Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Yavéh, que Yavéh habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
Esforzados y Valientes ¿Por qué?
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Yavéh tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. (Josué 1, 1-9)
Con el tiempo, uno logra comprender que hay, por decirlo de alguna manera, una fe para aguantar y una fe para salir adelante, un liderazgo para sostener y solucionar y un liderazgo para guiar y romper límites y paradigmas. Además, habitualmente aparecen en ese orden aunque lamentablemente muchas personas se quedan sólo en el primer nivel: aguantando, sosteniendo y solucionando sobre la marcha.
El liderazgo de Josué tenía exigencias diferentes a las de Moisés. A su predecesor se le dijo: sigue la nube, sigue la columna de fuego, en cambio a Josué, Dios le dice, ya no hay nube, ya no hay columna de fuego, hay un reto que cumplir, donde tu pongas tu pie, ahí estaré contigo. ¿Sabes que tu liderazgo requerirá una fe superior siempre que se trate de alcanzar nuevos retos?
DOS RAZONES PARA SER FUERTE Y VALIENTE
Hay dos razones por las que Dios le ordena a Josué que sea Fuerte y Valiente. La primera porque a él le tocaba repartir las promesas del Señor y alcanzarlas requería un liderazgo consistente y una fe para salir adelante. La segunda, porque en el tiempo su prosperidad debía ser un indicador de que Dios estaba con él.
Imaginen algo. Quien que era reconocido como representante del Señor era Moisés. Éste muere y entre todo, el Señor le dice a Josué: tú estás a cargo ahora, toma a toda la gente y con ellos vas a pasar el Jordán y vas a conquistar la tierra que yo les daré, no teman que yo estoy con ustedes. Moisés había realizado suficientes hazañas como para que el pueblo se diera cuenta de su alcance pero ¿Y Josué? Él sólo tenía como aval que siempre había estado con Moisés, pero liderar semejante empresa requería otro tipo de disposición y actitud.
El Señor le dice ESFUERZATE Y SE VALIENTE, necesito que hagas dos cosas como líder. La primera, debes GUIAR a la gente hacia la bendición (porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres…) y la segunda debes SER EJEMPLO DE BENDICIÓN (para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas…).
Esforzarse implica ir en contra de algo, llevar las fuerzas al límite, enfrentarse a fuerzas contrarias. Ser valiente implica enfrentar los propios miedos y que la fe sea mucho mayor que cualquier pensamiento o sentimiento contrario a la voluntad de Dios. Como líder ESFORZARSE Y SER VALIENTE implica saber que habrá fuerzas contrarias a nuestra visión y misión, y que habrá miedos, pensamientos y sentimientos que enfrentar en el camino.
¿No sabemos acaso que la gente anhela en su corazón (aunque muchas veces no lo saben) una vida en Dios? Muchas personas buscan ese “no sé qué” que los llene, que los haga sentirse realizados y en paz, y terminan intentando llenar esos vacíos con satisfacciones pasajeras. Como líderes debemos luchar, esforzarnos y ser valientes por llevar a esa gente a alcanzar lo que Dios en su misericordia ha ofrecido dar por gracia: vida y vida en abundancia.
Sin embargo no confiarán de manera consistente mientras no vean en nosotros la prueba de que Dios va hasta donde “ponemos nuestros pies” y que somos prosperados en las cosas que emprendemos. La razón por la que el desarrollo espiritual, personal, familiar, académico y profesional de un líder es importante, es porque esa prosperidad puede significar un incentivo a la confianza en el camino que les proponemos y en un Cristo que significa más que misas y tradiciones. Puede ser el primer paso para que sus corazones se vuelvan realmente a su Padre del Cielo.
Dice la palabra “Busca primero el Reino de Dios y lo demás vendrá por añadidura” ¿y cómo lidero de manera efectiva si “lo demás” no viene por añadidura? ¿Cómo creen en un Cristo misericordioso, en un Padre amoroso si no ven bendiciones en mi vida? ¿Cómo creen realmente que pueden pedir y se les dará, que pueden buscar y hallarán, que pueden tocar y se les abrirá? No significa que no haya problemas, angustias y tribulaciones, significa que hay que ser ESFORZADO Y VALIENTE y dispuesto a hacer lo que Dios nos enseña por FE, POR AMOR Y POR GRATITUD a nuestro Padre bueno que ha puesto sus ojos en nosotros.
Recuérdalo, en tu liderazgo, tu esfuerzo y valentía debe estar enfocado en GUIAR a la gente a la bendición, y en SER EJEMPLO DE BENDICIÓN mediante tu prosperidad espiritual, personal, familiar, académica y laboral. Es un reto tremendo, pero no hay que temer, hay que ser esforzados y valientes porque Dios está con nosotros, nos ama y lo amamos.
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