¿Has experimentado esos momentos de la vida en la cual por alguna razón nos sentimos alejados de Dios?, hablo de esos momentos en los que no logramos percibir su presencia o sentimos como que estamos en un desierto en donde todo parece solitario y en silencio.
¿Alguna vez has dicho: “Me siento alejado de
Dios”?, es una frase que regularmente ocupamos para
referirnos al hecho que
nuestra relación personal con Él no está del todo como tendría que estar.
Quizá por alguna razón has dejado de orar, quizá ya
no estás leyendo la Biblia como acostumbrabas a hacerlo, quizá el congregarte
ahora se te hace un poco pesado y siempre encuentras una buena excusa para
quedarte en tu casa.
De pronto te das cuenta que hay ciertas cosas en ti
que habían desaparecido, que ahora están volviendo a aparecer. Tú lenguaje está
cambiando, tú forma de ver las cosas también, sin darte cuenta de repente te
encuentras pensando y viviendo como antes.
No hablo de que ahora ya no eres un cristiano,
porque sé que en el fondo de tu corazón reconoces a Dios como tu Salvador, pero
¿También lo reconocerás como tu Señor?
Sentirse alejado de Dios es uno de los sentimientos
más duros que el verdadero cristiano puede llegar a sentir. Analizar y darse
cuenta que poco a poco su relación con Dios se ha ido apagando, es una de las
razones por las que muchos optan en lugar de restaurar esa relación, acomodarse
a vivir una vida cristiana fría.
Ser un cristiano frio es no tener la mínima
intención de hacer algo por mejorar tu estado de vida espiritual, de servir a
aquel que dio su vida por ti, es acomodarse a una vida rutinaria, sin
experimentar encuentros especiales con Dios, ni tener una relación diaria con
Él la cual puede llevarlo a mejorar en muchos aspectos de su vida y sobre todo
a ser usado para un propósito especifico que Dios tiene para cada uno de
nosotros.
A veces nos encontramos en esos baches de la vida
en la cual simplemente: Nos sentimos alejados de Dios.
Ahora bien, yo te pregunto:
¿Te quedaras en ese estado siempre?, ¿Harás algo
por salir de ese alejamiento?, ¿Hay en tu corazón una verdadera intención de
mejorar tu vida junto al Señor?
Hoy quiero invitarte a salir de ese acomodo o
alejamiento que sientes de Dios; quizá querer salir de allí se te ha hecho muy
difícil, quizá en parte tienes la intención de hacerlo, pero tu intención dura
muy poco y de pronto te encuentras nuevamente en donde comenzaste.
Sé lo difícil que es querer salir de un acomodo
espiritual, querer acercarte nuevamente a Dios y comenzar a tener una verdadera
relación personal con Él, también sé que hay muchos que quisieran salir, pero
simplemente no han podido, lo han intentado, mas no logrado, y estoy seguro que
en más de alguna vez te has sentido defraudado de ti mismo, al saber que aunque
quieres no puedes salir de esa rutina y de ese estado tan frio que ya no te
deja disfrutar de la presencia de Dios a totalidad o como antes la disfrutabas.
¿Qué hacer para salir de allí?
Primero: Tienes que intentarlo, y si fallas,
entonces: vuelve a intentarlo. El inventor Edison dijo: “Peor que muchos
fracasos, son pocos intentos”. ¿Cuántas veces lo has intentado?, ¿Fallaste?,
¿Cuántas veces lo seguiste intentando?, la mayoría de nosotros lo intentamos
pocas veces y al ver que fallamos en el intento, simplemente renunciamos a
intentarlo nuevamente.
“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su
debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por
vencidos”. Gálatas 6:9 (Nueva Traducción Viviente)
Si realmente quieres salir de ese estado
espiritual, tienes que intentarlo todos los días. Cada día tienes que intentar
hacer algo por mejorar tu relación personal con Dios, jamás cansarte de
intentarlo, porque con los múltiples intentos encontraras la respuesta.
Segundo: Comienza desde lo básico, no te pongas a
querer orar una hora o dos horas, comienza con lo básico, quizá la primera
semana un par de minutos, quizá cinco minutos diarios podrían comenzar a
sembrar en ti la semilla de la oración. Luego de un tiempo de mantener ese
tiempo puedes intentar hablar con Dios por más tiempo, quizá diez minutos o
quince, y así puedes con el tiempo incrementar tus momentos íntimos con el
Señor, cuando vengas a darte cuenta, tu vida será una constante comunicación
con Dios. Igualmente con la lectura, no pretendas leer la Biblia en un mes o en
una semana, tranquilo, comienza con lo básico, quizá un capitulo diario bien
leído y reflexionado, puede ayudarte mucho, con el tiempo y mientras desarrollas
el habito de leer, te encontraras con mejores momentos de lecturas y más
prolongados. Pero todo comienza con lo básico.
La mayoría fracasa en este punto porque quieren
comenzar desde la cima, quizá han escuchado que cierto personaje que es muy respaldado
por Dios ora cinco horas diarias y lee la Biblia seis horas al día y quieren
imitar. Si ese personaje realmente hace eso, pues ¡Gloria a Dios!, pero para
todos los demás que nos cuesta esto, entonces comencemos por lo básico y
progresivamente iremos mejorando tanto en tiempo, como en calidad.
Tercero: Empápate de cosas buenas. Si tu sabes que
visitar ciertos lugares no te traen nada bueno, ¿Qué haces visitándolos?, si tu
sabes que ciertas amistades te están influenciando a cosas negativas, ¿Por qué
les sigues dando tanto tiempo?, Si tú sabes que la televisión, la computadora,
el ipod o cualquier otra cosa te está robando mucho tiempo que bien podrías
invertir en el Señor, ¿Por qué no le das un tiempito al Señor?, estoy seguro
que Él puede hacer de ese “tiempito” algo especial para tu vida.
“En fin, hermanos, piensen en todo lo que es
verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo
que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su
mente ocupada en eso”. Filipenses 4:8 (Palabra de Dios para Todos)
A veces nos quejamos de no sentir a Dios y de que
quizá Él se ha apartado de nosotros, pero ¿Te has puesto a pensar que Él jamás
se aparta de nosotros, pero que nosotros sí nos apartamos muy a menudo de Él?
Hoy es un buen día para comenzar de nuevo,
¡Inténtalo una vez más!, no te sigas sintiendo alejado de Dios, porque tú mismo
tienes la llave para encontrarte con Él, no tienes que ir a un lugar especifico
para encontrarte con Él, lo puedes hacer allí mismo donde estas, puedes cerrar
tus ojos, centrarte en Dios y comenzar a hablar con Él como hablas con tu mejor
amigo. Respirar su presencia y sentir su abrazo, son cosas que no se pueden
comprar, pero que están al alcance de todo aquel que con un corazón sincero
quiere acercarse y sentir su presencia.
Hoy quiero elevar una oración por tu vida y por la
mía, para que Dios nos ayude a acércanos a Él:
“Señor, te doy gracias por cada momento especial
que nos permites tener a tu lado, Padre, quizá en muchas ocasiones nos hemos
alejado de ti, quizá hemos dejado de buscarte como te lo mereces, quizá hemos
permitido que otras cosas nos roben tu tiempo, pero en este día quiero pedirte
que nos perdones, que nos ayudes y nos motives a buscarte, que nos ayudes para que
tengamos diariamente la voluntad de estar contigo, que en nuestro corazón
existe cada día un deseo muy fuerte de encontrarnos contigo, que jamás nos
cansemos de intentarlo, que jamás nos rindamos de buscar tu presencia. Padre
Santo, hoy quiero pedirte en especial por todos aquellos que se sienten
alejados de ti, por todos aquellos que de una u otra forma piensan que ya no
pueden entablar aquella relación tan linda que un día tuvieron contigo, hoy te
pido que toques sus corazones, hoy te pido que pongas en cada uno de ellos la
voluntad y la convicción de poder acercase confiadamente a ti, que a partir de
este día ellos puedan comenzar a elaborar nuevamente aquella relación que un
día tuvieron contigo, te pido que les ayudes, que los tomes de la mano y no lo
sueltes, que puedan experimentar momentos únicos y especiales contigo que los
motiven a seguir buscándote, por favor Señor, te pido que no te olvides de
ninguno de ellos y que cumplas tu propósito en sus vidas. Bendigo a cada uno de
los que este día leen estas líneas y sobre todo bendigo a toda aquella persona
que hoy tu motivaras a comenzar de nuevo esa relación personal contigo,
bendícelos doblemente, en el Nombre Poderoso de
¡Dios no está lejos, está al alcance de todos!
“Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y
salvar a los que viven alejados de Dios”.
Lucas 19:10 (Traducción en lenguaje actual)
Jesús, Amén”.
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