¿Por
qué es tan importante que nuestra fe sea fuerte?¿Cómo
podemos fortalecer nuestra fe?¿Cómo
se puede saber si un cristiano tiene una fe fuerte?1.
¿Por qué es tan importante la fe? (Vea la ilustración del principio.)
¿Por qué es tan importante que nuestra fe sea fuerte?¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe?¿Cómo se puede saber si un cristiano tiene una fe fuerte?1. ¿Por qué es tan importante la fe? (Vea la ilustración del principio.)
“¿SERÉ
el tipo de persona que Jehová salvará cuando llegue la gran tribulación?” Es
probable que nos hayamos hecho alguna vez esa pregunta. Obviamente, se
necesitan varias cosas para sobrevivir al fin de este mundo, pero una de las
más importantes es la que mencionó el apóstol Pablo en Hebreos 11:6: “Sin fe es
imposible serle de buen agrado [a Dios]”. Este puede parecer un requisito fácil
de cumplir, pero la realidad es que “la fe no es posesión de todos” (2 Tes.
3:2). Como lo demuestran estos dos pasajes bíblicos, es muy importante tener
una fe firme y sólida.
2,
3. a) ¿Por qué es tan importante tener fe? b) ¿Qué preguntas contestaremos a
continuación?
2
Por su parte, el apóstol Pedro dijo que nuestra fe debe ser de calidad
“probada” (lea 1 Pedro 1:7). En vista de lo cerca que está la gran tribulación,
debemos asegurarnos de que somos la clase de personas que tienen “fe que
resulta en conservar viva el alma” (Heb. 10:39). Por eso es vital que sigamos
el ejemplo del hombre que le suplicó a Jesús: “¡Ayúdame donde necesite fe!”, y
el de los apóstoles, que le pidieron: “Danos más fe” (Mar. 9:24; Luc. 17:5).
3
En vista de lo necesaria que es la fe, debemos contestar las siguientes
preguntas: ¿De qué manera se fortalece la fe?
¿Cómo se puede saber si un cristiano tiene fe? ¿Cómo sabemos que Dios
nos contestará si le pedimos más fe?
LA
CLASE DE FE QUE AGRADA A DIOS
4.
¿El ejemplo de quiénes puede ayudarnos a fortalecer nuestra fe?
4
“Todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado [en la Biblia] fueron
escritas para nuestra instrucción.” (Rom. 15:4.) Entre esas cosas están los
relatos de hombres y mujeres de fe como Abrahán, Sara, Isaac, Jacob, Moisés,
Rahab, Gedeón, Barac y muchos otros. Dichos relatos pueden ayudarnos a
fortalecer la fe (Heb. 11:32-35). Pero además contamos con las biografías de
siervos de Dios de la actualidad que han demostrado una fe ejemplar. 5.
a) ¿Cómo sabemos que Elías tenía una fe de calidad probada? b) ¿A qué nos anima
el ejemplo de Elías?
5
Un ejemplo de tiempos bíblicos es el profeta Elías. Las siguientes situaciones
nos permiten ver la confianza absoluta que tenía en Jehová. Trate de
imaginarlas. Para empezar, Elías le dijo al rey Acab que Jehová traería una
sequía. Note la seguridad en sus palabras: “Tan ciertamente como que vive
Jehová [...], no habrá durante estos años ni rocío ni lluvia, excepto por orden
de mi palabra” (1 Rey. 17:1). Además, el profeta confió en que Jehová cuidaría
de él y de otras personas durante ese período (1 Rey. 17:4, 5, 13, 14). En otra
ocasión le pidió a Dios que resucitara al hijo de una viuda, seguro de que
recibiría respuesta (1 Rey. 17:21). En el monte Carmelo, Elías no dudó de que
Jehová enviaría fuego del cielo para consumir su sacrificio (1 Rey. 18:24, 37).
Y cuando llegó el momento en que Jehová pondría fin a la sequía, aún antes de
que hubiera señales de lluvia, le dijo al rey Acab: “Sube, come y bebe; porque
hay el sonido de la ruidosa agitación de un aguacero” (1 Rey. 18:41). ¿Verdad
que estos relatos nos animan a preguntarnos si nuestra fe es igual de fuerte
que la de Elías?
¿CÓMO
SE FORTALECE LA FE?
6.
¿Qué se necesita para fortalecer la fe?
6
Como la fe es parte del fruto del espíritu santo, no es posible fortalecerla
sin la ayuda de Dios (Gál. 5:22). Por eso debemos seguir el consejo de Jesús y
pedir a Jehová que nos dé su espíritu. Jesús aseguró que su Padre se lo daría a
todo el que se lo pidiera (Luc. 11:13).
7.
¿Cómo podemos mantener fuerte la fe? Ponga un ejemplo.
7
Una vez que hemos fortalecido nuestra fe, debemos mantenerla así. La fe es como
una fogata. Al principio, las llamas son muy intensas, pero si la fogata se
deja sola, poco a poco se irá apagando hasta convertirse en cenizas. En cambio,
si la alimentamos con leña, podemos mantenerla encendida el tiempo que
queramos. Del mismo modo, podemos mantener nuestra fe viva y fuerte
alimentándola todos los días con la Biblia. De ese modo crecerá el amor que le
tenemos a ese libro y a su Autor, y eso mantendrá fuerte nuestra fe.
8.
¿Qué otra cosa nos ayudará a mantener fuerte la fe?
8
En vista de lo anterior, no basta con las cosas que aprendimos antes del
bautismo (Heb. 6:1, 2). Tenemos que
estudiar las profecías bíblicas que ya se han cumplido, pues eso fortalece la
fe. También debemos usar la Biblia como una herramienta para “medir” si nuestra
fe está a la altura de lo que Dios espera de nosotros (lea Santiago 1:25; 2:24,
26).
9,
10. ¿Cómo nos ayuda a fortalecer la fe... a) ...tener buenas compañías? b)
...ir a las reuniones? c) ...predicar las buenas nuevas?
9
El apóstol Pablo dijo que los cristianos pueden tener “un intercambio de
estímulo” y animarse unos a otros (Rom. 1:12). La compañía de nuestros hermanos
fortalece nuestra fe y la de ellos, sobre todo si son maduros y han demostrado
que su fe es de calidad probada (Sant. 1:3). Las malas compañías apagan el
fuego de la fe; las buenas lo alimentan (1 Cor. 15:33). Por eso, la Biblia nos
manda que no faltemos a las reuniones: porque así podemos seguir “animándonos
unos a otros” (lea Hebreos 10:24, 25). Además, lo que oímos en el Salón del
Reino fortalece la fe. Como bien dice Pablo: “La fe sigue a lo oído” (Rom.
10:17). ¿Se está esforzando por ir a todas las reuniones?
10
La predicación no solo sirve para fortalecer la fe de quienes nos escuchan,
sino también la nuestra. Desde el siglo primero hasta nuestros días, esa labor
ha ayudado a los cristianos a confiar plenamente en Jehová y a hablar con valor
en todo momento (Hech. 4:17-20; 13:46).
11.
a) ¿Por qué tenían una fe tan fuerte Caleb y Josué? b) ¿Qué podemos hacer para
parecernos a ellos?
11
Cuando vemos cómo nos ayuda Jehová y cómo contesta nuestras oraciones, nuestra
fe crece. Eso fue lo que les pasó a Caleb y Josué. Su fe los ayudó mientras
espiaban la Tierra Prometida y siguió creciendo a lo largo de toda su vida al
ver una y otra vez la guía y la ayuda de Jehová. Por eso, Josué pudo decirles a
los israelitas con total convicción: “Ni una sola palabra de todas las buenas
palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado”. Luego añadió: “Teman a
Jehová y sírvanle exentos de falta y en verdad”. Y concluyó diciendo: “En
cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová” (Jos. 23:14; 24:14, 15).
Nuestra fe también crecerá cuando probemos la bondad de Dios (Sal. 34:8).
LA
FE SE TIENE QUE DEMOSTRAR
12.
¿Cómo podemos saber si tenemos una fe fuerte?
12
¿Cómo podemos saber si tenemos una fe fuerte? El discípulo Santiago lo explicó:
“Te mostraré mi fe por mis obras” (Sant. 2:18). En otras palabras, nuestras
acciones son las que demuestran si tenemos una fe firme o no. Veamos algunos
ejemplos.
Una
familia de testigos de Jehová... 1. ...estudia la Biblia, 2. ...predica, 3.
...sale a pasear
Todo
el que da lo mejor de sí en la predicación demuestra que tiene una fe fuerte
(Vea el párrafo 13)
13.
¿Por qué es la predicación una prueba de que tenemos una fe firme?
13
Una excelente manera de demostrar que nuestra fe está firme es predicando. ¿Por
qué? Porque para predicar necesitamos tener fe en que el fin está cerca y “no
llegará tarde” (Hab. 2:3). Por eso es bueno que nos preguntemos: “¿Cuánta
importancia le doy a la predicación? ¿Hago todo lo posible por pasar más tiempo
hablando de la Biblia a la gente?” (2 Cor. 13:5). En efecto, hacer una
“declaración pública para salvación” es prueba clara de que tenemos fe (lea
Romanos 10:10).
14,
15. a) ¿Cómo podemos demostrar en nuestra vida diaria que tenemos fe? b) ¿Cómo
demostraron Rebecca y su familia que tenían una fe firme?
14 Otra manera de demostrar que tenemos una fe
firme es aguantando a pesar de los problemas de la vida. No importa qué
problema tengamos, ya sea una enfermedad, desánimo, depresión o pobreza,
debemos confiar en que Jehová y su Hijo nos ayudarán “al tiempo apropiado”
(Heb. 4:16). La fe nos motivará a pedir a Dios que nos ayude a cubrir no solo
nuestras necesidades espirituales, sino también las físicas. Jesús nos dijo que
pidiéramos “pan para el día según la necesidad del día” (Luc. 11:3). La Biblia
demuestra vez tras vez que Jehová puede encargarse de darnos todo lo que
necesitamos. Pensemos en el caso de Elías. Durante una grave sequía que azotó a
Israel, Jehová le dio agua y comida. Por instrucciones suyas, “los cuervos
mismos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne al atardecer, y
[Elías] siguió bebiendo del valle torrencial” (1 Rey. 17:3-6).
Una
hermana... 1. ...ora junto a la cuna de su bebé, 2. ...alimenta a su bebé, 3.
...lleva a su bebé en la predicación
Todo
el que aguanta a pesar de los problemas demuestra que tiene una fe firme (Vea
el párrafo 14)
15
Los siervos de Dios confiamos en que si ponemos en práctica los consejos de la
Biblia, nunca nos faltará lo necesario. Rebecca, una cristiana que vive en un
país de Asia, pudo comprobar esta verdad. Ella y su familia pusieron en primer
lugar el Reino, como aconseja Mateo 6:33, y trabajaron muy duro, como
recomienda Proverbios 10:4. Rebecca cuenta que su esposo decidió renunciar a su
empleo porque estaba poniendo en riesgo su espiritualidad y la del resto de la
familia. El problema es que tenían cuatro niños que mantener. “Nos pusimos a
hacer repostería para vender —recuerda Rebecca—, y ya llevamos varios años
viviendo de eso. Jehová nunca nos ha abandonado. Siempre hemos tenido qué
comer.” ¿Ha vivido usted alguna situación similar que le haya permitido
demostrar su fe?
16.
¿Cómo nos irá si confiamos en Dios?
16 No lo dude nunca: obedecer a Dios siempre
será para su bien. En Gálatas 3:11, Pablo citó estas palabras de Habacuc: “El
justo vivirá a causa de la fe” (Hab. 2:4). Es vital que pongamos toda nuestra
fe en aquel que puede ayudarnos mejor que nadie. Pablo nos recuerda que Jehová
es el único que tiene el poder de “hacer más que sobreabundantemente en exceso”
las cosas que le pedimos (Efes. 3:20). Los cristianos nos esforzamos al máximo
por hacer lo que agrada a nuestro Dios, pero como sabemos que tenemos limitaciones,
confiamos en que él bendecirá nuestros esfuerzos. ¿No está agradecido de tener
a Jehová a su lado?
JEHOVÁ NOS RESPONDERÁ SI LE PEDIMOS FE
17.
a) ¿Cómo fue contestada la petición de los apóstoles? b) ¿Cómo sabemos que Dios
nos responderá si le pedimos más fe?
17
Después de analizar los párrafos anteriores, es probable que sienta lo mismo
que los apóstoles cuando le pidieron a Jesús: “Danos más fe” (Luc. 17:5). Esa
petición fue contestada de manera muy especial en el Pentecostés del año 33,
cuando recibieron espíritu santo y entendieron mejor lo que Dios quería de
ellos. Eso fortaleció su fe y, como resultado, los ayudó a realizar la obra de
predicación más grande que se había llevado a cabo hasta ese momento (Col.
1:23). ¿Nos responderá a nosotros Jehová si le pedimos más fe? La Biblia dice
que sí, pero siempre y cuando “lo que pidamos [sea] conforme a su voluntad” (1
Juan 5:14).
18.
¿Qué bendiciones le dará Jehová a todo aquel que se esfuerce por tener fe?
18
A Jehová lo hace sentir muy contento que confiemos en él sin reservas. Él nos
dará fe si se la pedimos; nos dará tanta fe que estaremos entre las personas
que serán consideradas dignas “del reino de Dios” (2 Tes. 1:3, 5).
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