jueves, 4 de octubre de 2018


¿QUÉ ES EL ARREPENTIMIENTO Y ES ÉSTE NECESARIO PARA LA SALVACIÓN?


Muchos entienden el término “arrepentimiento” como “volverse del pecado”. Esta no es la definición bíblica del arrepentimiento. En la Biblia, la palabra “arrepentirse” significa “cambiar tu mente.” La Biblia también nos dice que el verdadero arrepentimiento tendrá como resultado un cambio de conducta (Lucas 3:8-14; Hechos 3:19). Hechos 26:20 declara, “sino que anuncié......, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.” La total definición bíblica del arrepentimiento, es cambiar de mentalidad, mismo que resulta en un cambio de acciones y actitudes.

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¿Cuál es entonces la conexión entre el arrepentimiento y la salvación? El Libro de Los Hechos parece enfocarse especialmente en el arrepentimiento con respecto a la salvación. (Hechos 2:38; 3:19; 11:18; 17:30; 20:21; 26:20). El arrepentimiento, relacionado con la salvación, es cambiar tu parecer respecto a Jesucristo. En el sermón de Pedro en el día de Pentecostés (Hechos capítulo 2), él concluye con un llamado a la gente a arrepentirse (Hechos 2:38). ¿Arrepentirse de qué? Pedro está llamando a la gente que rechazaba a Jesús (Hechos 2:36), para que cambiaran su idea acerca de Él, que reconocieran que Él es verdaderamente “Señor y Cristo” (Hechos 2:36). Pedro está exhortando a la gente a cambiar su mentalidad del rechazo a Cristo como el Mesías, a la fe en Él como Mesías y Salvador.
El arrepentimiento y la fe pueden ser entendidos como “dos lados de la misma moneda.” Es imposible poner tu fe en Jesucristo como el Salvador, sin primeramente cambiar tu mentalidad acerca de quién es Él, y lo que Él ha hecho. Ya sea el arrepentirse de un rechazo obstinado, o arrepentirse de ignorancia y desinterés – es un cambio de mentalidad. El arrepentimiento bíblico, en relación con la salvación, es cambiar tu mentalidad del rechazo a Cristo a la fe en Cristo.
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Es crucialmente importante que entendamos que el arrepentimiento no es una obra que hagamos para ganar la salvación. Nadie puede arrepentirse y venir a Dios, a menos que Dios atraiga a esa persona hacia Él (Juan 6:44). Hechos 5:31 y 11:17 indican que el arrepentimiento es algo que da Dios – sólo es posible por Su gracia. Nadie puede arrepentirse a menos que Dios le conceda el arrepentimiento. Toda la salvación, incluyendo el arrepentimiento y la fe, es el resultado de Dios acercándonos, abriendo nuestros ojos, y cambiando nuestros corazones. La paciencia de Dios nos conduce al arrepentimiento (2 Pedro 3:9), como lo hace Su bondad (Romanos 2:4).
Mientras que el arrepentimiento no es una obra que gana la salvación, el arrepentimiento para salvación da como resultado las obras. Es imposible verdadera y totalmente cambiar tu mentalidad sin que esto cause un cambio en tus actos. En la Biblia, el arrepentimiento resulta en un cambio de conducta. Esto es por lo que Juan el Bautista exhortaba a la gente con estas palabras, “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.” (Mateo 3:8). Una persona que verdaderamente se ha arrepentido de rechazar a Cristo y a la fe en Cristo, lo hará evidente por un cambio en su vida (2 Corintios 5:17; Gálatas 5:19-23; Santiago 2:14-26). El arrepentimiento, propiamente definido, es necesario para la salvación. El arrepentimiento bíblico es cambiar tu parecer acerca de Jesucristo y volverte a Dios en fe para salvación (Hechos 3:19). Volverse del pecado no es la definición del arrepentimiento, pero es uno de los resultados de la fe genuina basada en el arrepentimiento respecto al Señor Jesucristo.


viernes, 28 de septiembre de 2018


“EL PODER SANADOR DE DIOS: OCHO SECRETOS PARA OPERAR EN LOS MILAGROS CREATIVOS” Testimonio del poder sanador

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Nunca olvidaré el momento cuando una niña de 12 años de edad se puso de pie en la plataforma mientras los milagros ocurrían por todo el estadio. El Señor me guió a orar para que se abrieran los oídos sordos. Mientras la presencia y la gloria de Dios llenaban la atmósfera, los oídos que no podían oír se abrían instantáneamente.
Mientras surgían los testimonios, mi equipo trajo a una muchacha a la plataforma. Mientras se acomodaba su largo cabello castaño, quedé asombrado por la imagen. Había nacido sin oídos, sólo tenía dos pequeños orificios a cada lado de su cabeza. Mientras la unción de Dios descendía sobre ella, pudo oír un sonido en sus oídos.
Repentinamente, mientras el Señor realizaba un milagro creativo, se formaban los tímpanos dentro de su cabeza y sus oídos se abrieron por primera vez en su vida. Supe que el milagro no tuvo nada que ver conmigo. Mi participación fue simplemente guiar al pueblo en la adoración, hasta que la gloria descendió y luego Dios hizo el resto. La noche siguiente en México vimos a muchos ser sanos por el poder de Dios, aún varios lisiados.
La comunión y la intimidad nos preparan
Fui testigo del poder sanador de Dios en mi madre cuando tenía 14 años de edad. Pero los años siguientes, no podía comprender por qué no veía esas mismas manifestaciones de poder en la vida diaria de la Iglesia. Estaba cansado de las oraciones sin poder. Cuando oraba por alguien, quería que ocurriera algo, ¡pero no pasaba nada!
Combinado con este sentimiento de frustración había una sed insaciable y un anhelo en mi espíritu por desarrollar una relación más profunda con el Espíritu Santo. En mi vida juvenil ocurrieron dos cosas: Dios agregaba insatisfacción a mi vida acerca del statu quo y llenaba mi corazón con una sed espiritual que me llevó hacia horas de comunión con el Espíritu Santo.
En estos 20 años de aprender a caminar con Dios, aprendí muchas cosas sobre vivir una vida llena del poder del Espíritu. Dios me permitió ver la demostración de su poder miles de veces en las vidas de innumerables personas. Caminar en intimidad con Dios, arraigado profundamente en la Palabra, se convirtió en el fundamento desde el cual pude ver un poder tremendo que se soltó a través de mi vida.
Usted puede comenzar a operar en el Espíritu desde el momento cuando Cristo entra en su corazón. No necesita esperar 20 años para caminar en el poder de Dios. Experimenté muchos encuentros y muchos momentos del poder de Dios durante mis primeros años de cristiano. Esos encuentros me formaron como soy. El tiempo de Dios es perfecto y su preparación es esencial. La preparación no nos da la unción; simplemente nos capacita para cargarla en el largo plazo.
Una cosa que aprendí acerca del poder de Dios y los dones, es que fluyen de su gracia y son activados por fe. Pero siempre debemos recordar que Él es la fuente y por su gracia calificamos para ser partícipes de su gloria celestial. Realmente no tiene nada que ver con nuestro esfuerzo o nuestras obras. Si fuera así, podríamos reclamar algún crédito. Como no es así, Dios se lleva toda la gloria. Esta obra interna profunda sobre nuestro carácter nos arraiga profundamente en Cristo y habilita a Dios para derramar su poder sin medidas sobre nuestras vidas.
Hoy quiero compartir con usted ocho secretos para operar en el poder de los milagros creativos de Dios. Mientras aplicamos estos principios a nuestra vida, creo que podemos ver señales y maravillas soltándose a través de nosotros en nuestra vida diaria.
1. Cultive la presencia de Dios en su vida
La gloria es la fuente de todos los milagros. Cuanto más cultive un ambiente conductivo para el Espíritu Santo, más de la presencia de Dios habrá sobre su vida. Cuanto más de su presencia habite en su vida, más poder tendrá. Se llega a este punto pasando tiempo haciendo lo que sea para que la Persona y la presencia tangible del Espíritu Santo se manifiesten en su vida.

Confiese y arrepiéntase rápidamente por su inclinación hacia el pecado o las tinieblas espirituales. Ore en lenguas con frecuencia. Cúbrase con la sangre de Jesús. Medite en su Palabra. Exprese su adoración al Señor a través de oraciones y canciones. Invite constantemente al Espíritu Santo a estar con usted de una manera tangible, tanto como sea posible. Rechace todas las cosas que lo entristezcan. Verá que mientras su vida se llena de la atmósfera del Espíritu Santo, los milagros, señales y maravillas fluirán naturalmente.
2. Cultive la fe de Dios en su corazón
La verdadera fe sobrenatural fluye desde el espíritu y afecta nuestra mente. No es al revés. La fe desafía la realidad lógica y natural por una realidad espiritual superior. Hace que lo natural se acomode a lo que Dios ya estableció en el espíritu. Debemos vivir en la Palabra y renovar constantemente nuestras mentes.
La fe nace del corazón de la revelación. Cuando el Espíritu Santo revela la verdad a su mente y su corazón por la Palabra, la fe adquiere vida dentro de usted. Juan 8:32 dice: “… y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Sumerja su mente y su espíritu en la Palabra de Dios, enfocando su mente permanentemente en ella y la revelación de la verdad producirá una fe sobrenatural en su corazón. Un corazón de fe producto de la revelación de la verdad, es la clave máxima para operar en el poder de Dios.
“Fijemos la mirada en Jesús (fuera de toda distracción), el iniciador (dándonos el principal incentivo para nuestra creencia) y perfeccionador de nuestra fe (llevándolas hacia la madurez y la perfección), quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
3. Agregue acción a su fe
Una cosa que debemos comprender acerca del poder de la unción es que viene por una razón y con un propósito específico. Isaías 61:1 dice: “El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros”.
El poder de la unción para sanar y hacer milagros sólo se manifestará si ora para que se sanen los enfermos. Debemos buscar intencionalmente las oportunidades donde el poder de la unción será necesario. La fe sin obras es muerta (Santiago 2:20).
El poder de la unción se entrega para ayudar a otras personas de una manera sobrenatural y en el proceso, revelarles el corazón de Dios y su naturaleza. No se desaliente, enfóquese y persevere. No importa qué ve en lo natural, eleve su visión, conozca y comprenda la voluntad de Dios y su verdad. Permita que la fe del Padre lo mueva hacia la acción. Esta acción soltará el poder de Dios para producir los milagros.
4. Persiga apasionadamente los dones espirituales
1 Corintios 14:1 nos dice que debemos anhelar los dones del Espíritu. A menudo impongo manos sobre mi propio ombligo durante mis tiempos de oración y le pido al Espíritu Santo que agite y manifieste los dones en mí. Los dones espirituales de sanidad, operación de milagros, palabra de conocimiento y el don de fe, son manifestaciones invaluables para el ministerio de milagros.
Si le pide a Dios que los agite, Él lo hará. En griego, los dones del Espíritu se denominan “charisma” y se definen como “dones de gracia, un favor que alguien recibe sin haber hecho méritos para merecerlo” (Strong). Son una manifestación de la gracia de Dios. No puede trabajar o esforzarse para obtenerlos. El Espíritu Santo los entrega con libertad, así como la salvación. Cuanto más los persiga, más los obtendrá. ¡Y puede tenerlos a todos!
5. Practique la oración y el ayuno

Hubo una instancia en la Biblia donde los discípulos no pudieron sanar a un epiléptico en Mateo 17:16. Cuando le preguntaron a Jesús por esto, dijo que la razón era que los discípulos tenían una “fe pequeña”. No fue una pregunta sobre la voluntad de Dios. Tampoco Jesús se enfocó en la fe del niño. Era el nivel de fe en los corazones de los discípulos.
Pero también introduce el elemento de la oración y el ayuno. Existe un lugar en la oración y el ayuno donde su carne y la mente natural se someten a la mente y el corazón de Dios; allí su fe reemplaza nuestra duda. Orar y ayunar ayuda a soltar la fe de Dios dentro de nosotros. Su fe dentro de nosotros produce el milagro, no el ayuno. Ayunar y orar en esta instancia sirve como un pasadizo hacia la plenitud de la fe que existe en el corazón de Dios. Una vez más, no es por nuestras obras, sino por la fe y la gracia extendida hacia nosotros.
6. Aprenda a oír la voz de Dios
Para operar en lo sobrenatural, debemos desarrollar una sensibilidad especial hacia la Persona del Espíritu Santo. Dios no opera con recetas de cocina y no lo hace siempre de la misma manera. Esto puede ser frustrante, pero es cierto. Vemos esto aún en la vida de Jesús. Él vio señales y maravillas constantemente en su vida diaria. Pero nunca oró de la misma manera por todas las personas.
A veces Jesús impuso manos sobre la gente, otras les enseñó a hacer cosas específicas y otras hizo cosas muy inusuales, como escupir formando barro y colocándoselo en los ojos a una persona. Fue muy poco convencional y guiado por el Espíritu. La clave aquí es que sólo hizo lo que vio hacer a su Padre (Juan 5:19).
Esta habilidad para oír y ver las acciones de su Padre celestial surgía del tiempo que pasaba en oración y comunión con Él. Si queremos sensibilizar nuestros ojos y oídos espirituales, debemos ubicarnos en el lugar donde podamos ver y oír a Dios. Esto requerirá pasar tiempo en los “lugares desérticos” para poder establecer toda nuestra mente y corazón en Él. Cuando ejercitamos nuestros sentidos espirituales aprendiendo a oír y no sólo a hablar, seremos guiados por el Espíritu para ver manifestaciones maravillosas de su poder.
7. Asóciese con la unción
Una clave importante para ser elevado hacia otro nivel del poder de Dios, fue aprender que es correcto moverme hacia los lugares donde Él se está moviendo. Algunos dicen: “Bien, si Dios quiere darme algo, puede venir a dármelo justo aquí en mi cuarto. No necesito irme a ningún lado”. Seguro que Dios puede encontrarnos en nuestro propio cuarto y muchas veces lo hace. Sin embargo, eso no niega el hecho que podemos atrapar la unción al estar donde Dios se está moviendo.
Encuentre gente y ministerios que se están moviendo en el poder de Dios y acérquese a ellos. Aprendemos de otros y recibimos una impartición de poder por medio de la asociación. Estos encuentros corporativos con Dios no reemplazan la devoción que expresamos en nuestro lugar privado de oración. Simplemente suman y refuerzan a nuestra relación con Dios. Fui bendecido por poder asociarme y unirme a algunas de las personas más ungidas sobre la tierra hoy. Esa amistad no sólo agitó mi fe, desató una transferencia de sabiduría, revelación y poder hacia mi propia vida y ministerio.
El compañerismo ungido es crucial para cultivar la unción en su vida. Esa comunión puede ocurrir compartiendo una taza de café o por oír enseñanzas ungidas por CD o videos, así como adorando juntos en una reunión.
Asóciese con el poder de Dios moviéndose hacia donde Él está.
8. Sea motivado por el amor
Un factor que considero el más crucial de todos y quizá el ingrediente más olvidado, es el amor. Jesús tuvo compasión y sanó a los enfermos (Mateo 14:14). No tendremos poder si el amor de Dios no se derrama en nuestros corazones. El amor debe ser el fundamento de todo lo que hacemos. Debe ser el fundamento para nuestro deseo de poder espiritual. Sin amor, el poder nos guiará hacia el orgullo y a la auto promoción. Realmente, sin el amor de Dios en nuestros corazones por la gente, el poder es vacío (1 Corintios 13:2).
El amor es la mayor manifestación del poder de Dios. Por amor Jesús caminó en obediencia total. Por amor el poder del pecado y satanás fueron derrotados. Por amor entregamos nuestras vidas unos por otros. El amor es lo que motiva nuestra fe (Gálatas 5:6).
El amor es lo que nos lleva a vivir en el Espíritu. El amor es la mayor virtud de todas. Sin fe no podemos agradar a Dios. Pero sin amor, no podremos conocerlo en lo absoluto. El amor lleno de verdad es el arma más poderosa contra el pecado, la tentación, las ofensas, la desunión, la enfermedad, la opresión, la corrupción espiritual y la muerte. El amor lo conquista todo.
Mientras aplica estos principios a su vida y camina con Dios, espere ver su poder glorioso y su unción desatándose en y a través de usted. ¡Allí afuera hay alguien que espera por su milagro!

jueves, 1 de junio de 2017

PEDIR CON FE A DIOS, EN NOMBRE DE CRISTO

Hay que pedir con Fe.    DIOS nos ha dicho, que ÉL, nos ha dado una medida de fe a cada uno, entonces esa Fe debemos agrandarla. ESTO ES FACIL. Fíjate que debido a que si ya existe (LA FE EN NOSOTROS) y si pedimos a JEHOVA, en nombre de CRISTO, pregunto, ¿CUÁL ES EL PROBLEMA, DE NO SENTIRNOS COMPLETAMENTE SEGURO DE QUE ESTO SUCEDERÁ? Si te postra rostro en tierra para orar, con un corazón arrepentido, contristo y humillado, es indicio de tu FE, solo tienes que confiar en que eso va a suceder y TE ASEGURO EN NOMBRE DE JESÚS, QUE SUCEDERÁ, recuerda que DIOS no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para que se arrepienta, luego, cuando termines de orar pídele al GRAN YO SOY, QUE TE HABLE A TRAVES DE SU SAGRADA PALABRA, ESTABLECIDA EN LO QUE CONOCEMOS COMO LA BIBLIA.

HOY TE PIDO OH, GRAN JEHOVÁ, EN NOMBRE DE CRISTO QUE ME PERMITAS SALIR DE ESTA SITUACIÓN DE ESCASEZ EN LA QUE ME ENCUENTRO, QUE EL TRABAJO FLUYA A TRAVÉS DE LAS DOS BENDITAS PROFESIONES QUE ME DISTES (T.S.U EN INFORMÁTICA Y ABOGADO), TODO CON LA FINALIDAD DE QUE LA GLORIA Y LA HONRA SEA PARA TI PADRE AMADO, PARA A TRAVÉS DE MI PROSPERIDAD, SOLVENTAR MIS NECESIDADES, LAS DE MIS HIJOS, MI HOGAR, AYUDAR A MI FAMILIA Y AL AMADO PRÓJIMO. Y ASÍ CUMPLIR CON TU VOLUNTAD, Y PUEDA DE ESTA MANERA AMADO JEHOVÁ ÚNICO DIOS EXISTENTE Y VIVIENTE, CUMPLIR EL PROPÓSITO QUE TIENES PARA MÍ, AMEN ASÍ SERÁ, PORQUE LO HE PEDIDO COMO LO ESTABLECE TU PALABRA: PEDIR A DIOS EN NOMBRE DE CRISTO, CON FE SEGURO DE QUE VA A SUCEDER.


OH JESÚS, TODO LOS QUE HACES, NOS MARAVILLA.

En el fragmento de este Evangelio, Jesús nos instruye como orar. Es bueno preguntarse si sabemos orar, cuando orar y porque orar. Al parecer, estamos acostumbrados a orar solo cuando tenemos una necesidad, y sucede que cuando nos va bien, pensamos que ya no es necesario orar más, como si en ese minuto no necesitáramos de Dios. Aún más, cuando las cosa nos resultan bien, nos olvidamos de dar gracias y, muchas veces ni siquiera se nos ocurre una oración de alabanza, para que decir si a veces hacemos una oración para decirle a Dios, que estamos dispuestos y disponibles a su plan en nosotros.
El Evangelio de hoy nos dice que: A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Jesús está invitando a los discípulos, a que confíen plenamente en el poder de la oración y que pidan al Padre en su nombre. Ellos Han de rogar al Padre por la fe en Jesús, el Hijo de Dios encarnado. Hasta ahora ellos sabían del gran poder intercesor de Jesús (San Juan 11:22). Pero no lo habían puesto a Él como intercesor, hasta ese minuto no habían pedido en su nombre de Hijo de Dios encarnado.
Jesús nos garantiza que al pedir en su nombre, tendremos éxito en nuestra oración y nos asegura que todo lo que pidamos al Padre en su Nombre, él nos lo concederá. Del mismo modo como los hicieron sus discípulos, nosotros como hijos de Dios, debemos estar confiado en su recomendación.
Jesús les dice sus discípulos, les aseguro, y lo que El garantiza, es que esta oración será escuchada y, dentro de la finalidad que aquí El establece, es para una alegría que será perfecta , es decir que el gozo sea cumplido. Pero si, en aquel día, ya iluminados por el nuevo estado de cosas, tendrán el gozo cumplido al ser escuchados por pedir en el nombre de Jesús, supone esto, que lo que piden los apóstoles está en consonancia con este nuevo estado de cosas y con el Espíritu que entonces los moverá en su actuación.
Pero debemos ser conscientes de que hay diversos tipos de oración, no solo la que hacemos porque necesitamos algo, también hacemos oración para purificarnos, por la que suplicamos perdón por nuestras faltas, y la de ofrecimiento al Señor para que se cumpla su voluntad. La oración para pedir es para todos las más interesada, hacerla, es también verdadera oración, y parece que Jesús nos hace una queja; HASTA AHORA, NO HAN PEDIDO NADA EN MI NOMBRE, DE ESTA FORMA NOS INSTA A QUE PIDAMOS Y QUE LO HAGAMOS CON CONFIANZA.
En efecto, Jesús, nos ha prometido oír nuestras oraciones, nos ha garantizado concedernos lo que pidamos, sin embargo sentimos que esto a veces no sucede, entonces debemos preguntarnos si hemos rezado bien y no pensar que la oración no es eficaz, porque la oración no debe hacerse de modo defectuoso, esta debe ser con ciertas cualidades especiales, entre ellas, con humildad, mostrando nuestra necesidad y sabiendo que le pedimos de quien necesitamos, porque ante Dios, somos al extremo, indigentes y muy necesitados de Él. Por supuesto, debemos orar con confianza de hijos que piden al Padre. Pero también con perseverancia, PORQUE SI BIEN ES CIERTO QUE JESÚS NOS PROMETIÓ OÍR NUESTRA ORACIÓN, NO NOS DIJO CUANTAS VECES TENEMOS QUE PEDIR. Y también debemos orar con disponibilidad, exponiendo nuestro deseo, pero al mismo tiempo dispuesto a que se haga la voluntad del Padre.
Dice Jesús: Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, Y como nueva garantía, Jesús nos dice que no necesitaremos que El ruegue por nosotros ante el Padre. No es que Él nos niegue la necesidad de su intercesión (San Juan 15:5; Heb 7:25), sino que lo que nos quiere destacar es la confianza y seguridad con que siempre debemos hacer esta oración en su nombre, pues debemos saber que ya el Padre nos ama, porque creemos en que El ha salido de Dios.



DIOS TE HABLA A TRAVÉS DE LA BIBLIA

DIOS ESTÁ HABLANDO HOYPermítanme hablar de la manera que Dios nos habla a través de una serie de cuatro declaraciones. Estamos tomando la soberanía de Dios, su voluntad secreta, como punto de partida y edificando sobre ella con estas declaraciones.

Lo primero que tenemos que afirmar es que DIOS PUEDE HABLAR A LA GENTE DE MUCHAS MANERAS DIFERENTES Y GUIARLOS CON SU COOPERACIÓN. La Biblia está llena de historias de Dios hablando a Su pueblo: Dios habló a Adán y Eva en el jardín mientras caminaba y hablaba con ellos, Dios habló a Moisés desde la zarza ardiente, Dios habló a Nabucodonosor en un sueño. En cada caso, Dios le dijo a la gente de su voluntad y cuando Dios les dijo lo que quería de ellos, fueron capaces de participar conscientemente en ello, o fueron capaces de rechazarla. Adán y Eva desafiaron a Dios a pesar de que sabían lo que se les exigía. Jonás oyó del Señor y se escapó. Abraham escuchó de parte del Señor y obedeció. En toda la Biblia vemos a Dios hablando y dando orientación e instrucción. En todas estas formas y muchas más, Dios le habló a la gente y los guió con su cooperación.

Tenemos que ser cuidadosos aquí. No estamos viendo estos ejemplos y necesariamente diciendo: “Así es como Dios nos dice que nos guía.” Lo que estamos diciendo es, “Así es como Dios puede guiar a la gente.” Estas son las maneras en que Dios ha demostrado que tiene la capacidad de guiar a la gente, pero eso no significa necesariamente que se puede esperar que Él nos guíe o nos hable de la misma manera. Así que la pregunta que debemos hacernos ahora es: ¿CÓMO DIOS NOS GUÍA HOY EN DÍA DE TAL MANERA QUE PARTICIPEMOS CONSCIENTEMENTE?
La segunda declaración es la siguiente: hoy Dios nos habla por su Hijo. Es instructivo aquí volver a los primeros versículos de Hebreos, donde leemos: “Hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras Dios habló a nuestros padres por los profetas.” Eso es lo que hemos dicho en nuestra última declaración, que hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios. Pero el autor de Hebreos continúa. “En estos últimos tiempos nos ha hablado por el Hijo a quien instituyó heredero de todo, y por quien también hizo el mundo.” En estos últimos días, hoy, nos ha hablado por su Hijo. ÉL HA HABLADO Y HABLA A TRAVÉS DE JESÚS. Esto no quiere decir en el tiempo pasado sino presente. Y ¿CÓMO DIOS HA HABLADO A NOSOTROS POR MEDIO DE JESÚS? Él se ha revelado, su propio carácter y gloria, en la persona y obra de Jesucristo. A través de Jesús, Dios nos ha hablado acerca de su plan de salvación, de la forma que ha elegido para redimir a los pecadores a sí mismo.
El hombre que escribió Hebreos es muy cuidadoso en distinguir entre estos dos tipos de revelación, entre la forma en que Dios usó para hablar y como Dios nos habla hoy. Si usted ha estudiado la carta a los Hebreos, usted sabe que se trata de un largo discurso que continuamente muestra cómo Jesucristo es superior a cualquier cosa en el Antiguo Testamento. Eso significa, por supuesto, que la revelación de Jesucristo, es mejor que cualquiera de lo que vino antes. Dios usualmente habló de esta manera, pero hoy en día, aún mejor, El habla a través de Su Hijo.
Esto plantea la cuestión de cómo Jesús nos habla. No he oído la voz de Jesús viniendo de los cielos y yo no me he encontrado con El cara a cara para que me dijera qué hacer. ¿Cómo habla Dios mediante Jesús?
Esto nos lleva a nuestra tercera afirmación: DIOS NOS HABLA POR SU HIJO, A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU EN LA BIBLIA. Ahora estamos llegando al corazón de esto. Para el momento de escribir la carta a los Hebreos, Jesús hacía tiempo que había ascendido a Su Padre.
Pero entonces el autor de esta carta a los Hebreos escribe en 3:7: “Por tanto, como dice el Espíritu Santo.” “Dice,” no “dijo.” “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.” Él va y cita el Salmo 95 y dice que a través de estas palabras, el Espíritu Santo está hablando. No sólo que el Espíritu ha hablado, sino que Él está hablando. Él sigue hablando. Las palabras que eran ya de miles de años cuando esta carta fue escrita continúan hablando.
EL VUELVE A ESTO UNAS CUANTAS VECES EN LOS VERSÍCULOS SIGUIENTES Y SIGUE DICIENDO QUE EL ESPÍRITU SANTO HABLA A TRAVÉS DE LA ESCRITURA EN LA ACTUALIDAD. Y luego se cierra la sección en el capítulo 4, con la conclusión de que la Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos. Está viva. Está activa.
LA CONCLUSIÓN ES QUE LA BIBLIA NOS HABLA HOY. El Espíritu Santo nos habla hoy en la Biblia. El Hijo nos habla hoy a través del Espíritu Santo en la Biblia. Si no lo hace, si no lo hace activamente hablando con nosotros, toda la carta a los Hebreos es una pérdida de tiempo, es sólo una lección de historia. Pero, por supuesto, que no puede ser. La Biblia no es sólo lo que Dios ha dicho, sino lo que Dios está diciendo.
Permítanme hacer una declaración final acerca de cómo Dios nos guía hoy en día. Sabemos que Dios nos puede guiar en muchas maneras, pero hoy en día el Hijo nos habla a través de su Espíritu en la Biblia.
La cuarta y última es la siguiente: que aparte de esto, hablando mediante su Hijo, a través de su Espíritu en la Biblia, Dios no promete que va a hablar de alguna otra manera. En otras palabras, todos podemos esperar y creer que Dios nos habla a través de la Biblia. Pero él no se compromete a hablar de la manera que ha hablado antes, o de nuevas maneras. Nunca la Biblia nos dice que pongamos un vellón, nunca se nos dice que esperemos una voz audible desde los cielos, nunca se nos dice que escuchemos una voz suave y apacible. Siempre, únicamente, señala a sí misma.
Dios siempre nos va guiando a través de su providencia, en silencio y detrás de las escenas. Cuando se trata de nuestra participación consciente en hacer su voluntad, Él tiene la capacidad para guiarnos sin embargo si estima conveniente. Sin embargo, en este momento nos dice que sólo esperemos que Él nos guíe por el Hijo, a través del Espíritu en la Biblia.
De esta manera cristiano, si quiere conocer la voluntad de Dios para usted, usted necesita mirar a la Biblia. Aquí es donde Dios nos ha dado su perfecta voluntad, él nos la ha dado a nosotros en su Palabra perfecta. ¿Quieres saber cómo servir a Dios? ¿Quieres saber cómo agradar a Dios? ¿Quieres saber lo que quiere de ti? ¿Quieres tomar decisiones buenas y sabias, y que honren a Dios? Entonces mire a su Biblia. Aquí está el único camino que Dios ha prometido que te guiará.
En uno de los últimos libros de James Montgomery Boice, escribió algo que a menudo viene a mi mente. Él escribió acerca de la Biblia y dijo: que hasta donde él podía ver, la batalla sobre la infalibilidad de la Biblia se había peleado y ganado. La Biblia no tiene error. Pero la batalla por la suficiencia de la Biblia esta solo comenzando. ¿La Biblia es suficiente para nosotros? ¿Vamos a afirmar que la Biblia es suficiente para guiarnos en toda la vida? ¿O vamos a exigir que Dios se revele a nosotros de otra manera?
Boice tenía toda la razón. La batalla apenas comenzaba. Cada año hay más y más libros que se publican y que hablan de cómo conocer la voluntad de Dios y la mayoría de ellos hablan de dientes para fuera a la Biblia, pero también dicen que se busque la orientación en otras cosas –vellones y circunstancias y coincidencias y voces desde el cielo e impresiones y todo lo demás. Algunos de los libros más vendidos sobre el tema le dirán que usted debe esperar que Dios le de una orientación clara de algo que no sea la Biblia literalmente en cada decisión que tome. ¿De mantequilla de maní y mermelada o mantequilla de maní y miel? Dios quiere que usted escoja entre el bien y si lo escuchas, él te dirá.
Pero cristianos –tenemos que afirmar lo que Dios dice. Él nos dice que la Biblia es suficiente y más que suficiente. ¿Cree usted eso? SI YO LO CREO Y CONFIO EN LO QUE DICE CON TODA MI ALMA, MENTE ESPÍRITU Y CORAZÓN.  Cuando usted tiene que tomar una de esas decisiones que cambian la vida, ¿le agradece a Dios por la Biblia y confía que contiene toda la orientación que necesita para hacer lo que Dios quiere que haga?

Dios nos guía. Él realmente lo hace. La forma en que nos guía hoy en día es a través del Hijo obrando a través del Espíritu Santo en la Biblia.

miércoles, 31 de mayo de 2017

ADOREMOS A JEHOVÁ, ÚNICO DIOS EXISTENTE Y VIVIENTE

SALMO 95:6-7 VENID, ADOREMOS Y POSTRÉMONOS; ARRODILLÉMONOS DELANTE DE JEHOVÁ NUESTRO HACEDOR. 7 PORQUE ÉL ES NUESTRO DIOS; NOSOTROS EL PUEBLO DE SU PRADO, Y OVEJAS DE SU MANO.

 EL POSTRARNOS Y ARRODILLARNOS ANTE EL SEÑOR, ES RECONOCER QUE ÉL ES NUESTRO CREADOR Y EL TODO PODEROSO; EN EL MOMENTO EN QUE NOSOTROS NOS POSTRAMOS, NOS ESTAMOS HUMILLANDO ANTE SU PRESENCIA, ESTAMOS ENTREGANDO TODO LO QUE SOMOS Y RECONOCIENDO QUE SIN ÉL NO SOMOS NADA. EL ADORARLO ES EXALTAR SU MAJESTAD, SU HERMOSURA Y SOBRE TODO SU SANTIDAD, YA QUE ESTAMOS RECONOCIÉNDOLA TAMBIÉN COMO EL ÚNICO SANTO, Y ESTAMOS DISPONIENDO TODO NUESTRO SER PARA QUE ÉL HAGA DE NOSOTROS LO QUE SEA SU VOLUNTAD.


2 SAMUEL 12:20 DAVID SE LEVANTÓ ENTONCES DE LA TIERRA, SE LAVÓ Y SE UNGIÓ; CAMBIÓ SUS ROPAS, ENTRÓ A LA CASA DE JEHOVÁ Y ADORÓ.
 RECORDEMOS LA HISTORIA DE DAVID Y BETSABÉ, EN DONDE DICE LA BIBLIA QUE DAVID SE ALLEGÓ A BETSABÉ LA MUJER DE URÍAS, Y QUE DESPUÉS LO MANDÓ MATAR PARA CUBRIR SU PECADO. DIOS ENVÍA AL PROFETA NATÁN PARA HACER QUE DAVID SE DIERA CUENTA DEL PECADO QUE HABÍA COMETIDO. DAVID RECONOCIÓ QUE HABÍA PECADO CONTRA JEHOVÁ, Y AUNQUE EL SEÑOR LO PERDONÓ, SU PECADO TRAERÍA CONSECUENCIAS, Y UNA DE ELLAS SERÍA LA MUERTE DEL HIJO QUE HABÍA TENIDO CON BETSABÉ. CUANDO AÚN ESTABA ENFERMO EL PEQUEÑO, DAVID AYUNÓ Y ORÓ POR SIETE DÍAS PARA QUE DIOS TUVIERA MISERICORDIA DEL NIÑO, PERO AL SÉPTIMO DÍA MURIÓ. AL ENTERARSE DAVID, SALIÓ DE SU CUARTO Y SUCEDIÓ LO QUE DICE EL VERSÍCULO VEINTE.
 MUCHAS VECES TODOS HEMOS ESTADO EN ALGUNA SITUACIÓN DE PECADO, DONDE FINALMENTE HEMOS PECADO CONTRA DIOS, EL PROBLEMA ES QUE AL FALLARLE A DIOS LO RECONOCEMOS, PERO EN ESE MOMENTO NOS EMPEZAMOS A SENTIR LO PEOR, QUE NO MERECEMOS EL PERDÓN DE DIOS, O COMO ALGUNOS DICEN, QUE NO SE SIENTEN DIGNOS NI SIQUIERA DE ENTRAR A LA IGLESIA NI DE CLAMAR A DIOS PARA QUE LOS PERDONE.
PERO LA MANERA EN QUE DEBEMOS ACTUAR ES COMO DAVID LO HIZO. ÉL PECÓ, LE FALLÓ A DIOS, PERO ÉL ACEPTÓ Y RECONOCIÓ SU PECADO, Y ENFRENTÓ LAS CONSECUENCIAS; AUN CUANDO YA SABÍA QUE SU HIJO MORIRÍA, ÉL CLAMÓ AL SEÑOR POR SU VIDA, Y AUNQUE FINALMENTE SU HIJO MURIÓ, ÉL NO SE DESANIMÓ, ENFRENTÓ LO QUE PASÓ, Y LO MÁS INCREÍBLE Y LO QUE QUIERO RESALTAR, ES QUE NI EN ESE MOMENTO TAN DOLOROSO, Y TAL VEZ SON SENTIMIENTOS DE CULPABILIDAD, ÉL DEJÓ DE ADORAR A DIOS. AUN ÉL SE LEVANTÓ Y LE ENTREGÓ TODA SU ADORACIÓN A DIOS.
 JUAN 4:23-24 MAS LA HORA VIENE, Y AHORA ES, CUANDO LOS VERDADEROS ADORADORES ADORARÁN AL PADRE EN ESPÍRITU Y EN VERDAD; PORQUE TAMBIÉN EL PADRE TALES ADORADORES BUSCA QUE LE ADOREN. 24DIOS ES ESPÍRITU; Y LOS QUE LE ADORAN, EN ESPÍRITU Y EN VERDAD ES NECESARIO QUE ADOREN.
EN ESTOS VERSÍCULOS NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO NOS DICE QUE LO QUE EL PADRE BUSCA SON VERDADEROS ADORADORES, Y QUE LO ADOREN EN ESPÍRITU Y EN VERDAD, SE REFIERE AL CORAZÓN, QUE LO ADOREMOS CON TODO NUESTRO CORAZÓN, CON TODO LO QUE SOMOS, EN TODO MOMENTO Y EN TODO LUGAR. QUE LO ADOREMOS TAMBIÉN EN NUESTRA VIDA, EN NUESTRAS ACCIONES, CON LO QUE DECIMOS Y AUN CON LO QUE PENSAMOS, PERO CREO QUE LO PRINCIPAL ES ADORARLO CON NUESTRO CORAZÓN Y CON NUESTRAS OBRAS. ESA ES LA MEJOR MANERA DE ADORARLO Y LA QUE A DIOS MÁS LE IMPORTA.

 EL ADORAR A DIOS NO SOLO ES CANTARLE, ARRODILLARTE ANTE ÉL, RECONOCERLO Y EXALTARLO; EL ADORARLE ES UN TODO, TIENE QUE VER DESDE LO QUE HACEMOS CADA MOMENTO EN NUESTRA VIDA, CADA PALABRA QUE DECIMOS, TODO LO QUE PENSAMOS Y SENTIMOS, HASTA EL LLEGAR A ADORARLO Y DECLARAR LO QUE SENTIMOS POR ÉL Y LO QUE ÉL ES PARA NOSOTROS; CANTARLE CON TODO NUESTRO SER SIN IMPORTAR LA SITUACIÓN EN LA QUE ESTEMOS, YA SEA BUENA O MALA, Y ASÍ LLEGAR A SU PRESENCIA ADORÁNDOLO.

martes, 30 de mayo de 2017

EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO

"¿QUÉ ES EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO?"

El bautismo del Espíritu Santo puede ser definido como la obra mediante la cual el Espíritu de Dios coloca al creyente, al momento de la salvación, en unión con Cristo y en unión con otros creyentes en el Cuerpo de Cristo. 1 Corintios 12:12-13 y Romanos 6:1-4 son los pasajes centrales en la
Biblia donde encontramos esta doctrina. 1 Corintios 12:13 dice, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” Romanos 6:1-4 dice: “¿Qué pues diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Aunque Romanos 6 no menciona específicamente el Espíritu de Dios, sí describe a los creyentes posicionalmente delante de Dios y 1 Corintios 12 nos dice cómo sucede esto. Son necesarios tres factores para buscar lo que nos ayude a concretar nuestra comprensión del bautismo del Espíritu. Primero, 1 Corintios 12:13 dice claramente que todos hemos sido bautizados, así como también se nos dio a beber de un mismo Espíritu (la morada del Espíritu). Segundo, en ninguna parte de la Escritura se exhorta a los creyentes a ser bautizados con / en / por el Espíritu. Esto indica que todos los creyentes han experimentado este ministerio. Por último, Efesios 4:5 parece referirse al bautismo del Espíritu. Si este es el caso, el bautismo del Espíritu es una realidad en cada creyente, al igual que lo son “una fe” y “un Padre.” En conclusión, el bautismo del Espíritu Santo hace dos cosas, (1) nos une al Cuerpo de Cristo, y (2) realiza nuestra co-crucifixión con Cristo. El estar en Su cuerpo significa que somos resucitados con Él a una vida nueva (Romanos 6:4). Debemos entonces ejercitar nuestros dones espirituales para mantener funcionando ese cuerpo apropiadamente como se nos dice en el contexto de 1 Corintios 12:13. El experimentar el bautismo de un mismo Espíritu sirve como base para guardar la unidad en la iglesia, como está en el contexto de Efesios 4:5. Estando asociados con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección a través del bautismo del Espíritu, establece las bases para estar conscientes de nuestra separación del poder perseverante del pecado y nuestro caminar en una vida nueva (Romanos 6:1-10, Colosenses 2:

"¿ES NECESARIO EL BAUTISMO PARA LA SALVACIÓN?


LA REGENERACIÓN BAUTISMAL ES LA CREENCIA DE QUE UNA PERSONA DEBE SER BAUTIZADA PARA SER SALVA.Nuestro argumento es que el bautismo es un paso importante de obediencia para un cristiano, pero rechazamos firmemente que se requiera el bautismo para la salvación. Creemos firmemente que todos y cada cristiano debe ser bautizado en agua por inmersión. El bautismo ilustra la identificación del creyente con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Romanos 6:3-4 declara, “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” La acción de ser sumergido en el agua, ilustra el ser sepultado con Cristo. La acción de salir del agua, ilustra la resurrección de Cristo.

Cualquier cosa que se añada a la fe en Jesucristo como requerimiento para la salvación, es una salvación basada en obras. El añadir CUALQUIER COSA al Evangelio, es decir que la muerte de Jesús en la cruz no fue suficiente para comprar nuestra salvación. El decir que debemos ser bautizados para ser salvos, es decir que debemos añadir nuestras propias buenas obras y obediencia a la muerte de Cristo, a fin de hacerlo suficiente para la salvación. Sólo la muerte de Jesús pagó por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21). El pago de Jesús por nuestros pecados es adjudicado a nuestra “cuenta” únicamente por la fe (Juan 3:16; Hechos 16:31; Efesios 2:8-9). Por lo tanto, el bautismo es un paso importante de obediencia después de la salvación, pero no puede ser un requerimiento para la salvación.

Sí, hay algunos versos que parecen indicar que el bautismo es un requerimiento necesario para la salvación. Sin embargo, puesto que la Biblia nos dice tan claramente que la salvación se recibe sólo por la fe (Juan 3:16; Efesios 2:8-9; Tito 3:5), debe haber una interpretación diferente de esos versos. La Escritura no contradice la Escritura. En los tiempos bíblicos, una persona que se convertía de una religión a otra, con frecuencia era bautizada para identificar su conversión. El bautismo era el medio por el que se hacía pública una decisión. Aquellos que rehusaban ser bautizados se decía que ellos realmente no habían creído. Así que, en la mente de los apóstoles y los primeros discípulos, la idea de un creyente no bautizado era inaudita. Cuando una persona declaraba creer en Cristo, y sin embargo se avergonzaba de proclamar su fe en público, indicaba que no tenía una fe verdadera.
Si el bautismo fuera necesario para la salvación, ¿por qué habría dicho Pablo, “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,” (1 Corintios 1:14)? ¿Por qué habría dicho, “PUES NO ME ENVIÓ CRISTO A BAUTIZAR, SINO A PREDICAR EL EVANGELIO; NO CON SABIDURÍA DE PALABRAS, PARA QUE NO SE HAGA VANA LA CRUZ DE CRISTO.” (1 CORINTIOS 1:17)? Es posible, que en este pasaje, Pablo estuviera argumentando contra las divisiones que plagaban la iglesia de Corinto. Sin embargo, ¿cómo era posible que Pablo dijera, “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado...” o “Pues no me envió Cristo a bautizar...” si el bautismo fuera necesario para la salvación? Si el bautismo es necesario para la salvación, Pablo habría dicho literalmente, “Doy gracias de que ustedes no fueron salvados...” y “Porque Cristo no me envió para salvar...” Esa habría sido una declaración increíblemente ridícula por parte de Pablo. Más aún, cuando Pablo da un resumen detallado de lo que él considera el Evangelio (1 Corintios 15:1-8), ¿por qué se omite de mencionar el bautismo? Si el bautismo es un requerimiento para la salvación ¿cómo puede cualquier presentación del Evangelio dejar de mencionarlo?


La regeneración bautismal no es un concepto bíblico. El bautismo no salva del pecado, sino de una mala conciencia. Pedro enseña claramente que el bautismo no era un acto ceremonial de purificación física, SINO LA PRUEBA DE UNA BUENA CONCIENCIA HACIA DIOS. El bautismo es el símbolo de lo que ya ha ocurrido en el corazón y la vida de uno que ha confiado en Cristo como Salvador (ver Romanos 6:3-5; Gálatas 3:27; Colosenses 2:12). Para dejar perfectamente clara la fuente de la salvación, Pedro añade, “...por la resurrección de Jesucristo...” (ver 1 Pedro 1:3). El bautismo es un paso importante de obediencia que debe realizar cada cristiano. El bautismo no puede ser un requerimiento para la salvación. El considerarlo así, es un ataque a la suficiencia de la muerte y resurrección de Jesucristo.

¿CÓMO SABER SI TENEMOS EL ESPÍRITU SANTO?


 El Espíritu Santo es uno de los dones más maravillosos de Dios. ¿Cómo puede un cristiano estar seguro de tener el Espíritu Santo? ¿Cómo saber si tenemos el Espíritu santo? En lugar de apagar el fuego del Espíritu, Pablo nos anima a que “avivemos el fuego del don de Dios que está en nosotros” Uno de los grandes dones de Dios es el Espíritu Santo, y por medio de él Dios nos da muchos otros dones maravillosos. El Espíritu Santo le da al cristiano el poder y entendimiento espiritual que hacen posible que nos parezcamos más a Dios y eventualmente podamos heredar la vida eterna. Debido a esto, es muy importante saber cómo se puede recibir el Espíritu Santo, cómo podemos avivarlo y si realmente lo tenemos.

¿CÓMO SE RECIBE EL ESPÍRITU SANTO, SEGÚN LA BIBLIA?Jesucristo dijo a sus discípulos que recibirían el Espíritu Santo después de su muerte. En el día de Pentecostés, la Iglesia de Dios comenzó con grandes milagros y Pedro, inspirado por Dios, describió las condiciones para recibir el Espíritu Santo:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
Otras Escrituras explican que, generalmente, una persona creyente recibe el Espíritu Santo a través de la imposición de manos de un ministro verdadero, después de haberse arrepentido y bautizado (Hechos 8:14-17).

LOS REQUISITOS QUE DIOS NOS PIDE PARA PODER RECIBIR SU ESPÍRITU SON EL ARREPENTIMIENTO, LA FE, EL BAUTISMO Y LA IMPOSICIÓN DE MANOS. POR LO TANTO, SI UNA PERSONA NO HA SEGUIDO ESTOS PASOS NO PUEDE TENER EL ESPÍRITU SANTO DENTRO DE SÍ.
¿CÓMO EVITAR QUE EL ESPÍRITU SE APAGUE, SEGÚN LA BIBLIA?
En su apasionada súplica de arrepentimiento, David le ruega a Dios “no quites de mí tu santo Espíritu” (Salmos 51:11). Él sabía que si no se arrepentía continuamente de sus pecados y no buscaba a Dios constantemente, estaría en peligro de cometer el pecado imperdonable, pues Dios no perdona a quien no se arrepiente.
Pablo también advirtió al pueblo de Dios sobre el peligro de afligir, descuidar o apagar el Espíritu Santo (Efesios 4:30; Timoteo 4:14; 1 Tesalonicenses 5:19).
Para evitar que suceda esto, un cristiano, debería hacer lo opuesto a estas cosas. En lugar de afligir al Espíritu, deberíamos PEDÍRSELO A DIOS DIARIAMENTE, dejarnos guiar por dicho Espíritu y “sembrar” para éste (Efesios 1:17-18; Gálatas 5:16; 6:7-8).
En vez de apagar la llama del Espíritu Santo, deberíamos seguir el consejo del apóstol Pablo cuando dice “te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:6-7).
¿CÓMO SE MANIFIESTA EL ESPÍRITU SANTO EN NOSOTROS?
En la Biblia se describen varias cosas que el Espíritu Santo nos permite hacer. Tal como lo expresa el apóstol Pablo, el Espíritu nos permite entender cosas espirituales que serían incomprensibles para un ser humano sin tenerlo dentro de sí (1 Corintios 2:10-14). A TRAVÉS DE LA ORACIÓN Y EL ESTUDIO DE LA BIBLIA, EL ESPÍRITU SANTO NOS AYUDA A CRECER EN EL ENTENDIMIENTO DEL PLAN DE DIOS Y DE NUESTRO PAPEL EN DICHO PLAN. ADEMÁS, EL ESPÍRITU ESCRIBE LA LEY DE DIOS EN NUESTRO CORAZÓN Y EN NUESTRA MENTE, AYUDÁNDONOS A VIVIR SEGÚN LA VOLUNTAD DE DIOS Y A PENSAR COMO ÉL PIENSA (HEBREOS 8:10). NOS PERMITE TRANSFORMAR O CAMBIAR NUESTRA MENTE (ROMANOS 12:2).
JESUCRISTO DIJO QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS SERÍA DE GRAN AYUDA Y NOS GUIARÍA (Juan 14:16; 26; 16:13). Una de las evidencias más importantes es que “…el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones” (Romanos 5:5). El amor divino está descrito con más detalle en 1 Corintios 13:4-8. Aunque a todos nos falta mucho, un cristiano debería notar el progreso de este fruto en su vida. En Gálatas 5:22-23, el apóstol Pablo nombra otras importantes manifestaciones del fruto del Espíritu Santo: “MAS EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES AMOR, GOZO, PAZ, PACIENCIA, BENIGNIDAD, BONDAD, FE, MANSEDUMBRE, TEMPLANZA; CONTRA TALES COSAS NO HAY LEY”. Por consiguiente, los cristianos se deben examinar para ver si se está manifestando dicho fruto en ellos, y PEDIRLE A DIOS CONSTANTEMENTE QUE LES CONCEDA MISERICORDIOSAMENTE SU ESPÍRITU PARA CRECER MÁS Y MÁS.

Dios tiene un plan para nosotros. Nuestra parte en dicho plan consiste en arrepentirnos, bautizarnos y recibir el Espíritu Santo, el cual transformará nuestra mente para que seamos cada vez más semejantes a Dios. Al orar, someternos y avivar el Espíritu, veremos el crecimiento espiritual que demuestra que el Espíritu Santo sí está obrando en nosotros.

DIOS ME HA ELEGIDO

JESÚS LLAMO A DOCE HOMBRES IGNORANTES, INCRÉDULOS, MIEDOSOS, DEBILES E INCAPACES.LOS LLAMO CON UN PROPÓSITO ESPECÍFICO:ANUNCIAR EL EVANGELIO EN MEDIO DE UN CONTEXTO DIFÍCIL Y PELIGROSO

Este llamado está registrado en los Evangelios de manera clara y sin ambigüedades. He aquí un ejemplo: Después subió al monte, y llamo a si a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios. Marcos 3:13-15.
Humanamente hablando, estos hombres eran los menos indicados para el desempeño de tal misión. No reunían ni el más insignificante requisito. Su curriculum estaba por el suelo. No calificaban. VEMOS ENTONCES QUE EL SEÑOR NO LOS LLAMO POR SUS CAPACIDADES O VIRTUDES, SINO SIMPLEMENTE PORQUE EL ASI LO QUISO. Fue el mismo quien los estableció y los envió. Lo anterior me recuerda lo escrito por el apóstol PABLO a los cristianos de Corinto:

Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió JEHOVA ÚNICO DIOS EXISTENTE Y VIVIENTE, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió DIOS, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió DIOS, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por el estáis vosotros en CRISTO JESÚS, el cual nos ha sido hecho por DIOS sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloria, gloríes en el Señor. 1 Corintios 1:26-31
DE IGUAL MANERA, AHORA EN ESTE TIEMPO, DIOS TE HA ESCOGIDO A TI, PESE A TODAS TUS LIMITANTES, DIOS NO SE HA FIJADO NI EN TU IGNORANCIA, NI EN TU INCREDULIDAD, NI EN TU DEBILIDAD O EN TUS INCAPACIDADES DIVERSAS, LO QUE DIOS HA VISTO EN TI, ES QUE ERES MATERIA DISPUESTA PARA CUMPLIR EN TI Y POR MEDIO DE TI, SUS PROPÓSITOS, DIOS CONOCE TU DISPOSICIÓN AUNQUE CONTINUAMENTE LE FALLES, ASI COMO TE PUDO HABER SUCEDIDO RECIENTEMENTE, ES POSIBLE QUE TE CONSIDERES LA PERSONA MENOS INDICADA PARA LLEVAR A CABO LO QUE DIOS QUIERE QUE HAGAS, TÚ SABES QUE NO REÚNES NI EL MÁS MÍNIMO REQUISITO, SIN EMBARGO: ENTIENDE QUE DIOS NO ESTÁ LLAMANDO POR TUS VIRTUDES O CAPACIDADES, SINO QUE LO HA HECHO PORQUE ASÍ LO HA QUERIDO, TAMPOCO TE EXTRAÑES QUE LAS PERSONAS CERCANAS A TI, TE DESMOTIVEN SACÁNDOTE A LUZ TUS DEFECTOS, NO PONGAS ATENCIÓN A LO QUE ELLOS TE DIGAN, SINO A LA OPINIÓN QUE DIOS TIENE DE TI, ERES DE LAS POCAS PERSONAS PRIVILEGIADAS A LAS QUE DIOS LES HA CONCEDIDO ESE HONOR DE SER SUS CERCANOS COLABORADORES, QUE GRAN PRIVILEGIO...!!! ¿POR QUÉ CONTIGO? NO LO SÉ. ES NECESARIO QUE RENUNCIES HOY A TUS PLANES Y PROYECTOS PERSONALES, PARA QUE TE ENFOQUES EN CUMPLIR FIELMENTE CON EL ENCARGO QUE DIOS TE HA ASIGNADO PARA ESTOS TIEMPOS TAN DIFÍCILES Y PELIGROSOS. CRISTO MISMO TE ESTÁ DELEGANDO SU MISIÓN. ÉL QUIERE QUE LA CONTINÚES ALLÍ DONDE TE HA ENVIADO, EN MEDIO DE ESAS PERSONAS TAN DIFÍCILES Y DESMOTIVADORAS, NO TE PREOCUPES POR LO QUE PUEDA VENIR O POR LO QUE PUEDAS ENFRENTAR, PUES SIEMPRE TENDRÁS LA ASISTENCIA OPORTUNA DE DIOS EN TODO MOMENTO. ESTA PALABRA ES PARA TI. LELA CON ATENCIÓN:
Mi siervo eres tu; te escogí, y no te deseche. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu DIOS que te esfuerzo; siempre te ayudare, siempre te sustentare con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscaras a los que tienen contienda contigo, y no los hallaras; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu DIOS, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
ISAIAS 41:10-13
También ten mucho cuidado con las influencias externas que continuamente te están bombardeando, pues representan un grave peligro que te hacen perder la NOCION de lo que has venido hacer a la tierra. Obviamente que necesitas la AYUDA SOBRENATURAL del Espíritu Santo para hacer lo que DIOS te está demandando, por esa razón es necesario que continuamente dependas de su asistencia. No olvides que el éxito de los apóstoles dependió de la acción constante del Espíritu Santo sobre ellos. Eso fue lo que les permitió ser testigos hasta lo último de la tierra, pese a la oposición constante que encontraron. Es importante que busques la llenura del Espíritu, por medio de la oracion continua, para que se cumpla en ti la promesa hecha a los apóstoles: Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8. ¿Te sientes sin fe? ¿Sientes una incredulidad profunda que no te permite dar ese paso que DIOS te está pidiendo? ¿Te sientes tan ignorante ante la revelación bíblica? Recuerda que los apóstoles también lo eran, pero recibieron la iluminación sobrenatural del Espíritu Santo para discernirla y proclamarla. ¿Sientes un miedo angustiante ante las circunstancias tan peligrosas que ahora se están dando en tu entorno? ¿Sientes que se respiran amenazas ante lo que estás haciendo por El Señor? ¿Te sientes muy débil ante las tentaciones que a diario se te presentan? ¿No puedes más con tus tendencias pecaminosas que continuamente te acosan? ¿Te sientes egoísta e indiferente ante las necesidades de los demás? ¿Egoísta e indiferente ante las necesidades de aquellas personas a las que Dios te está enviando? EN OTRAS PALABRAS: ¿TE SIENTES INCAPAZ PARA TODO? GRACIAS A DIOS QUE ASÍ LO ES, PUES ESTO TE INDICA QUE NECESITAS DEL PODER SOBRENATURAL DEL ESPIRITU SANTO OBRANDO EN TU INTERIOR. YA VISTE QUE NO SE PUEDE DE OTRA MANERA. DEJA QUE SEA EL PODER SOBRENATURAL DEL ESPÍRITU SANTO QUIEN HAGA LA OBRA PERFECTA EN TI. SERA EL QUIEN TE DARÁ LA CONVICCION FIRME EN LA REVELACIÓN BÍBLICA Y LA SABIDURIA PARA DISCERNIRLA.
Sera el quien te dará VALOR ante las circunstancias difíciles o amenazantes que se te presenten. Sera el quien te dará la FUERZA para que puedas enfrentar cualquier tipo de tentación que se te presente. Sera el quien SENSIBILICE tu corazón ante las necesidades diversas de las personas que te rodean, que por cierto, tu sabes de quienes se trata. Sera el quien te dará la CAPACIDAD para hacer más allá de tus límites.
No lo olvides hoy, DIOS te ha escogido a ti. ES NECESARIO QUE RENUNCIES A TI, TE ABANDONES BAJO SU PODER SOBRENATURAL Y HAGAS LO QUE TE CORRESPONDE EN DONDE ESTAS AHORA.
No hay excusa para decir que no puedes, DIOS hará el resto.

José Alfredo Lievano

lunes, 22 de mayo de 2017

AMARAS A JEHOVA ÚNICO DIOS VIVIENTE Y EXISTENTE, SOBRE TODAS LAS COSAS


HE ESTADO OBSERVANDO DETENIDAMENTE UNA CLAVE, QUE TIENE QUE VER CON EL MOTIVO DE TANTA AFLICCIÓN, AMARGURA, DEPRESIÓN Y DESESPERACIÓN EN ALGUNAS PERSONAS; INCLUYO ESPECIALMENTE A LOS CRISTIANOS QUE VIVEN FRUSTRACIONES Y ESCASEZ DE LOGROS EN LA VIDA.

Dios me ha estado guiando a entender que se debe al hecho de que no saben elegir prioridades. Tanto la gente del mundo como la de la iglesia, tiene problemas para ordenar, dividir y discernir entre las cosas importantes y las menos importantes.
Cuando las personas se consagran y dedican su tiempo, sus emociones, su fuerza y su dinero, a lo que no es importante, el resultado es frustración, amargura, tristeza e impotencia. Pero hay una respuesta simple y es que debemos saber cuáles son las cosas importantes en nuestras vidas. ¿Qué es lo importante y qué es lo secundario? ¡Lamentablemente hay una cantidad de personas que se dedican a lo secundario!

un joven de 22 años que conoció el evangelio cuando era un niño; llegó a la iglesia con un cáncer que le estaba robando la vida, estaba casi destruido. ¡Oramos por él y el cáncer desapareció! Este chico se fue sano, PERO NUNCA MÁS VOLVIÓ A LA IGLESIA, NUNCA MÁS LE DIO LA PRIORIDAD A DIOS, Y AHORA VOLVIÓ CON EL CÁNCER DISEMINADO POR TODO EL CUERPO. Le pregunté: “¿Quieres que Dios te sane?” “Si”, me contestó. Le pregunté luego: “¿Tú mereces que Dios te sane?” “Si”, dice él. Para hacérsela suave le dije: “Ni vos ni yo merecemos que Dios nos conceda ese favor. Pero oramos apelando a su gracia y a su misericordia”. Qué duro es que una persona reciba una sanidad de parte de Dios, tan evidente y no tenga dos dedos de frente para darle la prioridad a Dios en su vida, y decirle: “Aquí estoy, ¡tú eres mi prioridad para toda mi vida!”
También, recientemente una hermana que se casó con un hombre que tiene serios problemas mentales. Esta hermana, habiendo conocido a Dios en nuestra iglesia, se fue a la iglesia “Pare de sufrir”, donde le revelaron que tenía que casarse con ese hombre. ¡Hay algunas cosas para las que no necesitamos revelación! Por ejemplo, yo sé que no hay que mentir y no necesito que venga un ángel del cielo y me diga: “No mentirás”. Le dije que si me hubiera preguntado, y no necesito revelación para esos casos, le hubiera dicho que no se case con ese hombre. Y ella me dice: “Pastor, yo sabía que usted me hubiera dicho que no”. ¡Pero igual se fue a pedir revelación a otro lado! La gente no sabe dónde está la voluntad de Dios, y está muy ocupada en cosas que no son su voluntad.
PROBLEMAS ETERNOS VS. PROBLEMAS TEMPORALES
 Dios me ha dado una estrategia para compartir con ustedes. Lo primero es hacer una lista de todos tus problemas y preocupaciones temporales; ellas son las momentáneas y pasajeras. Y lo segundo, debemos hacer una lista de nuestras ocupaciones eternas, de aquello que tiene que ver con lo invisible, como dice el apóstol Pablo en 2ª Corintios 4:18: “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (Versión La Biblia Textual).
Si observamos las oraciones de los creyentes, advertimos que son peticiones por trabajo, sanidad, bendición, pagar las deudas, tener para comer, entre otras. ¡La ocupación del común de la gente es lo temporal! Cuando te ocupas de lo temporal, quedas atrapado en lo temporal. Muchos creyentes no saben cuál es la voluntad de Dios para su vida, se quedan mirando y dicen: “Bueno… cuidar a mi familia”; otros dicen: “¡Que me porte bien y haga todo el bien que pueda!” “Servir a Cristo”, dicen otros, y creen que zafaron. Pero cuando les pregunto: “Pero, ¿servir a Cristo en qué?” ¡Ahí empiezan a dudar! O sea que de la lista de los asuntos invisibles y eternos no sabemos mucho, pero después lloramos reclamándole a Dios por qué no nos pagó la deuda por la que le pedimos. “Pastor, Dios no me escucha, le he pedido de mil maneras que me pague la deuda, hasta ayuné. ¿Qué hago?” Si Dios no te ha dicho qué hacer, ¿qué quieres que te diga yo? Si te dedicas primero a los amigos, perderás tu familia. Quizás le has dado todo a tu hijo pero no le has dado un padre y un amigo, entonces él te rechaza y no quiere hablar contigo. Quizás crees que has sido un padre ejemplar porque le has dado todo, ¡pero él ha tenido que salir a buscar padre! ¡Tuvo que hacerse amigo de la gente de la calle porque necesitaba un modelo y no lo encontró en ti! Cambiar las prioridades produce trastorno y frustración. Tú crees que comer es importante, pero no lo es; la comida es temporal, ¡va directo a las cloacas! ¡Tu preocupación no debe ser la comida! Lo que normalmente te aflige, no te debiera afligir, porque es temporal; sólo lo eterno te llena de fe, esperanza y paz. Tu cónyuge también es temporal, en la eternidad ya no estarás casado.
Atendí a una persona angustiadísima porque se le han pasado los años y sus hijos no están en la iglesia, se le han ido al mundo. Le pregunté: “¿Qué hiciste de tu vida?” Me respondió: “Es que yo me sujeté a mi esposo y dejé de venir a la iglesia porque él me lo prohibió”. Le contesté: “¡Te quedaste en tu casa y perdiste a tus hijos! ¡Estás lejos de Dios, estás débil y te cuesta orar!” No conocer las prioridades es perder la vida. Evidentemente tu esposo no es importante, en relación a lo verdaderamente importante. No es que estoy en contra de la familia, sino que me estoy refiriendo a aquellos que tienen como excusa la familia, para no hacer la voluntad de Dios, y por lo tanto desconocen el propósito de Dios para sus vidas. He escuchado a padres decir: “Mi hijo es tan inquieto… y como no lo puedo mantener un minuto quieto en la iglesia, ¡no vengo!” ¿Le das prioridad a tu hijo y te alejas de la iglesia, alejándote también de Cristo? Pastor, dice la Biblia: “Dios primero, la familia en segundo lugar y después el servicio”. ¿Dónde está ese pasaje de la Biblia? Yo encontré otra cosa en Mateo capítulo 12, versículo 46 y siguientes: “Mientras El aún estaba hablando a las multitudes, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera y procuraban hablarle. Y alguien le dijo: Mira, tu madre (que no era cualquiera, era la virgen María o sea la ex virgen María) y tus hermanos están fuera y procuran hablar contigo. Pero El, respondiendo al que le hablaba, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo sus manos sobre sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo el que haga la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, y hermana, y madre” (Versión La Biblia Textual)
Entonces, ¿cuál es la prioridad? Según Cristo, la prioridad de tu vida en cuanto a familia, son los que hacen la voluntad del Padre Celestial. ¿O será que eso era para él nomás? Sus discípulos le preguntaron: “He aquí, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué pues tendremos? (Mateo 19:27, Versión La Biblia Textual). Pedro dejó su barca, no es que dejó la esposa, sino que le dio prioridad al llamado de Dios. En la biblia, primero es Dios, y segundo es su voluntad, es decir, el servicio. La idea de que primero es Dios, después la familia y después el servicio, se inventó en una materia ética cristiana. Pero ojo, pues están aquellos que ponen como excusa el servicio, porque detestan la familia. ¡Esta clase de gente también tiene las prioridades dadas vuelta! El punto es que Jesucristo dijo: “Buscad, pues, primeramente el reino y la justicia de El, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33, Versión La Biblia Textual).
Quizás estás diez años angustiado y llorando, has dejado de servir a Dios porque tu marido te dejó y dices: “Si mi marido no vuelve, no puedo servir a Dios”. Pero yo te digo que si sirvieras a Dios, ¡Él te hubiera devuelto a tu marido! ¡Busca primero el reino de Dios y su justicia y las demás cosas te vendrán por añadidura! Dios traerá tu marido y lo pondrá humillado a tu lado, por haber oído a Dios y por haberle obedecido. Ni las deudas, ni el trabajo, ni el dinero, nada debe ser una prioridad que te quite las ganas de servir a Dios. ¡Debes renunciar a lo secundario y consagrarte a lo primario! Haz una lista de todo lo que es temporal y otra lista de todo lo que es eterno, y empieza a tildar qué es importante y qué no es importante. Cuando llegues al cielo, no te van a preguntar: “¿Qué te impidió servir a Dios?” Lo único que te va a salvar es si hiciste la voluntad de Dios o no. Muchos dirán, “Señor, Señor…” pero no todos entrarán en el reino de los cielos, porque solamente irán los que hacen la voluntad de Dios. ¡La voluntad de Dios es esencial! ¿Le diste de comer a los necesitados? “¡Ah, no…! Es que tenía tanto trabajo con mi hijo que estaba en la universidad… ¡mi marido era exigente! Le tenía que lavar la ropa, hacerle el desayuno a la mañana y la cena a la noche, porque si no, se enojaba”. Y Dios te va a decir: “¡Yo estoy enojado ahora! ¿Cómo vas a poner por excusa a tu familia para no servir a Dios?”

DIOS NECESITA GENTE DISPUESTA
 ¿De qué gente se vale Dios? ¿A qué gente va a respaldar y ungir para hacer su obra, sus milagros y hacer para la conquista que El está queriendo realizar en el planeta Tierra? ¿A quién Dios va a usar? ¿A una persona que tiene todo el tiempo ocupado en las añadiduras? La repuesta es: ¡No! Vivir para las añadiduras es peligroso, porque significa que estás despreciando las prioridades de Dios, por lo tanto estás despreciando a Dios mismo. Si eres alguien que a la hora de llenar las prioridades eternas, no sabes qué poner, si no sabes qué dones tienes, te aseguro que tienes un problema extraordinario. Me tiene sorprendido cuando pregunto a algún creyente qué dones tiene y dice que está orando; le pregunto: ¿Cuánto hace que estás orando? “Diez años”, me contesta. ¡Es que no estamos entendiendo cuáles son las prioridades de Dios!
Dios tenía con Abraham un plan extraordinario y lo primero que le dijo fue: “Vete de tu tierra, y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1, Versión La Biblia Textual). Pasaron los años y Abraham no tenía parentela; el único pariente que había venido con él se llamaba Lot, que se había apartado de él yéndose a vivir a Sodoma y Gomorra. No tenía hijos, sólo siervos en su casa. Dios lo había bendecido y prosperado porque había sido obediente, tenía de todo, pero no tenía descendencia. ¡El anhelaba tener descendencia, pero su esposa era estéril! Y Dios atendió a la angustia y al clamor de Abraham y le dijo: “Te daré descendencia de tu esposa Sara”. ¡Y Abraham ya de cien años y Sara su mujer de casi noventa, tuvieron un hijo! ¿Sabes lo qué es tener un hijo a los cien años no habiendo tenido ninguno en toda la vida? Dice la Biblia que Abraham amó a ese hijo; ese niño no vino por cualquier capricho, sino por la promesa de Dios. ¡Dios se lo prometió y se lo dio! Y pasado el tiempo, Dios llama a Abraham y le dice: “Toma ahora a tu hijo, tu único, a Isaac, a quien amas, y ve a tierra de Moriah, y tú mismo sacrifícalo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré”. (Génesis 22:2, Versión La Biblia Textual). La tierra de Moriah estaba a tres días. Dice la palabra de Dios que Abraham salió de inmediato rumbo a la tierra de Moriah, no lo pensó un instante, como hacen algunos, por ejemplo, una chica que recientemente me dijo: “Ahh… pastor sabe que me gusta este chico, ¿usted qué dice?” Le respondí: “¡No te metas!” “Bueno pastor, gracias, voy a ayunar y a orar”. La encontré unos días después y le pregunté cómo andaba. “Mal pastor”, me dice, “es que no lo he visto en quince días, no me responde. Nos hablamos dos veces por día, de mañana y de noche”. “¿Pero no te he dicho que lo dejes?” “¡No puedo! ¡Es que lo amo! ¿Acaso Dios se va a oponer a este amor? Yo voy a orar y a ayunar por él y Dios lo va a cambiar”. Si lo piensas, ¡pierdes!
Estuve también atendiendo a una joven que cantaba y danzaba en la iglesia y se alejó de Dios. Entonces la aconsejé y le dije, haz esto y esto. Me dijo: “¿Y mi hija y mi casa?” La casa en la que está viviendo, no es de ellos, sino que entraron de intrusos, con el esposo que en realidad no es su esposo, sino el de muchas, y que en cuestión de años ha dejado embarazada a cada mujer con la que ha estado. Pero han arreglado la casa y ahora está muy linda, no pagan luz ni agua, vaya uno a saber a quién le están robando agua y luz. “¡Qué bendición!” dice la chica, “¿y cómo hago para no perder esta bendición?” “Hija”,  le digo, “ya no quiero hablar más nada, si quieres seguir haciendo tu voluntad, adelante. Me has venido a preguntar y yo te digo lo qué tienes que hacer”. ¡Es terrible no saber cuáles son las prioridades en la vida!
Dios llama a Abraham y le dice que tiene que sacrificar a su hijo; fueron tres días de camino con el niño y con dos criados hacia la tierra de Moriah, sin saber los planes que Dios tenía con él. En la tierra de Moriah Dios le mostraría un monte donde haría el altar. Dios ya tenía en mente que en esa tierra de Moriah el rey Salomón le iba a edificar un templo, mil años después. ¡Pero Abraham obedece a Dios! Me imagino a Abraham razonando: “Ya que lo vamos a matar, ¿por qué no apresuramos la cosa sin tener que estar tres días matándolo en mi mente, antes de llegar a esa tierra que tú me has dicho? ¿No habrá un rinconcito, alguna cueva, en que lo pueda matar a oscuras Dios mío? ¡Me estás partiendo el alma, amo al hijo que tú me has dado! ¿No es éste el hijo que tú me diste Señor?”
¿Cómo puede ser que un Dios que da un don, ahora pide el don? La gran enseñanza es: Dios es más grande y más importante que los dones que da. Dios te puede dar una esposa hermosa, y te la puede quitar, ¡tu esposa es temporal! Te da un esposo que es la luz de tus ojos, y te lo puede quitar para que El sea glorificado y honrado en todo y sea el primero siempre.
En el libro de Ezequiel capítulo 24, versículos 16 y 18,  Dios le dice al profeta: “Hijo de hombre, he aquí Yo te quito de golpe el deleite de tus ojos. No endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas. Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios, átate el turbante y ponte el calzado en tus pies, y no te cubras el labio ni comas pan de duelo. Hablé pues al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer…” (Versión La Biblia Textual).
Todo lo que ames desmedidamente, compite con tu relación y tu amor a Dios. Así que más vale que hoy le entregues a Dios todos esos amores a los cuales estás aferrado. He conocido cristianos que han dicho: “Yo a Dios no le perdonaría que me haga tal o cual cosa”. ¿Ahora el maíz se come a la gallina? ¿Es Dios el que te permite o tú quieres permitirle algo a él? ¿Has dado vuelta las prioridades? ¿Te has puesto en el lugar de Dios? La mujer del profeta Ezequiel estaba compitiendo con su relación con Dios, así que El dijo: ¡Me la llevo! ¡Las cosas eternas son cosas serias! ¿Por qué estamos aferrados a las añadiduras? Todas las añadiduras son temporales. Quizás digas, “pastor, pero si no comemos, nos morimos”. ¡Pero Dios dice que se encarga de esos temas! ¿Le crees a Dios o no? Si tú sirves a Dios, él que se encargará de darte de comer a ti y a tus hijos. Es más, te puedes morir ya mismo, que tu esposa y tus hijos van a seguir comiendo. Si tienes mucha angustia, mucha tristeza, amargura, soledad, si sientes que no te comprenden, es porque has puesto tu mirada en alguna cosa de aquí abajo. ¡Estás aferrado a lo de abajo, a lo temporal! Y lo temporal pasa, pero lo eterno queda. Por lo tanto, para el hombre, lo más importante debe ser Dios y su voluntad y propósito para con él. Tú que tanto te has preocupado por pagar las deudas, que tanto te has angustiado por tu hijo que está en las drogas, o tu hija que se ha escapado de casa, tú que tanto te has preocupado en esas cosas, debo decirte que tu prioridad debe ser dedicarte al plan de Dios, a su voluntad. ¡Por estar ocupado en esas cosas no conoces el propósito de Dios para tu vida! Debes arrepentirte y entregarle a Dios, hoy, tus amores. ¡No estorbes a Dios amando desmedidamente algo, o alguien! ¡Dale la prioridad al Señor en tu vida! Conságrate a El y renuncia a ti mismo. Arrepiéntete de tus planes, de tus ideas y de tus caminos, y ven a Dios, El te dará una vida abundante, una vida de poder, de gracia y de gloria.
En el camino el hijo le dijo: “Papá, tenemos el fuego, el cuchillo y la leña, ¿pero dónde está el cordero?” “Ahh Dios mío, ¿qué contestarle a ese hijo?” “¡Hijo, en el monte de Jehová, él se proveerá del cordero!” El niño siguió contento, aún no sabía que el padre lo iba a matar. Me imagino que en un momento, el padre le dice: “Hijo, no digas ni una palabra, no me quebrantes el corazón, por favor no llores”. Lo ata sobre el altar y levanta el cuchillo para degollar a su hijo. ¿Por qué hizo esto Abraham? ¡Porque Dios y el hacer su voluntad eran más importantes que su propio hijo! Y Abraham no estaba dispuesto a dejar de ser amigo de Dios, ni dejar de hacer su voluntad. Ni siquiera negoció con El, agachó su cabeza y fue a hacer lo que Dios le pidió.
Dios nos hace atravesar ese tipo de pruebas, como ocurrió con Abraham, porque en ellas es donde el creyente comienza a ordenar prioridades. Dios tiene que hacerte atravesar algo así para que entiendas qué es lo primero y qué es lo segundo. A algunos los lleva al borde de la muerte, y cuando salen, dicen: “¡Dios me ha cambiado la manera de ver las cosas!” Una pastora amiga, preciosa hermana querida, nos llamó hace unos meses y nos dijo que tenía un quiste en el ovario y debía ser intervenida. Cuando la operan, descubren que ese quiste era un cáncer maligno. Esta hermana ha predicado toda la vida que el cáncer no es para los hijos de Dios, sino que para ellos corresponde la sanidad. Ella decía, el cáncer no me va a tocar, ¡pero el cáncer la tocó! Mientras sufría el proceso de las terapias, observaba su iglesia, sus hermanos de la iglesia, las cosas que ella hacía, y comenzó a darse cuenta que sus prioridades estaban dadas vueltas. Recientemente me dijo: “Pastor, han cambiado tantas cosas… antes esperaba de la gente pero ahora no espero nada de más nadie. ¡Espero solamente en Dios! ¡Voy a hacer su obra! Nunca fue una mujer desubicada pero llegó a la conclusión que sí estaba desubicada, y dijo: “¡Voy a hacer lo que es importante!” Dije: “¡Gloria a Dios por el cáncer! ¡Allí estaba el propósito!” Cuando terminó el proceso tan duro de la terapia a la que fue sometida, la doctora le dice: “Señora, usted está sana. Olvídese que ha tenido cáncer”.
Estoy seguro que Abraham nunca más fue el mismo desde esa experiencia en que fue probado por Dios. ¡No te quepa la menor duda de que a Abraham le quedó bien afirmado cuáles eran sus prioridades! Me encanta lo que dice la Palabrade Dios, en Génesis 22:16: “…y dijo: Por Mí mismo he jurado, oráculo de YHVH: Por cuanto has hecho esto, y no has rehusado a tu hijo, tu único, ciertamente te bendeciré, y multiplicaré inmensamente tu descendencia, como las estrellas de los cielos y como la arena que hay en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos, y en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, en recompensa por obedecer mi voz” (Versión La Biblia Textual). Abraham le dio tal prioridad a Dios en su vida que El lo tomó por ejemplo y para que de su descendencia viniera Cristo, el Mesías. No dice “tus descendencias”, sino “tu descendencia”; se refiere a Cristo. ¡El Mesías poseerá las puertas de sus enemigos! Las ciudades poderosas de antes estaban rodeadas por muros protectores y las puertas eran lugares difíciles de entrada. El lugar más cuidado de la ciudad eran las puertas, pero cuando el enemigo era más fuerte y prevalecía, esas puertas eran quemadas y derribadas. Esta afirmación de Dios, quiere decir, “tu descendencia poseerá, conquistará ciudades, poseerá esas puertas”. También está afirmando aquí que Jesucristo derribaría las puertas del Hades y del infierno, las puertas de los enemigos de los hijos de los hombres. En una oportunidad Jesús preguntó a Pedro: “¿Quién dice la gente que yo soy?” Y el respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos”. (Mateo 16:19). Como Abraham fue, la iglesia es. Si Cristo es descendiente de Abraham, la iglesia también, si Cristo tiene la fe de Abraham, la iglesia también tiene la fe de Abraham, y si Cristo según la carne es hijo de Abraham, nosotros la iglesia somos hijos de Cristo e hijos de Abraham también. ¡Somos la familia de Dios! Dios tiene el mundo dividido en dos grandes grupos: Por un lado su familia y por otro lado los demás. La familia de Dios es la iglesia, es el cuerpo de Cristo, ¡somos los que poseeremos las puertas de nuestros enemigos! Con su familia, Dios desarrolla proyectos eternos; somos sacerdotes y príncipes, reinaremos juntamente con él en un reino eterno. Esos son los planes de Dios, que llevará a cabo con gente como Abraham. ¡Si no eres como Abraham, Dios no podrá hacer nada contigo! Cuando le des la prioridad absoluta a Dios en tu vida, El te concederá las mismas promesas que le dio a Abraham, porque ellas también son para nosotros. ¡Soy portador de las promesas de Abraham! ¡Mi descendencia es bendita, fuerte, poderosa y tomará las puertas del infierno!
Lo primero en nuestras vidas, debe ser el reino de Dios y su justicia. ¡Debo hacer lo que El quiere en mi vida! ¿Cómo vas a conocer la voluntad de Dios si estás ocupado haciendo tu propia voluntad? ¡Así Dios no puede tratar contigo! Tienes “la memoria de tu computadora llena”, no sirve ni resetearla. ¡Hay que formatearla! Debes renunciar a todo lo que tienes dentro. Si no haces del reino de los cielos la prioridad absoluta de tu vida, ¿cómo quieres el respaldo de Dios? ¿Cómo quieres que Dios conteste tus oraciones? Dios no puede operar con material viejo, con tus resentimientos y amarguras, cosas que tiene origen en tus prioridades.
CONCLUSIÓN
Tu problema son tus prioridades. No es tu papá ni tu mamá, son tus elecciones y decisiones. Hoy tienes que renunciar a ti mismo y entregarle a Dios tus cargas, tus ansiedades, temores y afanes. Tienes que renunciar a tus planes y decirle, Señor toma lo que tú quieras. ¿Podrá decirte Dios que no quiere para ti esa novia que tienes? ¡Claro que puede! ¡Y se la tienes que entregar a El! ¿Será que con ese novio estás haciendo planes para no servir a Dios, o servirlo pero no tanto? ¿Podrá Dios usar a tu esposo o tu esposa? ¿Le vas a dar permiso? Si Dios te está demandando ordenar tus prioridades, o renunciar a algo, no lo dudes, dale a Dios lo que él te pide ahora mismo. Dile a Dios que renuncias a aquello a lo que estás aferrado.

¡Oh, Señor, que puedas hacer con nosotros como hiciste con Abraham! ¡Vuelve a repetir la historia! Tú has prometido que la gloria postrera de esta casa será mayor que la primera. ¡Levanta hombres y mujeres como Abraham! Aquí está nuestra vida, renunciamos a nosotros mismos, a nuestros privilegios y derechos, renunciamos a nuestras familias y planes. Nos inclinamos delante de ti y te decimos, Señor, hágase tu voluntad, toma lo que quieras, es tuyo. Todo lo que soy y todo lo que tengo es para ti Señor. ¡Es para tu gloria! ¡Arranca de mí y destruye todo lo que te molesta! Toma el control de mi vida. ¡Te abro mi corazón! Estoy arrepentido de vivir como he vivido hasta ahora. ¡Quiero vivir como tú quieres! En el nombre de Jesús hacemos esta oración, amen