra verdadera naturaleza y la profundidad de nuestro carácter. La gente puede hablar mucho de sí misma pero es en las pruebas cuando se descubre quién está con nosotros y en quién hemos creído. La relación con DIOS y el carácter son las dos cosas que tomaremos y llevaremos a la eternidad. El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma les dice: Y NO SÓLO ESTO, SINO QUE TAMBIÉN NOS GLORIAMOS EN LAS TRIBULACIONES, SABIENDO QUE LA TRIBULACIÓN PRODUCE PACIENCIA;  Y LA PACIENCIA, CARÁCTER PROBADO; Y EL CARÁCTER PROBADO, ESPERANZA (ROMANOS 5:3-4 LBLA). Otro resultado del proceso de maduración es el crecimiento espiritual, porque las adversidades son las que van forjando la fortaleza interior de la persona. El punto es: DIOS está trabajando en nuestras vidas, aun cuando no le reconozcamos o entendamos, sin embargo es más fácil y provechoso cuando cooperamos con él.
Lee las siguientes citas Bíblicas y toma un tiempo de oración con Dios. El camino de los impíos es como las tinieblas, no saben en qué tropiezan (Proverbios 4:19 LBLA) Fortaleza para el íntegro es el camino del Señor, pero ruina para los que obran iniquidad (Proverbios 10:29 LBLA). El camino del necio es recto a sus propios ojos, más el que escucha consejos es sabio (Proverbios 12:15 LBLA). Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Juan 8:12 LBLA). Jesús entonces les dijo: Todavía, por un poco de tiempo, la luz estará entre vosotros. Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas; el que anda en la oscuridad no sabe adónde va (Juan 12:35 LBLA).

Por Saul Montes.