domingo, 31 de julio de 2016

¿QUÉ ES LA PROSPERIDAD EN CRISTO?


Veamos que dice la biblia: Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,  Ni estuvo en camino de pecadores,  Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia,  Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, 

Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae;  Y todo lo que hace,  prosperará. Salmo 1:1-3
En medio de tantas filosofías y corrientes en el mundo y aún tendencias dentro de las diferentes iglesias sobre la prosperidad tenemos una única luz en medio de tantas perspectivas: La Palabra de Dios. Algunos satanizan la prosperidad económica y otros, por el contrario han convertido a Dios en un simple medio para obtener la prosperidad. Sin embargo, la biblia SI habla de una prosperidad, la cual comprende mucho más que un simple intercambio de bienes y servicios.

He introducido este artículo con el Salmo 1 porque es imprescindible recordar, primero que todo, que Dios es nuestro único Dios y debe ser adorado por encima de todo lo que tenemos o deseemos tener. Cuando esto sucede entonces todo lo demás en nuestra vida porspera. La pregunta es: ¿Porqué? 1. LA HONRA "Yo honraré a los que me honran, pero los que me desprecian serán tenidos en poco." 1Samuel 2:30. En el original la palabra que se usa para honra se traduce textualmente como "peso": Se puede traducir al español como "respeto". Quiere decir que para que haya honra deberías poner en una balanza a Dios de un lado y del otro lado cualquier otra cosa que ames y debería pesarte mucho más Dios. En momentos de tentación es cuando Dios prueba tu nivel de honra, pues es en esos momentos donde pones a pruebas qué tanto te pesa Dios, ¿ES MUCHO MÁS VALIOSO DIOS PARA TÍ QUE ESA OPORTUNIDAD DE PECAR? Ahora, explicaré el principio de la honra por medio de los bienes materiales: "Honra al Señor con tus bienes Y con las primicias de todos tus frutos." Proverbios 3:9. Tu no eres el creador de las cosas que tienes, Dios te las dio. Y si tu entiendes que todo lo que tienes Dios te lo ha dado y si entiendes que solo eres un administrador de todo lo que Dios creó y te dió, entonces también entenderás que debes honrarlo a Él por medio de las cosas que Él te ha dado. Hay varias formas de hacerlo: Primero: DANDO ABUNDANTEMENTE A OTROS MÁS NECESITADOS y colaborando económicamente con ofrendas de amor para ministerios cristianos que estén trabajando para llevar la palabra de Dios a otros, por ejemplo: comienza ofrendando en la iglesia donde te congregas. DESECHA EL EGOISMO Y LA AVARICIA. Segundo: Administrando sabiamente lo que tienes, no desperdicies tus recursos, no atesores lo que no necesitas, piensa en ser sabio a la hora de usar tu dinero y todas las cosas que Dios te ha dado. También debes honrarlo en los lugares o puestos donde Dios te ha puesto, siendo honesto, fiel, humilde, obediente a tus superiores y generoso con tus subordinados. Desecha el desperdicio y la negligencia. Sé diligente, sé sabio en como administras tus bienes incluyendo cómo administras tu tiempo.  Tercero: Esforzándote en tu trabajo o en lo que te desempeñas, pues así estás demostrándole a Dios que estás siendo fiel y estás aprovechando al máximo lo que él te ha permitido tener y el lugar donde él te ha puesto: el trabajo que tienes, el estudio que tienes, etc. Echa fuera el temor, la pereza, aprovecha bien el tiempo, da el máximo esfuerzo, no para ti mismo sino para honrar a Dios. No es que luches en tus propias fuerzas pues la victoria en tu vida solo la obtienes en Cristo Jesús; no en tus fuerzas humanas (carnales). Pero Dios ve tu corazón y el empeño que haces por ser fiel y honrado en todo y eso él lo recompensará.  2. LA GENEROSIDAD. Los tres principios anteriores deben hacerse con el espíritu correcto. La palabra de Dios dice: "Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría." 2Corintios9:7. Dios ama las almas generosas, esas que dan desinteresadamente, que dan lo que se les pide y aún más y nunca esperan recibir nada a cambio. Cosas como la codicia, el egoísmo, la avaricia deben ser desechadas de tu vida. ¿Pero qué o quién nos hace dar de una manera alegre? Esto nos lleva a siguiente punto: 3. EL AGRADECIMIENTO. El principio de la generosidad es estar agradecido con Dios. Solo quien está realmente agradecido con Él vive una vida de servicio y da generosamente a quien lo necesita, pues Dios le ha dado tanto que simplemente quiere hacer lo mismo con todos los demás. Y bueno, también es muy extenso este tema. Pero ¿te digo un secreto? uno de los principios de la multiplicación es un corazón agradecido. ¿Recuerdas la alimentación de los cinco mil?:
"Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido." Juan6:9
¡Qué curioso! Jesús no oró para que se multiplicaran los panes ni los peces; Jesús ¡DIO GRACIAS!
¡Deja de despreciar lo que Dios te ha dado! Aunque sea poco para ti dale gracias, úsalo sabiamente, hónralo, y sé generoso con otros, y tu verás la multiplicación en tu vida. Porque Dios no le da mas al que no usa lo que hasta ahora tiene. Si tú no eres fiel con Dios en lo poco ¿cómo Dios te va a dar más? Comienza a darle gracias a Dios por lo que hasta ahora tienes, y comienza a honrarlo con eso en todo lo que ya he escrito aquí, y tu verás la mano de Dios en tu vida material, familiar, material, académica, etc. 4. LA ADORACIÓN "Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque tales adoradores el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad." Juan 4:23-24  La adoración es un tema tan complejo que tendría que escribir todo un libro para hablar de ella. Pero a grandes rasgos se puede decir que cuando hablamos de la adoración se trata todo del corazón, es decir, vivir una vida de adoración es más que escuchar música cristiana. Hoy hay más fanáticos de la adoración que adoradores en espíritu y en verdad, y cuando veo eso me pongo a pensar que con razón tales adoradores el Padre busca que le adoren.
En realidad vivir una vida de adoración es mucho más que cantar canciones cristianas; ES ENTREGAR EL CORAZÓN EN SACRIFICIO VIVO A DIOS. ES VIVIR NEGÁNDOTE A TI MISMO CUANDO TIENES DESEOS DE PECAR O ESTAS SIENDO TENTADO. Es vivir decidiendo ser un portador de la presencia de Dios y haciendo siempre su voluntad. Hago especial énfasis en la palabra "haciendo" porque aunque la adoración nace del corazón, no debe quedarse solo en un asunto interno, es decir la adoración debe dar un fruto, y ese fruto es visible no para vanagloriarte tú sino para glorificar a Dios. Por ejemplo: por medio de las buenas acciones, el servicio a Dios en la iglesia, o en fin, tantas cosas que tú puedes hacer para adorar a Dios. Créeme que escribo en este blog para adorar a Dios también, no solo para edificar a otros, sino que entiendo que todo lo que hago, debe ser una ofrenda de amor para Dios. Pero para que tus buenas acciones sean una verdadera adoración, en tu corazón deben existir los tres ingredientes anteriores: Honra, generosidad y gratitud. Es interesante porque cuando estos cuatro ingredientes se juntan, todo lo demás en tu vida comienza a dar fruto abundante. Y es entonces cuando se cumple la palabra del Salmo 1 "todo lo que sus manos tocan prospera". Ahora, Jesús dijo que la adoración debería ser en Espíritu y en Verdad, explico estos dos términos. En el "Espíritu" haciendo énfasis en que la verdadera adoración debe nacer del espíritu y no de la carne, es decir  que la adoración no nace de un intento humano vacío por acercarse a Dios (como la religiosidad). La adoración no es un intento por ganarnos el favor de Dios sino todo lo contrario: como ya hemos recibido por amor ese favor de Dios (pues Cristo murió por amor a nosotros en la cruz), entonces nos acercamos a Dios confiadamente y simplemente le adoramos. Lo que nos lleva al segundo término: "en Verdad" hace énfasis en que Jesucristo es el UNICO camino al Padre, la verdad y la vida. Solo aquellos que tienen a Cristo como su Señor y Salvador en su corazón pueden adorar a Dios, pues han nacido de nuevo y el Espíritu Santo que vive dentro de ti te da identidad de hijo de Dios y por medio de ella te puedes acercar confiadamente a tu Padre Dios. ¡En pocas palabras lo que Jesús estaba diciendo era que la única forma en que puedes adorar al Padre es por medio de Jesús! Es a través de Cristo que, puedes tener acceso a la presencia de Dios, y es allí, mi querida hermana, donde tu adoración trasciende. Entonces en síntesis: La adoración es un regalo que brota de nuestro corazón, y lo ofrecemos a Dios de una manera desinteresada, por amor a él, y lo amamos porque Él nos amó primero y murió por nosotros en la cruz. Pero que dentro de ese regalo, es decir en nuestro corazón debe existir honra, generosidad y agradecimiento, este amor debe ser únicamente por, de y para CRISTO. ¿PARA QUÉ DIOS NOS PROSPERA? La prosperidad no solamente tiene que ver con dinero, se puede decir que prosperar quiere decir que las cosas mejoran, sanan, crecen, se multiplican, y básicamente se encuentran en un mejor estado que al principio. La prosperidad fue idea de Dios, ¿pero para qué sirve?

1. Para testificar. Una de las características que tienen los hijos de Dios es que dejan las cosas mejor que como las encontraron. Es realmente esto lo que quiere decir "todo lo que sus manos tocan prospera". Y qué bendición que la gente diga: "Desde que contraté este hombre o a esta mujer las cosas han mejorado", "desde que llego este nuevo gerente la empresa ha crecido", "¡desde que vino este Hijo de Dios las cosas han prosperado!" Bendito sea el Señor que nos permite dar testimonio de él por medio de todo lo que hacemos, porque cuando tenemos un corazón que honra a Dios en todo, tenemos un corazón generoso, un corazón agradecido y sobre todo: un corazón adorador, entonces todo lo que hacemos prospera y entonces las personas que no conocen al Señor pueden ver su mano en nuestras vidas. 2. Para usarlas y disfrutarlas sabiamente (y repetimos el ciclo de honra, generosidad, agradecimiento y adoración): Para que podamos usar las cosas que Dios nos ha dado de manera que quede visible y claro ante el mundo que no conoce a Dios que las cosas NO son nuestro tesoro; sino que Cristo lo es. Y cuando tenemos la oportunidad de disfrutar las bendiciones materiales y espirituales que Dios nos ha dado, debemos recordar los cuatro principios del inicio y seguir aplicándolos todos los días. ¿QUÉ BUENO ES DIOS VERDAD? Sí, él tiene grandes bendiciones planeadas para nosotros, y anhela que vivamos una vida abundante, pues con su sangre la compró para nosotros. Es ahora nuestro deber como hijos de Dios, honrarlo con lo que Él con tanto amor nos ha permitido tener. Debe nacer de nuestro corazón y debe manifestarse en todo lo que hagamos. Solo así se cumplirá la palabra en nosotros que dice: "todo lo que toca prospera". ¡Dios te bendiga!

viernes, 29 de julio de 2016

PROSPERIDAD

¿POR QUÉ NO PROSPERO?

Sal 1:1-3 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
3ª Juan - Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud así como prospera tu alma.
INTRODUCCION

La voluntad de Dios es bendecirnos y prosperarnos, como nosotros como padres queremos que nuestros hijos tengan cosas que los haga felices y se la compramos. · Jesús decía: Mateo 7:11 “Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
La Biblia nos habla de un Dios justo, bueno, amoroso, misericordioso, proveedor de gracia y motivador para que estemos en lo alto. · DAVID decía: “Tu eres el que sacias de bien mi boca de modo que me rejuvenezca como el águila.” Salmo 103:5
Habacuc dijo: “Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas.” Habacuc 3:19. Pablo dijo: “Gracias sean dadas a Dios que me lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús....” 2ª Corintios 2:14.

¿POR QUÉ MUCHOS HERMANOS NO PROSPERAN? · Será que Dios está a favor del fracaso frustración, ruina, bancarrota, desgracia, derrota. · Será que Dios quiere que vivas en pobreza, en escasez, en miseria, enfermo, etc. · Eso es negativo. El señor dice: 3ª Juan - Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud así como prospera tu alma.
4. En esta enseñanza miraremos algunas razones por las cuales hay personas que no prosperan.
RAZONES PARA NO PROSPERAR
PORQUE SE OLVIDAN DE DIOS.
Leer Deuteronomio 8:11-18. Esta es la razón porque hay fracaso en las personas, en el matrimonio, en los negocios, en la nación. Si quieres triunfar en la vida. Cuídate de no olvidarte de Dios y su Palabra. Deu 29:9 Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis. Uzias fue prosperado por qué buscó a Dios. 2Cr 26:5 Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó.
POR FALTA DE CONOCIMIENTO DE DIOS.
Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido porque le falto conocimiento.”
Un hombre que dice conocer a Dios, conocer su Palabra, conocer sus planes, conocer su voluntad, conocer sus reglas y NO se esfuerza cumplirlas, muchos dicen conocer a Dios, conocer su Palabra pero no la aplican. Jesús se lamentaba porque Jerusalén mataba a sus profetas que traían el conocimiento. Mat 23:37-38 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
Oro a Dios como lo hizo Pablo por la Iglesia para que seamos llenos del conocimiento de Dios. Efesios 1:15-18
POR FALTA DE DECISIÓN:
Ser indeciso es una condición que nos lleva a tener fluctuación espiritual, falta de firmeza, escepticismo y ambigüedad en las cosas de Dios. Santiago 1:8 “El hombre de doble animo es inconstante en todos sus caminos.” A los tímidos y a los indecisos todo les resulta imposible, porque así se lo parece. (Walter Scott) En el Señor debemos caminar con firmeza de carácter y voluntad firme y constancia en lo que hacemos para Dios. Sea constante en orar, OIR, asistir, evangelizar, enseñar, ofrendar. Aquel que tiene falta de decisión nunca llegara a ninguna parte. Diga: Hoy me decido, hoy me comprometo, hoy me consagro.
FALTA DE MOTIVACIÓN:
Debemos tener motivaciones correctas para que seamos prosperados.
Ej. David tuvo una motivación para vencer a Goliat.
Hay tres tipos de motivación. Incentiva: Es aquel que el padre le dice me lavas el carro y te doy Bs 50. Temor: Me lavas el carro o te doy con un palo. Por amor: Te lavo el carro papá porque te amo. - Dios nos motiva para que le sirvamos por amor. 1 Corintios 16:14 “Todas vuestras cosas sean hechas con AMOR”
La motivación nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar.
NEGLIGENCIA CON LOS TALENTOS:
Dios nos ha dotado con talentos que debemos descubrirlos y liberarlos. Mat 25:15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
El señor viene a pedir cuenta de los talentos que nos ha entregado. Mat 25:19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
Al ministro que escondió su talento Jesús le dijo: Mat 25:26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
El castigo al siervo malo fue: Mat 25:28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
POR LOS LABIOS QUE HABLAN DERROTA:
 Proverbios 14:23 “En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.  Ecl 10:12 Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina.13 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. 14 El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará SABER LO QUE DESPUÉS DE ÉL SERÁ? · Mat 12:35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Tienes que obrar en la voluntad de Dios y cerrar tu boca.
UN ESPÍRITU QUE NO RECIBE CORRECCIÓN:
Proverbios 13:18 “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo, Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
Pro 15:31-33 El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará. 32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. 33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad. · Pro 5:9-14 para que no entregues a otros tu vigor, ni tus años a gente cruel; 10 para que no sacies con tu fuerza a gente extraña, ni vayan a dar en casa ajena tus esfuerzos. 11 Porque al final acabarás por llorar, cuando todo tú ser se haya consumido. 12 Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina! 13 No atendí a la voz de mis maestros, ni presté oído a mis instructores. 14 Ahora estoy al borde de la ruina, en medio de toda la comunidad.» Deu 4:9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
CONCLUSIÓN:

NO te olvides de Dios, NO deseches el conocimiento, NO seas indeciso, TEN una motivación correcta, NO sea negligente, NO hable derrota, RECIBE corrección. No hay que arriesgarnos entendido en el manejo

jueves, 28 de julio de 2016

RENUEVA TU MENTE

La Renovacion de la Mente
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Rom 12:2)

Como seres humanos, creados a la imagen de Dios, somos espíritu, alma y cuerpo. Cuando entramos con el Espíritu Santo a ver nuestro ser, nos damos cuenta que en el alma existen tres importantes áreas: La voluntad, las emociones y la mente. En este escrito veremos en forma general como opera nuestra mente y cuales son las principales formas en las que Satanás toma ventaja. Junto con esto veremos como hacer frente en nuestra mente para comprobar las bendiciones de Dios.

¿Qué es la mente? La mente es nuestro órgano para pensar. En nuestra mente está el intelecto, la razón, la sabiduría. La mente ocupa un lugar muy grande en nuestra vida, porque el pensamiento influye muy fuerte en nuestra acción diaria. La mente es el campo de batalla, donde Satanás y sus espíritus malignos luchan contra la verdad. Para entenderlo de una mejor forma, vamos a imaginarnos una ciudad fortificada el medio evo. Vamos a imaginar una ciudad amurallada; en este caso, la ciudad estará representada por la voluntad y el espíritu. Inmediatamente después de estas murallas hay un extenso campo, donde se desarrolla la batalla. Este campo abierto de batalla es la mente. “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2Co 10:3-5)
El apóstol Pablo entendía que la batalla del cristiano se desarrolla en la mente. Es el lugar donde Satanás alineará todas sus fuerzas para destruirnos. Es el campo de batalla. De acuerdo a la lectura de este versículo podemos ver que armas de nuestra milicia: Estamos en una batalla y hay un campo de batalla, llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia: Se nos muestra cómo se pelea. Destrucción de fortalezas y argumentos: Se nos muestra el objetivo. Posteriormente vamos a explicar cómo se pelea la guerra espiritual. El Espíritu Santo también nos explica a través del apóstol Pablo que la lucha pertenece exclusivamente a la mente del hombre. La guerra se ejemplifica de la siguiente forma: Argumentos o razonamientos del hombre se asemejan a las fortalezas de un enemigo. Describe mente como un poder del enemigo que tenemos que capturar.  Pensamientos rebeldes reciben protección en fortalezas, y es necesario cautivarlos a la obediencia. Los cautivos se llevan en la guerra. Son lo que conocemos como los prisioneros de guerra. Podemos encontrar dos estados diferentes en nuestra mente, divididos por los momentos antes de ser regenerados (el momento donde nuestro corazón es cambiado, y viene el Espíritu Santo a nuestras vidas) y el momento posterior a nuestra regeneración.
II. Mente Antes de la Regeneración “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Cor 4:4) Antes de recibir a Cristo, Satanás tenía todo el control de nuestro ser. Nuestro espíritu estaba muerto, y nuestra alma y cuerpo estaban cautivos. Por ende, nuestra mente también estaba en posesión de Satanás. Satanás tenía cegado nuestro entendimiento. Satanás, con el pecado como herramienta, ciega nuestros sentidos espirituales, y nos hace vivir solamente con nuestros sentidos físicos, esclavizados, donde pensamos que conocemos la verdad, porque nuestro mundo tiene lógica, pero no nos damos cuenta, que no podemos ver la realidad espiritual. Al tener el entendimiento entenebrecido, la luz de Cristo no puede iluminar su vida.
Cuando Satanás tiene control de la mente del hombre, esta se vuelve endurecida, sigue los deseos del cuerpo o carne, y es enemigo de Dios en la mente, porque la mentalidad de carne es enemistad con Dios.
“Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado”
(2 Cor 3:14) “ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo” (Rom 8:7 LBLA) La mente es el lugar donde más Satanás ataca nuestras vidas, ya que puede atacar nuestras vidas sin necesariamente habernos persuadido previamente. Cuando el apóstol Pablo compara las mentes de los hombres con las fortalezas del enemigo, nos muestra que existe una relación muy estrecha entre él y la mente del hombre, ya que ocupa esta última como fortaleza. La mente del hombre es donde Satanás se refugia en estos días, y como es su fortaleza, desde aquí ejerce su autoridad en el mundo. El primer pecado del hombre, el cual le llevó a la destrucción fue buscar el conocimiento del bien y del mal fuera de Dios. Desde ese momento la mente comenzó a ser esclava de Satanás. El punto de comunicación entre Dios y Satanás está en la mente del hombre. Por ejemplo, antes de pecar somos tentados. Esta tentación viene en forma de pensamientos, y tenemos la necesidad de guardarnos de ellos.
Para el hombre que no ha sido regenerado en su espíritu, le es imposible alcanzar a Dios, ya que su intelecto nublado le obstaculiza para alcanzarle.
La única forma de que está oscuridad en la mente desaparezca es volviéndonos a Dios con todo nuestro corazón. Cuando nos arrepentimos Dios destruye todos los argumentos que hay en nuestra vida. El arrepentimiento sucede cuando nos damos cuenta como le hemos fallado a Dios, cuando nos damos cuenta que nosotros mismos le crucificamos y que le hemos ofendido al querer llevar nuestras vidas en forma independiente a El. Pero cuando nos volvemos a El, El abre los ojos de nuestro entendimiento y podemos ver nuestra situación espiritual. Vemos que existe un mundo espiritual y podemos conocer a Dios, y conocer como estamos
En estricto sentido arrepentimiento significa un cambio en la mente. Debe existir u cambio de mentalidad ya que estábamos en enemistad con Dios en la mente. Por esto Dios debe alterarla para que le conozcamos. Para conocer a Dios debemos comenzar el proceso de renovar nuestra mente y recibir un nuevo corazón.
III. Mente después de la Regeneración
Luego del arrepentimiento en nuestras vidas, sin embargo, nuestras mentes no quedan libres del contacto con Satanás. Miremos lo que Pablo les dice a los corintios; “Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2Co 11:3) Esta carta y en específico este versículo, Pablo no se los habla a gente que no tiene a Cristo en su corazón. Más bien es escrita a cristianos. Aquí nos damos cuenta que así como el enemigo engaña a los no creyentes, de la misma forma engaña a los creyentes. Aunque ellos son salvos, la vida del pensamiento no ha sido renovada, por lo que la mente se transforma en el campo de batalla. En la vida del cristiano las mayores luchas se producen en la mente, porque Satanás envía toda su artillería en ese lugar más que en cualquier otro órgano. Satanás no asaltó primero el corazón de Eva sino su mente. De la misma forma los demonios buscan atacar primeramente nuestra mente, ya que es el punto más débil porque antes era su fortaleza donde operaba. Recordemos que en el inicio el corazón de Eva era sin pecado, en su estado original. Pero de igual forma aceptó los pensamientos sugeridos por Satanás y perdió su autoridad. A menos que sepamos rechazar los espíritus malignos seguiremos siendo tentados, para finalmente, volver a perder la soberanía de nuestra voluntad.


Es posible que tu tengas una nueva vida (con Cristo en tu corazón), pero sin tener una nueva mente. Muchos tienen un corazón nuevo pero una mente vieja. Muchos tienen un corazón lleno de amor y fidelidad pero una mente sin percepción espiritual. A veces los hijos de Dios más fieles son los más estrechos y llenos de prejuicios. Rechazan la verdad porque no concuerdan con sus estructuras preconcebidas. Otros aunque han recibido a Jesús en su corazón no pueden retener ni practicar la palabra. Incluso cuando uno mantiene una relación íntima con Dios, es posible que sin darte cuenta hayas aceptado sugerencias de Satanás en tu mente, lo que causa errores de conducta y puntos de vista. Puedes ser muy bien intencionado pero sin pensamiento espirituales. Por lo tanto, como cristianos debemos buscar tanto el corazón como la mente renovada. Dios quiere que la mente sea renovada, así como lo es nuestro espíritu. Dios quiere la excelencia en nuestra vida y glorificarse tanto en nuestro corazón como la mente. ¿Cuántos cristianos hay obstinados, estrechos y fanáticos? Al no tener renovada la mente se quedan cortos en lo que Dios quiere hacer con ellos. No pueden entender que ciertas bendiciones provienen de Dios. Entonces, para vivir una vida plena debemos renovar nuestra mente.
IV. Mente bajo ataque
Muchas veces la mente está llena de imaginaciones vanas, pensamientos impuros, vagabundeos o ideas confusas o incontrolables. Te falla la memoria de una forma anormal, viene obsesión, prejuicios contra otras personas y desorden. Físicamente eres saludable, pero no entiendes los síntomas.
Hoy debes preguntarte ¿Quién controla mi mente? ¿Es Dios quien la dirige? Si tu como Hijo de Dios notas que no eres capaz de gobernar tu mente, debes preocuparte al instante y averiguar si es el enemigo quien la usa. Tu puedes decir ¿Cómo me doy cuenta que el enemigo tiene mi mente? Por ejemplo, cuando escuchas la palabra no puedes concentrarte. Tu mente va de un lado a otro. Viene pensamiento tras pensamiento. Y finalmente no puedes oír la palabra. Quieres solamente que termine todo lo que tiene relación con Dios.
Dios hizo al hombre con una voluntad libre. La intención de Dios es el autocontrol del ser humano. En el diseño de Dios está la idea de que la mente este sometida a la voluntad. Pero hoy tu tienes que darte cuenta ¿Soy yo el que pienso? Si tu no puedes detener tu pensamiento, o no puedes concentrarte al momento de estar en asuntos de Dios, es otra persona la que está ocupando tu mente para pensar. Son espíritus inmundos, que están ocupando la capacidad de tu mente.
A veces la mente del hombre es como una máquina de pensar. Vienen pensamientos como oleadas, donde no los puedes detener. Es necesario que entiendas que Dios jamás interfiere con la operación de la capacidad natural del hombre. El jamás trabajará sin mi ayuda. Satanás actúa poniendo secretamente en la mente pensamientos que aceptas de buena gana o bloquea pensamientos que no le gustan. “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase,” (Joh 13:2) “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven” (Luc 8:12) Satanás es un experto en quitar la palabra a través de los demonios, que están representados en la parábola del sembrador como pájaros.
V. Causas de Ataque. Satanás nos ataca porque le damos la oportunidad para que nos ataque. Recuerde que los demonios quieren sustituir tus pensamientos por los suyos. Esto sucede cuando el hombre le entrega la mente a los espíritus. Factor Crucial: Recordemos que estamos en una guerra. ¿Quién gana o pierde la guerra? La guerra la perdemos cuando comenzamos a darles terreno a los demonios. La cantidad de la actividad de Satanás depende del espacio que le damos. Existen seis formas donde cedemos el espacio:
a. Mente no renovada: La carne le proporciona la base a Satanás para actuar. Si la mente no es renovada después de haber aceptado a Cristo en el corazón, exponemos mucho territorio. Los rincones oscuros en nuestra mente son los centros de operación de Satanás. El cubre sus hechos diciéndote que es tu carácter, temperamento y de esta forma quiere mantenerte en ignorancia.
b. Mente impropia: Cuando acaricias los pecados le das la oportunidad entregándole la mente a espíritus satánicos, a través de ideas impuras, orgullo, formas de ser ásperas e injustas. Cada vez que lo permites es más difícil resistir al ataque de Satanás para la próxima vez. Satanás influye introduciendo ideas en tu mente. Si las aceptas adquieren raíces en la mente. Cualquier teoría, supuestos, palabras, líneas leídas, puede provocarle terreno a Satanás.
c. Entender mal la verdad de Dios: Hay muchos cristianos que no entienden lo de morir con Cristo, no entienden que es la regeneración espiritual, o la llenura del Espíritu Santo.
d. Aceptación de las sugerencias de Satanás: Satanás planta ideas frente al futuro. Son como ideas en forma de profecías para ver si las aceptas o las rechazas. Cuando no las rechazas, son base para operar en tu vida.
e. Mente vacía: La mente Dios la creo para usarla. Sin embargo, hay muchos cristianos que dejan su mente en blanco. Sin embargo, debemos ejercitar la mente. La mente en la función normal es apta para discernir la revelación sobrenatural donde no podemos ver con nuestros sentidos espirituales.
f. Mente pasiva: Esta es una de las principales debilidades de los cristianos. Están con su mente en inactividad, Van por la vida sin pensar en algo determinado. Dejan la mente a lo que venga. Piensan en los pensamientos que venga. Esperan que otros seres la pongan en actividad. Por esto, pierden la sensibilidad. A veces tienen miedo a pensar y aceptan los pensamientos de Satanás. Esto trae una inercia en el discernimiento espiritual
Es importante que entendamos que Dios quiere que ocupemos nuestra mente. Hay muchos que esperan que Dios les ponga algo. Pero tu debes poner en acción tu mente. El no borra nuestra mente, sino que la renueva para que le conozcamos u obedezcamos. Dios quiere que entendamos su voluntad y le obedezcamos. Si yo no usó mi mente, hay seres que están esperando para ocuparla.
VI. Ganando la Batalla de la mente, Lo primero que debemos entender es que tener la liberación de nuestra mente es una necesidad vital. Proverbios 23:7 nos señala que el hombre es lo que piensa, por esto lo que pensamos se transforma en lo que nosotros somos.
La batalla en la mente no es algo imposible, pero si es necesario entender que es algo difícil que no se gana en un solo día, sino en muchas jornadas de trabajo junto al Espíritu Santo. Tu debes seguir adelante y continuar luchando, sin detenerte. La renovación de la mente tendrá lugar poco a poco, así que no te sientas mal si ves que vas muy lento y progresiva. Una primera arma que podemos utilizar es la Palabra de Dios. En la palabra aparecen los pensamientos de Dios. Ahí está la verdad, absoluta de Dios para nosotros. Jesús dijo que si permanecíamos en su Palabra, seríamos verdaderamente sus discípulos, y la verdad nos haría libres. Muchas veces vienen pensamientos de incredulidad. Pero como cristianos debemos decidir a creer. Con frecuencia Dios nos da fe para cosas que nuestras mentes no siempre parecen capaces de asimilar. La mente desea comprenderlo todo; el porque el cuando y el como de todo. La mente se resiste a creer lo que no se puede entender. Con frecuencia sucede que un creyente sabe algo en su corazón, pero su mente lucha contra eso. Debemos levantar un escudo de la fe, y pedir a Dios sabiduría en las pruebas y el nos mostrará lo que necesitamos.
Debemos pedir a Dios el entendimiento, y que venga la luz a nuestra mente para que podamos descubrir cuales son las fortalezas que ha levantado en nuestra mente. Una vez de descubiertas debemos llevar todo pensamiento cautivo, y filtrar cada pensamiento de acuerdo a la Palabra de Dios.

miércoles, 27 de julio de 2016

¿QUIÉN ES JEHOVÁ?

La respuesta que da la Biblia

Jehová es el Dios verdadero de la Biblia, el Creador de todas las cosas (Revelación [Apocalipsis] 4:11). Lo adoraron los profetas Abrahán y Moisés, y también Jesús (Génesis 24:27; Éxodo 15:1, 2; Juan 20:17). Es el Dios de “toda la Tierra”, no de un solo pueblo (Salmo 47:2).

La Biblia dice que Dios tiene un nombre que solo le pertenece a él: Jehová (Éxodo 3:15; Salmo 83:18). Proviene de un verbo hebreo que significa “llegar a ser”. Algunos expertos opinan que este nombre significa “Él Hace que Llegue a Ser”. Esta definición encaja con el hecho de que Jehová creó todas las cosas y de que cumple todo lo que se propone (Isaías 55:10, 11). La Biblia también nos ayuda a conocer su personalidad, en especial su cualidad más sobresaliente, el amor (Éxodo 34:5-7; Lucas 6:35; 1 Juan 4:8).
El nombre Jehová es una traducción al español del nombre hebreo de Dios. Este se escribía con las cuatro letras del Tetragrámaton (יהוה), que se corresponden con las consonantes YHWH. Aunque se desconoce la pronunciación exacta de este nombre en hebreo antiguo, la forma Jehová se usa desde hace mucho en español. La primera traducción bíblica en este idioma que contiene el nombre de Dios es la de los Salmos de Juan de Valdés, de alrededor de 1537. *
¿Por qué no se sabe cómo se pronunciaba el nombre de Dios en hebreo antiguo?
El hebreo antiguo se escribía sin vocales, las cuales el lector añadía fácilmente durante la lectura. Sin embargo, una vez que se completaron las Escrituras Hebreas (Antiguo Testamento), algunos judíos se dejaron llevar por la creencia supersticiosa de que estaba mal pronunciar el nombre de Dios. Cuando leían en voz alta un texto que contenía el nombre divino, lo sustituían por expresiones como “Señor” o “Dios”. Con el paso de los siglos, esta superstición se extendió, y se acabó olvidando la pronunciación antigua. *
Hay quienes opinan que el nombre de Dios se pronunciaba “Yahweh” (“Yahvé”), mientras que otros sugieren otras posibilidades. En los Rollos del mar Muerto hay un fragmento de Levítico en griego en el que aparece el nombre de Dios transliterado “Iao”. Otros escritores griegos de tiempos antiguos también proponen las pronunciaciones “Iaé”, “Iabé” o “Iaoué”, pero no se puede demostrar que alguna de estas fuera la pronunciación que utilizaban en hebreo antiguo. *
Conceptos erróneos sobre el nombre de Dios en la Biblia
Lo que algunos creen: Las traducciones que utilizan el nombre “Jehová” lo tienen porque lo han añadido.
La verdad: El nombre de Dios en hebreo, representado con las cuatro letras del Tetragrámaton, aparece unas 7.000 veces en la Biblia. * La mayoría de las traducciones lo han eliminado sin ningún motivo y lo han sustituido por títulos como “Señor”.
Lo que algunos creen: El Dios todopoderoso no necesita un nombre exclusivo.
La verdad: Dios mismo hizo que los escritores de la Biblia pusieran su nombre miles de veces y manda a sus siervos que lo utilicen (Isaías 42:8; Joel 2:32; Malaquías 3:16; Romanos 10:13). Es más, condenó a los falsos profetas que intentaron que se olvidara su nombre (Jeremías 23:27).
Lo que algunos creen: Hay que seguir la tradición judía y quitar de la Biblia el nombre de Dios.
La verdad: Es cierto que algunos escribas judíos no pronunciaban el nombre divino. Pero no lo quitaron de las copias que hicieron de la Biblia. Sea como fuere, Dios no quiere que sigamos las tradiciones que nos hacen ir en contra de lo que él manda (Mateo 15:1-3).
Lo que algunos creen: El nombre de Dios no debe usarse en la Biblia porque no se conoce con exactitud cómo se pronunciaba en hebreo.
La verdad: Según este argumento, Dios espera que todo el mundo, hable el idioma que hable, pronuncie igual su nombre. Sin embargo, la Biblia indica que los siervos de Dios del pasado pronunciaban los nombres propios como era habitual en su idioma.

Veamos el caso del nombre del juez israelita Josué. Los cristianos del siglo primero que hablaban hebreo posiblemente decían “Yeshúa”, y los que hablaban griego, “Iesous”. En la Biblia aparece la traducción al griego de este nombre hebreo, lo cual demuestra que, como es lógico, los cristianos utilizaban los nombres propios que eran comunes en su idioma (Hechos 7:45; Hebreos 4:8).

Lo mismo puede aplicarse a la traducción del nombre de Dios. Lo que realmente importa no es su pronunciación exacta, sino que este nombre ocupe el lugar que le corresponde en la Biblia

martes, 26 de julio de 2016

DIOS Y LA FE

¿Por qué Dios exige la fe?


La Biblia habla a menudo de la importancia de la fe en el conocimiento de Dios. Por ejemplo,Efesios 2:8 enseña: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe”. Primera de Corintios 13:13 añade: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.” Pero, ¿por qué Dios requiere fe?

Una forma de responder por qué Dios requiere fe es porque Él es nuestro Padre Celestial. Nuestra relación con él es similar a otras relaciones en el sentido de que incluye la confianza en la otra persona, el tiempo juntos, el amor y el respeto. Debido a que no podemos conocer plenamente a otra persona, y mucho menos a un Dios infinito, todas las relaciones requieren de un cierto grado de fe (confianza). Dios es nuestro Padre y se necesita fe para creer que Dios nos ama y que Él provee para nuestras necesidades.

La fe es importante también porque Dios no es visible para la humanidad. Hebreos 11:1 nos enseña: “Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” No podemos ver a Dios (Juan 1:18). No obstante, tenemos fe en Él que proporciona seguridad.

La fe es necesaria para agradar a Dios. Hebreos 11:6 indica: “En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.” La fe no solamente le agrada a Dios, conduce a galardones—la vida eterna, recompensas celestiales, y la experiencia de la plenitud de la vida en la tierra (Juan 10:10).
La fe es importante para que los creyentes obedezcan al Señor. Por ejemplo, a Adán y Eva se les había dado una orden a no comer de una fruta en particular (Génesis 2:15-17). Debido a que su fe vaciló con respecto a este mandato, se comieron el fruto prohibido y pecaron. En contraste,Santiago 2:23 comparte, “Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia”.
Dios requiere la fe, ya que permite a los humanos la capacidad de elegirlo o rechazarlo. Sin la capacidad de elegir, la humanidad dejaría de ser humana tal como la conocemos. Porque la gente puede optar por tener fe o no tener fe, hay una manera de que Dios pueda saber quienes son los que han creído en Él y quienes no.
La fe en Dios no es "fe ciega", como algunos sostienen. Sino es una elección basada en la información disponible. La Biblia, el mundo creado, las vidas cambiadas de los creyentes, Jesucristo, y otras maneras en que Dios actúa en nuestro mundo constituye una prueba suficiente para que la gente elija la fe en Dios. Como Jesús enseñó en Lucas 16:31: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos.”

lunes, 25 de julio de 2016

DIOS TE AMA

Dios te ama personalmente porque él es tu Padre

Así dice YAVEH tu creador, el que te hizo: no temas porque Yo te he rescatado,te he llamado por tu nombre, tú eres mío ISAIAS 43,1. Con amor eterno y gratuito te he amado JEREMIA 31,3.

Dios ama a todos los hombres pero también ama a cada uno de manera personal, como cada uno necesita ser amado. Si tú fueras el único habitante de todo el universo, 
Dios no podría amarte ya más de lo que te ama, porque  te ama con todo el amor de un Dios poderoso. Dios no nos ama por lo que nosotros hacemos sino porque El es nuestro Padre: Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahvéh para quienes le buscan    Sal 103,13 - Dios te ama incondicionalmente porque El es amor.  Dios es amor: 1 Jn 4,8.  ¿Podría una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? Pues Yo de ti nunca me podré olvidar: Is 49,15. Dios no te pone ninguna condición para amarte, Él te ama precisamente como tú eres en estos momentos  No importa lo a que hayas sido o seas en el presente: pecados, vicios o defectos Dios te ama incondicionalmente, porque su amor no cambia, Incluso, todo fracaso, problema y hasta pecado en tu vida son ahora una oportunidad para que experimentes su amor que es siempre fiel. Dios, que es todopoderoso y que hace todo lo que quiere con su fuerza y omnipotencia, hay algo que no puede hacer: dejar de amarte. Los montes se correrán y las colinas se moverán, pero mi amor de ti no se apartará: Isaias 54,10En la veleta que señala la dirección de los vientos, un hombre quitó el gallito y en su lugar puso el siguiente letrero "Dios es amor", queriendo decir que no importaba de donde soplaran los vientos, si había tempestad o calma, Él siempre nos ama. No importan las dificultades y los cambios Dios siempre nos amará. Tú no necesitas Aparentar otra cosa distinta de lo eres para que Dios te ame. Te ama como eres. Es más El te hizo así. El no sólo nos acepta como somos, sino Que le gusta como somos: tiene su alegría en nosotros: (Sofonias 3). A cada uno nos dice en lo más intimo esta gran verdad: eres mí hijo amado en quien tengo mis complacencias Dios te ama con tus cualidades y defectos El no te ama por tus cualidades, sino con tus cualidades. Dios no te deja de amar por tus defectos. Te ama con ellos, Dios no aprueba lo que tú haces, pero en cambio El te ama a ti. Te acepta y te acepta con amor.
Dios te ama con tus pecados y tus esfuerzos seas rico o seas pobre. No necesitas ponerte máscaras delante de Él. Él te ama porque eres su hijo y no por otra cosa. No te ama Porque tú seas, bueno, sino porque el bueno es Él. Vean los pájaros del cielo. Ellos no siembran ni cosen  y Dios les da cada día su alimento, Nosotros valemos  para Dios mucho más que las aves y todos los animales juntos.
- Vean los lirios del campo. Ellos no hilan ni tejen y Dios los viste con belleza inigualable . . . cuánto más nos cuidará y nos amará a nosotros que somos sus hijos, aunque seamos pecadores. Es más, El ama de manera especial a los pecadores. El peor de todos los  pecadores es el más amado de Dios, porque donde abunda el pecado sobreabunda su amor misericordioso. El más pecador es quien puede experimentar más perdón, gozo y esperanza, porque es el más necesitado. - Dios quiere lo mejor para ti porque eres su hijo. Dios, ciertamente te ama como eres, pero te ama tanto no te quiere dejar así. El quiere algo mucho mejor para ti. Precisamente porque Dios te ama El quiere lo mejor y tiene un plan que El hizo con toda sabiduría y amor. Tiene poder para realizar todas las cosas Incomparablemente mejor de lo que nosotros podemos: pedir o pensar, con su poder que actúa en nosotrosEf 3,20. Su plan supera con mucho lo que tú te imaginas o puedes pensar para tu bien, Como el cielo aventaja a la tierra, así aventaja su plan al tuyo: Is 55,8-9. Desde un principio nos creó a su imagen y semejanza. Llenos de su amor y cocreadores con El, capaces de ser sus representantes en este mundo. - Nos creó en armonía perfecta.  Con El: una relación personal intima y permanente.- con los demás relaciones de justicia verdad y servicio.- con nosotros mismos: con seguridad, paz y dominio propio.- Con toda la creación: siendo libres y no esclavos de las cosas de este mundo.- nos llenó de felicidad con su gozo, paz y unión. Dios tomó la iniciativa para amarte. Dios te ama, y lo único que te pide es que creas en su amor, que creas en Él y confíes en su plan, más que en el tuyo. Lo primero que Dios nos pide no es que lo amemos, sino que nos dejemos amar por Él. Sólo manifiéstale que quieres experimentar su amor por ti. No se trata de que nosotros intentemos llegar a Él. Es Él quien quiere llegar a nosotros. No se trata de que nosotros lo alcancemos a Él, sino que nos dejemos alcanzar por Él. Antes de que nosotros empezáramos a buscarlo ya Él nos andaba buscando. Él tomó la iniciativa. Un día Saulo de Tarso decidió perseguir a Jesús y emprendió el camino de Damasco para apresar a los cristianos. Sin embargo era Jesús quien lo iba persiguiendo a él, hasta que lo alcanzó y lo tiró del caballo. En ese momento Saulo quedó preso del amor de Jesús. Dios lo sedujo y él simplemente se dejó seducir: Jer 20, 7.  Escribiendo a los Gálatas les dice: Ahora  que aman a Dios: o mejor dicho, ahora que Dios los ama a ustedesGal. 4,9 Es que no fueron los Gálatas los que amaron a Dios. Primero Dios los amó a ellos. El amor no consiste en que nosotros amemos a Dios sino en que Él nos amó primero: 1 Juan 4,19. No fuimos nosotros los que lo elegimos a Él, Él nos eligió primero: Juan 15,16. Nosotros no le hacemos a Dios el favor de amarlo. Es Él quien nos favorece a nosotros con su amor que es eterno. A veces nosotros buscamos a Dios y lo queremos amar. Pero nadie puede amarlo si antes no ha experimentado su amor. Hay que hacer un alto, detenernos y dejarnos alcanzar por Él, por su amor.Dios ama a todos los hombres, porque todos somos sus hijos y hechura de sus manos. Ama a los buenos y a los malos, hombres y mujeres, católicos y protestantes, ateos o perseguidores de la Iglesia, sacerdotes, lideres sindicales, cabareteras o prostitutas. Nos ama a todos porque todos somos sus hijos.Dios no nos ama por lo que hacemos, sino por lo que somos: sus hijos, Dios no nos ama porque nosotros somos buenos sino porque el Bueno es Él. No nos ama porque nosotros lo amamos, sino porque Él es amor. 1 Jn 4,8.

domingo, 24 de julio de 2016

sábado, 23 de julio de 2016

LA HUMILDAD


 “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Proverbios 22.4).

La humildad es una característica del alma que nos prepara para tener fe. Muchas personas alaban la virtud de la humildad y la consideran una joya hermosa; pero ellas mismas no la quieren poseer, pues ella termina con su ego y su orgullo.
El orgullo y la humildad

La Biblia muchas veces contrasta el orgullo con la humildad. Notemos algunos de sus contrastes:
“Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4.6).
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Lucas 14.11).
“La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra” (Proverbios 29.23).
“Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios” (Proverbios 16.19).
“Jehová asolará la casa de los soberbios” (Proverbios 15.25). “Pero los mansos heredarán la tierra; y se recrearán con abundancia de paz” (Salmo 37.11).
“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16.18). “Cualquiera que se humille (...) ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18.4).
“Y tú (...) que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida” (Mateo 11.23). “Humillaos delante del Señor, y él os exaltará” (Santiago 4.10).
Otro contraste entre el orgullo (considerarse uno superior a los demás) y la humildad (reconocer uno que es indigno) se presenta en Lucas 18.9–14. El fariseo que se exaltó a sí mismo no logró favor de Dios, mientras que el publicano quien confesó ser pecador alcanzó misericordia.
Dios siempre condena el orgullo, mas siempre aprueba la humildad.
Evidencias de la humildad
1. Ser como niño

Según nos dice Mateo 18.1, los discípulos querían saber quién era el mayor en el reino de los cielos. Jesús puso a un niño en medio de ellos, diciendo: “Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18.4). Jesús es nuestro ejemplo perfecto de uno que siempre andaba con el espíritu de humildad. Filipenses 2.6–7 dice esto acerca de Jesús: “El cual (...) no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo”. Jesús no buscó la grandeza, pero después de humillarse “Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2.9). Los que, como Cristo, manifiestan un espíritu manso, sumiso y humilde pertenecen a Dios y serán exaltados a su debido tiempo. La sencillez semejante a la de un niño, la inocencia y no guardar rencor son evidencias de la verdadera humildad. 2. La mansedumbre. Efesios 4.2 dice que “con toda humildad y mansedumbre” debemos soportarnos con paciencia los unos a los otros en amor. Los humildes nunca caen desde muy alto porque no se exaltan a sí mismos. Pero los que se exaltan a sí mismos caen y sufren. Sería bueno notar aquí que hay una diferencia entre la humildad y la humillación: la humillación, por lo general, es nada más que el orgullo herido. Los mansos no se ofenden fácilmente. “Ciertamente la soberbia concebirá contienda” (Proverbios 13.10). Cuando se hiere el orgullo del hombre, él muy pronto lo siente y el resultado es contención. Pero con los mansos es diferente. Como su Salvador, cuando los maldicen, ellos no responden con maldición; cuando son perseguidos, lo sufren todo con mansedumbre; cuando los injurian, lo soportan todo sin responder. Los mansos oran por sus enemigos, amontonando así “ascuas de fuego” sobre sus cabezas según Romanos 12.18–20. Eso sí es humildad. 3. La modestia. La modestia se manifiesta en el semblante, en las costumbres y en el vestir de la persona humilde. Uno que tiene un corazón humilde no tiene ojos altivos y no sigue la moda. Los humildes se conocen por su manera de ser; son modestos en cuanto a su apariencia y sus costumbres. Ellos no se jactan de ser más importantes que los demás y no lucen ropa de gala. Cuando el corazón está lleno de humildad el “gran yo” no se ve. La modestia es fruto natural de la humildad y se manifiesta en toda área de la vida de la persona humilde. ¿Por qué ser humilde? 1. Dios así lo ordena en su palabra. Dios manda que los santos se humillen “bajo la poderosa mano de Dios” (1 Pedro 5.6), que se vistan de humildad (Colosenses 3.12), que se revistan de humildad (1 Pedro 5.5) y que anden con toda humildad (Efesios 4.1–2). 2. Dios se satisface con la humildad y la bendice. (Lea Proverbios 16.19; Mateo 5.3, 5.) Dios da gracia a los que son humildes (Santiago 4.6). Los que poseen la humildad son los mayores en el reino de Dios. “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad” (Proverbios 22.4). 3. La humildad es la precursora de la exaltación verdadera. ¿Ha notado usted que la Biblia con frecuencia habla de la exaltación junto con la humildad? Sin embargo, no debemos tratar de humillarnos con la esperanza de ser exaltados. Es importante saber que la senda del orgullo siempre lleva al desastre, mientras que la senda de la humildad siempre lleva a la exaltación. Pero no debemos preocuparnos de cuándo y cómo seremos exaltados. Dios se encargará de todo eso. Lo que nos toca a nosotros es seguir en la humildad, confiar en Dios, obedecer su palabra, mantenernos al pie de la cruz y recordar que las promesas de Dios a los humildes son seguras. 4. Dios escucha las oraciones de los humildes. “No se olvidó del clamor de los afligidos” (Salmo 9.12). Los ninivitas se vistieron de cilicio y ceniza ante Dios. Ezequías se humilló ante Dios y oró que fuera librado del poder de Senaquerib. El publicano rogó a Dios por misericordia. Todos estos acudieron a Dios en humildad, y él oyó sus oraciones. A nuestro Dios Todopoderoso le place contestar las oraciones de los mansos y humildes que vienen a él con súplicas y oraciones. La humildad fingida. Como Pablo menciona en Colosenses 2.18 hay algo que parece ser la humildad, pero en verdad no lo es. Esta es la humildad fingida y la debemos evitar. Algunos, al darse cuenta de los méritos de la humildad, la codician por su excelencia o por la exaltación que buscan. Buscar la humildad por razones egoístas trae como resultado la humildad fingida. Los que se sienten orgullosos por su humildad algún día se darán cuenta de que era una humildad fingida la que tenían. Es la voluntad de Dios que seamos exaltados. Pero su camino a la exaltación es distinto que el camino que llevan los que quieren exaltarse a sí mismos. Su rumbo es distinto; su destino también lo es. La exaltación a la que aspira el hombre siempre exalta su propia voluntad carnal, mientras que Dios desea exaltar al hombre según su imagen y propósito. Para esto, la carne tiene que estar muerta de tal manera que no responda a los deseos carnales. Algunos piensan que los dones espirituales exaltan a la persona que los posee y por eso los buscan con empeño. Pero la verdad es que el que recibe dones espirituales auténticos tiene que humillarse más, crucificar más la carne y entregarse más a Dios. Dios no da dones espirituales para promover nuestras propias metas y aspiraciones. “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5.6).