En muchas ocasiones creemos que lo que hacemos no tiene un gran valor, quizá porque nadie se da cuenta de lo que hiciste con tanto esfuerzo o quizá porque no recibiste ni una sola felicitación por la obra que llevaste a cabo.
Y es que vivimos en un mundo hoy en día en donde ya no se suele reconocer el trabajo, el esfuerzo o la dedicación que alguien tenga para realizar determinado trabajo. Estamos tan acostumbrados a una rutina y a veces pareciéramos maquinas que hacemos todo por pura programación.
Esta mañana al pedirle a Dios que me diera un tema
para escribir, Él ponía en mi corazón que hay muchas personas que están
realizando un trabajo para el Señor y que no están siendo reconocidos, pero al
mismo tiempo sentía en mi corazón que Él quería que supieras que tu trabajo no
es en vano y que Él está observando tu esfuerzo.
Y es que eso es lo lindo de trabajar para el Señor,
que todo lo que haces tiene un valor especial para Él, porque Él si lo valora,
porque Él si te ve y seguramente te recompensara por tu esfuerzo.
Quizá en ocasiones no recibirás ni siquiera un
“gracias” por lo que estas haciendo, quizá no te dirán que estuvo bonito tu
trabajo y en algunos casos ni siquiera notaran que tu fuiste parte de algo,
pero sin embargo aunque para nosotros se nos escape tu trabajo o tu esfuerzo
hay alguien que lo vio y que está contento por lo que hiciste.
La Biblia nos recuerda algo importante: “Todo lo
que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor
Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa,
parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a
Cristo, que es su verdadero dueño.” Colosenses 3:23-24 (Traducción en lenguaje
actual).
En muchas ocasiones hice algunas tareas para el
Señor y no recibí ni un gracias, ni una palabra que me animara a seguir
haciéndolo, sin embargo comprendí, que lo que hago no lo hago para encontrar el
favor o la aprobación humana, sino mas bien para agradar a aquel que un día
creyó en mi, aquel que un día me busco, me llamo, me perdono y me dio una nueva
vida.
Quizá estés pasando un momento de tristeza al ver
que nadie nota lo que haces para el Señor, sin embargo eso no quiere decir que
a Dios se le escapa lo que estas haciendo para Él, de ninguna manera, Dios esta
pendiente de cada cosa, por pequeña que creas que es, Él se siente gozoso de
verte hacerlo y eso debería ser razón suficiente para seguir sirviéndole a Él,
porque de algo tienes que estar seguro y es que tú le sirves a Él.
Hoy quiero animarte a seguir sirviéndole, a seguir
haciendo cosas para el Señor, que nada te desanime, que nada te quite el gozo
que Dios puso en tu corazón, y que a pesar de no recibir ni un pequeño
reconocimiento a tu trabajo, sigas haciéndolo, porque no estas para recibir
reconocimientos, sino mas bien para reconocer a través de tu trabajo lo que
Dios ya hizo por ti, dándote vida y vida en abundancia.
Hoy quiero que dejes de pensar en dejar de hacer lo
que haces para el Señor, quita de tu mente que lo que haces no tiene importancia,
por muy humilde que sea tu servicio, por muy pequeño que creas que es tu
privilegio, ¡Síguelo haciendo!, porque si eres fiel en lo poco, Dios te pondrá
en lo mucho, a Él nada se le escapa, Él está pendiente de cada detalle y esta
muy feliz de ver como tu vida ha cambiado y ahora le sirves a Él.
Si el hombre no reconoce tu esfuerzo o tu trabajo
para el Señor, ¡No te preocupes!, Dios si ha tomado en cuenta todo lo que has
hecho, estás haciendo y lo que harás para Él, y Él a su debido tiempo te
recompensara por el esfuerzo, dedicación y pasión con la que le sirves.
¡Adelante siervo de Dios!
“Estoy enterado de todo lo que haces. Sé muy bien
que me amas y que no has dejado de confiar en mí; también sé que has servido a
los demás, y que ahora los estás ayudando mucho más que al principio”. Apocalipsis
2:19 (Traducción en lenguaje actual)
por Enrique Monterroza
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