APRENDAMOS A BUSCAR LA PRESENCIA DE DIOSPARA ELLO HACE FALTA INTENSIDAD Y HAMBRE
Tenemos que aprender a buscar la Presencia de dios, para ello hace falta intensidad y hambre. Todo esto va envuelto en una nube de la presencia de Dios. Con los cinco sentidos que Dios nos ha dado es para discernir todo lo que nos pasa. Generalmente es muy fácil sentir su Presencia cuando todo alrededor es una balsa de aceite, pero decir que estamos sintiendo la Presencia, ¿habiendo disensiones entre las hermanas? No puede ser en absoluto.
Debemos
por el Espíritu Santo llegar incluso a corregirnos sin temor de ofensas (si no,
no sería por el Espíritu Santo). Humanamente hacemos cosas para imitar que
tenemos la presencia, pero esto no lleva a ninguna parte.
Si
de verdad ofendemos en palabra o en hechos a alguien, la verdadera Presencia
hace que rectifiquemos y nos tiremos al suelo para pedir perdón. Hoy el pueblo
de Dios en general, no practica el pedir perdón, es más, incluso se le ha
olvidado, reconocer sus falta. ¿Cómo de esta manera intentan hablar del Amor de
Dios, de la comprensión? Ante los ojos de Dios, nuestra vidas están expuestas y
el día que estemos ante su Persona, Él nos preguntara ¿Qué es lo bueno que no hiciste?
¿No perdonaste? Al perdonar desde lo profundo del corazón, es cuando sentimos
de verdad su Presencia. Sin ese perdón no se alcanza la Unidad de las mujeres
en el Pueblo de Dios en general.
Todos
decimos amar a Dios con todo el corazón (incluso las religiones más
importantes) pero lo que nos puede hacer diferentes a los hijos de Dios es la
capacidad de perdonar como Jesús. Obedecer su Palabra es la base de una vida
congregada y decidida a servirle. No viene la presencia tan fácilmente y sin
perdón. Sentir un temblor o un escalofrío no define ni lejos la Presencia. Sin
cambiar mi actitud y mis ofensas, mentimos si decimos que tenemos su Presencia.
Los demás lo pueden decir según nuestro ejemplo y testimonio.
Oír
estos temas y no meditarlos en el corazón es como preparar una comida deliciosa
y sólo olerla y no probarla.
Empezar
a reconocer lo vacías que estamos, es lo mejor para pedir perdón nosotros
primero.
El
Amor de Dios no actúa por libre, es exclusivo del Perdón sin condición. El
Perdón de Jesús dice “Ellos no saben lo que hacen…” nos pensamos que a nosotros
nos hacen más que al Señor.
La
Presencia que se siente al mirar al Dios Vivo es incomparable. La Presencia y
el Amor de Dios miran a la derecha donde está el prójimo necesitado.
Mientras
uno mira al Cielo sino mira al prójimo no agrada a Dios.
Los
sentimientos, las penas son muy traicioneras y no hemos de obedecerlos.
Para
sentir su presencia hay que tener la boca cerrada y no considerar los
sentimientos que nos rodean. Su Presencia es pura y se marcha cuando nuestro
corazón no reúne los requisitos. La misma Presencia de Dios no te hace hablar,
te hace estar en la prudencia del silencio. Él es justo y no quiere que nos
defendamos a nosotros mismos, porque nos equivocaremos seguro.
El
Amor de Dios nos limita, es decir, no nos permite muchas cosas. Este nos enseña
a caminar en la vida cristiana pero cambiando todo lo viejo. No quiere su Amor
dar paso a rebeldías, envidias etc. del pasado. Si no cambio de verdad no puedo
hablar de su Presencia, de experiencias en visiones, todo eso es falso, falso. Con
la Presencia, podemos llegar al final de los días, aunque afligidos, pero con
su Presencia. El Dios bueno hace que en medio de la tribulación y la
persecución sintamos el Amor de Dios y su Presencia, como en el caso de los Pastores,
tienen sus espaldas cosidas de cuchillos de murmuración, pero el Dios del Cielo
se encarga de traer Paz a sus vidas. La Presencia te prepara para recibir la
persecución. No es la misma que tienen los ministerios que el pueblo. En el
caso de los Pastores de Samaria, un ángel del Señor le avisó por visión a la
Pastora de que venía una prueba muy fuerte a casa, le dijo que estuviera firme
y preparada. Esta experiencia, la asustó en principio pero luego le ayudo a
estar preparada para recibir el golpe. Para mantener su Presencia de continuo,
Maru no permite nunca, nunca, que le hablen nada malo de ninguna congregación.
Si me hablan mal de otra iglesia, seguro que también lo harán de la mía
después. Cada pastor dará cuenta de la iglesia que está guiando. Una
congregación sin el Amor de Dios y sin la Presencia crea confusión en la
sociedad. Cuando hay una obstinación en las mentes, es muy difícil entender el
camino. Los sentimientos deben quedarse al lado del camino y mirar a la meta
solamente. Su Presencia debe acompañarnos siempre. A veces incluso en lugares
que visitamos hemos sentido una mala presencia (del diablo) y esto nos
perjudica y debemos salir de ahí. Las personas Ungidas por su Presencia
desprenden una dulzura y una paz que contagia. La Presencia se trasvasa de los
Pastores a las personas sensibles al Espíritu. Las cosas del Espíritu siempre
merecen un respeto con temor. A veces el contraste de su Presencia con los
sentimientos de las personas crea un contraste muy fuerte; pero nunca debe
provocar miedo.
La
Presencia es sobrenatural y no hace desfallecer pero no se puede comparar con
nada natural. Su Presencia es más que una experiencia es el contacto de lo
divino con lo terrenal.
Bendiciones.
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