Cada verdadero seguidor de Jesucristo dice que
quiere hacer la voluntad de Dios. Pero la mayoría de los cristianos piensan
que la voluntad de Dios es algo que se le impone – algo de mal gusto y difícil,
lo cual están obligados a hacer.
Yo creo que la perfecta voluntad de Dios es un
asunto de gran importancia para todos aquellos que dicen amar al Señor. Y
existe una vasta diferencia ENTRE SOMETERSE A LA VOLUNTAD DE DIOS Y
ACEPTAR SU VOLUNTAD.
Someterse significa “sujetarse a” o “rendirse a condiciones impuestas.” A menudo, uno piensa en someterse en términos de castigo o disciplina. Por ejemplo, el gobierno de Irak fue obligado a someterse a condiciones de castigo por las Naciones Unidas. Los iraquíes no aceptaron esta disciplina impuesta – más bien, se sometieron a ella.
Tristemente, muchos cristianos ven la voluntad de
Dios de esta manera. Se imaginan a Dios como demandando que se rindan a un
grupo de reglas y condiciones: “¡Hazlo a mi manera, o te desamparo!”
¡Cuan equivocados están! Cuan diferente de nuestro
hermoso Salvador es esta manera de pensar. ¡Lo cierto es, cuando un creyente conoce la gloria de hacer la perfecta voluntad
del Señor, él la aceptara con gozo y esperanza! Aceptar significa, “tomar, como
en los brazos” – presionar a tu pecho como en una expresión de amor y afecto.
Sin embargo, el triste hecho es, muy pocos cristianos aceptan la perfecta
voluntad de Dios.
Quizás estés pensando, “La perfecta voluntad de
Dios me ha pasado por alto. Mi vida es una casualidad – no tiene forma ni
orden.” ¡No! Puedes estar seguro que Dios tiene un plan y voluntad absoluta y
perfecta para cada uno de sus hijos. El no deja ninguna vida a la casualidad.
De hecho, él quiere ordenar cada uno de tus pasos todos los días de tu vida
aquí en la tierra. ¡Y él desea que tú entres en su plan y voluntad para ti hoy!
La hermosa voluntad de Dios no es solamente para
ministros o santos profundamente espirituales, sino para todos sus hijos. El Nuevo Testamento nos exhorta: “para
no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las pasiones humanas, sino
conforme a la voluntad de Dios.” (1 Pedro 4:2). “os haga aptos en toda obra
buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable
delante de él…” (Hebreos 13:21).
Los apóstoles tuvieron un solo deseo para todas las
iglesias – que CADA MIEMBRO SUPIERA LA VOLUNTAD
PERFECTA DE DIOS para sus vidas y la aceptara. Pablo escribió acerca de
un hermano llamado Epafras: “el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo. …Él
siempre ruega encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis
firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.” (Colosenses 4:12).
Epafras sabía que Dios tenía una voluntad especial para cada uno en la
congregación. Y él sabía que si ellos entraban en la voluntad del Señor, encontrarían
gozo, éxtasis y cada una de sus necesidades suplidas.
Es muy fácil para cualquiera decir, “¡Si, yo quiero
la perfecta voluntad de Dios en mi vida!” Pero lo cierto es, que ningún
creyente entra a su voluntad sin una gran lucha. La perfecta voluntad de Dios
es aceptada o abrazada solo en Getsemaní – y Jesús nos dio el ejemplo.
¡SIMPLEMENTE NO PUEDES ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS
HASTA QUE MUERAS A TODA VOLUNTAD PROPIA!
Fue profetizado de Jesús desde el principio que él
vendría a la tierra por un propósito eterno: a cumplir la voluntad del Padre. “HE
AQUÍ, VENGO, DIOS, PARA HACER TU VOLUNTAD, COMO EN EL ROLLO DEL LIBRO ESTÁ
ESCRITO DE MÍ” (Hebreos 10:7).
Cristo le dijo a sus discípulos: “… porque no busco
mi voluntad, sino la voluntad del Padre, que me envió.” (Juan 5:30). “MI COMIDA
ES QUE HAGA LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIÓ Y QUE ACABE SU OBRA.”
(4:34). “He descendido del cielo, no
para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.” (6:38).
No hubo un momento en la vida de Jesús cuando él no
estaba consciente que su propósito en la tierra era hacer la voluntad del
Padre. ESTO DEBE SER CIERTO DE NOSOTROS TAMBIÉN – QUE EN CADA HORA DEL DÍA
BUSQUEMOS HACER SU VOLUNTAD. El hecho es, que ya no nos
pertenecemos; fuimos comprados con un precio. ¡Y como Jesús, fuimos creados
para hacer la perfecta voluntad del Padre!
Pero, no importa cuán espiritual seas o cuánto
tiempo hayas caminado con Jesús, llegara un tiempo cuando tengas que decidir
una vez por todas cual voluntad prevalecerá en tu vida: la tuya o la del Padre.
Jesús tuvo que enfrentar esa hora. Él sabía que tenía un llamado eterno y
divino. Pero él también era humano - ¡y fue probado grandemente!
Cuando llego esa hora para Cristo, él vio ante sí
el doloroso precio de aceptar la perfecta voluntad del Padre. Significaba
caminar directamente a las mandíbulas de la muerte – a un dolor indescriptible
y desconocido – y él se puso “Mi alma está muy triste, hasta la muerte;” (Mateo
26:38). “Lleno de angustia… y era su sudor como grandes gotas de sangre que
caían hasta la tierra.” (Lucas 22:44). ¡La misma carne de Jesús comenzó a temblar!
PERO
CUANDO ÉL SE LEVANTÓ DE ESA LUCHA, SU ALMA FUE INUNDADA DE ÉXTASIS.
Había algo en el de gloria eterna porque algo fue arreglado: ¡Su propia
voluntad quedó muerta para siempre! NUESTRO SEÑOR FUE A LA CRUZ CON PLENO
GOZO – porque él ya estaba muerto. Él murió a todo lo que era su
humanidad. Y él pudo decir, “Padre, no vino aquí a vivir una vida fácil. Vine a
entregarme para ti. Ahora enfrento el precio - ¡y lo acepto!” Jesús se aferró a
la voluntad del Padre con un afecto que lo levanto por encima de todos los
sufrimientos que le esperaban. Ningún hombre o demonio lo podía tocar. ¡Y ahora
el anticipaba ansiosamente la gloria que sería de su PADRE! SI NOSOTROS HEMOS DE
SER COMO CRISTO, TAMBIÉN TENDREMOS NUESTRO GETSEMANÍ CUANDO SEAMOS ENFRENTADOS
A MOVERNOS A LA PERFECTA VOLUNTAD DE DIOS.
Puedes haber testificado por años: “Estoy aquí en
la tierra solamente para hacer la voluntad de Dios. ¡Obedeceré!” Pero entonces
un día llegas cara a cara con una crisis de vida o muerte más allá de cualquier
cosa que hayas conocido. Es un lugar donde escoger la voluntad de Dios puede
ser la decisión más dolorosa y difícil que hayas enfrentado.
Al final tienes tres opciones: Puedes correr. Puedes
hacer nada, y seguir el camino de la voluntad propia. O puedes hacerlo a la
manera de Dios, la manera difícil – el camino de la muerte. La manera del Señor
casi siempre parece dolorosa y sin esperanza. Y aceptarla puede significar
morir a todo lo que esperabas en la carne. Permíteme darte dos ilustraciones de
la vida real:
Una vivaz joven inglesa fue llamada a ser
misionera. Ella le había entregado el corazón totalmente al Señor - ¡y ella
estaba llena de ambición por Jesús! Ella dirigía un pequeño grupo de oración y
trabajaba con los desamparados. Y como la mayoría de las muchachas de su edad,
ella esperaba encontrar un joven espiritual para casarse – alguien quien
compartiría con ella su carga por los perdidos. Ella testificaba a amistades y
a Cristo que estaba preparada para “hacer la perfecta voluntad de Dios, ¡sin
importar el precio! Llego el día cuando ese deseo fue probado. Ella solo era
una jovencita - ¡y el Espíritu Santo le dijo que tomara un barco y se fuera al
Oriente! Cayo de rodillas: “¿Señor, y que acerca del esposo – una cobertura
espiritual para mi ministerio? ¿Y qué me dices de todos los impíos en
Inglaterra que te necesitan? ¿Y todas mis amistades y nuestras maravillosas
reuniones de oración? ¿Estoy supuesta a tomar la maleta e irme – sin conocer a
nadie, ni siquiera el idioma?” Ella estaba enfrentando la voluntad de Dios – lo
desconocido. Pero ella sabía que el Espíritu había hablado, y su voluntad fue
claramente revelada: “Ve – ¡y yo iré contigo!” ¡Ella tuvo su experiencia
Getsemaní! Y antes de levantarse de la oración ella murió – a toda su ambición,
su iglesia y amistades, a toda comodidad y voluntad propia. ¡Gozo llenó su
corazón! Subió al barco y les dio un beso de despedida a sus amistades. Ella
cruzó la raya: ¡La voluntad de Dios a cualquier precio! Cuando el barco llegó a
Hong Kong, Dios le dijo que se bajara y ella lo hizo, sin conocer a un alma. Eso
sucedió hace quince años, hoy Jackie Pullinger es la madre espiritual de
literalmente cientos de drogadictos y personas atribuladas en los barrios
pobres de Hong Kong. Ella está casada con Jesús y es una verdadera hija de
Sión. Ella conoce el éxtasis de estar en la perfecta voluntad del Padre - ¡un
éxtasis que nunca la dejo desde que se montó en el barco!
Una mujer llamada Amanda Smith vivió hace más de un
siglo – una mujer cuyo corazón estaba puesto en Dios. Ella era una humilde
sirvienta negra y una guerrera de oración. La gente sentía la presencia de
Jesús alrededor de ella. Dios le mando un maravilloso y amante esposo a esta
joven mujer quien ministro con ella. Amanda era misionera de corazón – le
encantaba viajar, y ganaba gente para el Señor dondequiera que iba. Pero entonces
comenzó la Guerra Civil, y el esposo de Amanda lo mataron. Amanda lloró. Pero
siguió entregándose completamente a la oración y el servicio a los demás. Con
el tiempo, ella comenzó a sentirse sola. Ella comenzó a orar, “Señor, mándame
un esposo piadoso – uno que comparta mi carga de viajar y ministrar. Un día
ella conoció a un hombre que aparentaba ser todas esas cosas. Él era un pastor
laico Metodista quien dijo que iba a ser ordenado como corredor de circuito.
Amanda oro, O, Señor, gracias - ¡este es el hombre!” ¡Pero Amanda no llevo el
asunto a Getsemani! Ella no buscó al Señor por su perfecta voluntad. Muy
adentro, ella temía que Dios dijera que no – y ella quería casarse con él.
Amanda nunca murió a su propia voluntad – y ella tomó las riendas. Ellos se
casaron – y dentro de tres semanas Amanda se dio cuenta que había perdido la
voluntad de Dios. Su esposo no era un hombre de oración – él había estado
actuando para ganar su corazón. Luego, el confeso que no iba a ser ordenado.
¡Él dijo que sabía que ella no se hubiera casado con él, sí le decía la verdad!
Con el tiempo, el dejo a Amanda y se deslizo. Ella pasó el resto de su vida
sola. Pero todo lo que hizo desde ese momento, lo llevo a Dios, muriendo a su
propia voluntad – ¡y fue grandemente bendecida! El Señor la dirigió
perfectamente todos sus días. Ella fue usada poderosamente como una predicadora
de santidad. ¡Amanda Smith había hallado el éxtasis en la perfecta voluntad de
Dios!
Si la voluntad de Dios no es aceptada gozosa y
obedientemente, ¡algo horroroso sucede! Entra el endurecimiento – la vida
pierde su sabor, y todo muere. A esto se refería Jesús cuando dijo: “Acordaos
de la mujer de Lot.” (Lucas 17:32). Ahora, era la perfecta voluntad de Dios
castigar y destruir Sodoma y Gomorra. Y fue su misericordiosa voluntad llevar a
Lot y su familia a lugar seguro. ¡Si los ángeles no los hubieran tomado de la
mano y arrastrarlo de allí, se hubieran perdido! Pero la esposa de Lot no se
convirtió en un pilar de sal simplemente porque miro atrás. Estoy seguro que
Lot y sus hijas no pudieron evitar mirar atrás sobre tal holocausto.
No – LO QUE JESÚS ESTABA DICIENDO ACERCA DE LA
ESPOSA DE LOT VA MAS PROFUNDO. VES, ¡ELLA ESTABA ENOJADA CON DIOS! EN SU
CORAZÓN, ELLA ESTABA CASADA CON SU CASA, SU FAMILIA, SU CÍRCULO DE AMISTADES –
Y DIOS SE ESTABA LLEVANDO TODO. ¡ELLA DESEABA LA PERFECTA VOLUNTAD DE DIOS
SI, NO SIGNIFICABA PERDER TODAS
ESAS COSAS!
La escucho llorando: “¡Dios no es justo! Todo
estaba yendo tan bien. Mi bella cocina, mis bellos platos – nada de eso era
pecaminoso. Yo era una buena madre. Nuestras cenas los domingos eran tan
maravillosas. ¿Por qué me estas quitando todo?” En ese momento, en su ira, su
corazón se hizo de piedra. La amargura la consumió. Y Jesús estaba diciendo de
ella, “Cuando estas casado con cosas y no sales de Sodoma, una dureza entra a
tu vida. Serás como una estatua sin vida, muerto por dentro – ¡porque las cosas
se han apegado a tu corazón! La mujer de Lot tan solo perdió la voluntad de
Dios – incluyendo un nuevo comienzo, con paz y propósito – ¡sino que también
perdió todos sus sueños y ansias terrenales! ¡Todo se hizo humo! ¡Hacer la
voluntad de Dios puede requerir caminar directamente en la cara del horno
ardiente! Considera los tres jóvenes hebreos Sadrac, Mesac y Abed-nego. Eran
hombres jóvenes en la flor de su vida: líderes de provincias, teniendo
autoridad, expertos en lingüísticas. Su meta era llevar las leyes hebreas de
moralidad a su sociedad impía. ¡No se puede contar que sueños ellos compartían
por la gloria de Dios! Pero fueron mandados por decreto a adorar un ídolo con
el resto del pueblo. Ellos fueron advertidos: “Ustedes tienen veinticuatro
horas. ¡Si no se postran al sonido de la trompeta, serán echados en el horno
que ha sido calentado siete veces más!” La voluntad de Dios estaba muy clara
para ellos: ¡no era posible que se postraran! Pero allí estaban, tres jóvenes
brillantes – enfrentando la muerte de todo lo que conocían.
Por supuesto que tenían opciones. Ellos pudieron
decir: ¡Postraremos solo nuestros cuerpos – pero no nuestros corazones!”
O pudieron escapar. Ellos tenían guardas armadas a
sus órdenes, los mejores caballos árabes a su disposición. Ellos tenían todo el
dinero que necesitaban en sus manos, en la tesorería nacional. Y había lugares
seguros en países cercanos.
Pero Sadrac, Mesac y Abed-nego no hicieron ningunas
de estas cosas. Al contrario, ¡creo que vigilaron en oración! No hubo una sola
de compromiso esa noche – porque todos hicieron lo que Jesús hizo: ¡Tuvieron su
Getsemani!
Murieron a su propia voluntad – a todas sus
habilidades, a su futuro en el gobierno, a todos sus planes piadosos. ¡Y en el
momento en que murieron esa noche, sus corazones fueron llenos de éxtasis!
Abrazaron la voluntad de Dios, amándola – nunca la soltarían. Ellos dijeron,
“¡O, Dios, enfrentaremos lo que sea! Tú eres capaz de librarnos de esto – pero aunque no lo hagas, ¡con gusto
pasaremos por ello!” Ellos no resistieron cuando los soldados vinieron
a la mañana siguiente y los ataron de manos y pies. Más bien, yo creo que
mientras esos jóvenes eran llevados al horno, cantaron alabanzas a Dios -
¡porque habían entrado al éxtasis de su perfecta voluntad!
Amado, detente y mira las llamas ardientes y
blancas de ese horno calentado siete veces: ¡Así es exactamente como se ve
cuando miras atentamente a la perfecta voluntad de Dios! Es miedoso, espantoso
y doloroso para la carne, sin ninguna promesa de aplazo. Solo hay una
invitación: “¡Entra!” Sin embargo, cuando esos tres hombres
hebreos fueron echados en el horno, ¡ya ellos estaban muertos! Muertos a la
ambición, muertos al gozo de escuchar los mensajes proféticos que Daniel había
compartido, muertos a cualquier pensamiento de esposas e hijos, muertos a toda
esperanza y sueños. Solo una cosa les importaba: ¡obedecer la perfecta voluntad
de Dios!
Cuando abrazas gustosamente la voluntad de Dios –
cuando realmente has muerto al yo – algo es librado en tu corazón que nadie
puede explicar o darte. Te pone más allá del alcance de los hombres y los
demonios. ¡Pero no es soltado hasta que entres al horno! ¡Una gloria
maravillosa espera al alma que abraza la voluntad de Dios! LA PUERTA DEL HORNO REPRESENTA CRUZAR AL OTRO LADO A LA PERFECTA
VOLUNTAD DE DIOS. En este lado de la puerta hay un ejército de enemigos
que se mofan, visiones de dolor y sufrimiento. Los demonios te gritan: ¡Dios no
espera esto de ti! El te ama. ¿No dijo el que te daría los deseos de tu
corazón? ¡Te has convertido en un fanático!” PERO UNA VEZ QUE CRUZAS LA LÍNEA Y ABRAZAS LA VOLUNTAD DE DIOS,
SUCEDE ALGO INCREÍBLE: ¡JESÚS SE MANIFIESTA EN TU VIDA! CUANDO LOS JÓVENES
HEBREOS ESTABAN DENTRO DEL HORNO, JESÚS ESTABA ESPERANDO ALLÍ. El no se
revelo inmediatamente – porque primero ellos tenían que decidir abrazar su
voluntad. Pero cuando ellos la abrazaron y murieron a su propia voluntad, Jesús
se les manifestó. Y lo que ellos pensaron que eran carbones dolorosos se
volvieron en pastos verdes y brisas suaves – ¡PORQUE JESÚS HABÍA IDO ANTES QUE ELLOS! En el mismo momento
que entras al horno – cuando cruzas al otro lado y abrazas la voluntad de Dios
– darás la vuelta y veras a Jesús. Él estará allí en una manifestación que no podrás
tener de ninguna otra manera. Y él hará tres cosas para ti:
1. PRIMERO,
ÉL SE CONVERTIRÁ EN TODO PARA TI Y PARA TU VIDA. Él será tu gozo, tu
expectación. Él tocara ese lugar en tu corazón que ninguna persona en la tierra
puede tocar. Yo amo a mi esposa e hijos. El amor, compasión y amistad que
recibo de ellos es un gozo para mí. Pero solo hay un éxtasis en mi vida – solo
una Persona que puede suplir las necesidades más profundas en mí – y ese es mi
Señor. ¡Y yo también lo he conocido en el horno!
2. LA
OTRA COSA QUE JESÚS HARÁ SERÁ DESPOJARTE DE TODAS TUS ATADURAS. Cuando
Sadrac, Mesac y Abed-nego entraron al horno, entraron en una liberación: cada
atadura fue rota, cada herida fue sanada, cada temor desvaneció - ¡porque Jesús
entro rápidamente!
“Estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed-nego,
cayeron atados dentro del horno de fuego ardiente. Entonces el rey
Nabucodonosor se espantó, se levantó apresuradamente y dijo… YO VEO CUATRO HOMBRES SUELTOS, QUE SE PASEAN EN MEDIO DEL FUEGO
SIN SUFRIR NINGÚN DAÑO; Y EL ASPECTO DEL CUARTO ES SEMEJANTE A UN HIJO DE LOS
DIOSES.” (DANIEL 3:23-25).
El rey vio a cuatro hombres – caminando, hablando y
abrazándose. Los tres hombres jóvenes eran abrazados - ¡por Jesús!
¿Sientes dolor? ¿Sabes cómo sanarte? No sucederá
simplemente porque Dios manda a alguien que te entienda – porque nadie te
entiende como Jesús. ¡No, el Único que puede satisfacerte completamente es
Jesús mismo! Ya sea que sientas vacío, soledad o cualquier otra cosa – ¡cuando
entras al horno de su voluntad, todas tus ataduras caerán!
3. FINALMENTE,
RECIBIRÁS UN LLAMADO A PREDICAR A CRISTO A LAS NACIONES. Cuando los
tres jóvenes hebreos entraron al horno, les llego un llamado que no pudo llegar
de ninguna otra forma: “Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno
de fuego ardiente, y dijo: … siervos del Dios altísimo, salid y venid. Y
Nabucodonosor dijo: «BENDITO SEA EL DIOS DE SADRAC, MESAC Y ABED-NEGO, QUE
ENVIÓ SU ÁNGEL Y LIBRÓ A SUS SIERVOS QUE CONFIARON EN ÉL, LOS CUALES NO
CUMPLIERON EL EDICTO DEL REY Y ENTREGARON SUS CUERPOS ANTES QUE SERVIR Y ADORAR
A OTRO DIOS QUE SU DIOS.
“POR LO
TANTO, DECRETO QUE TODO PUEBLO, NACIÓN O LENGUA QUE DIGA BLASFEMIA CONTRA (SU)
DIOS… SEA DESCUARTIZADO, Y SU CASA CONVERTIDA EN ESTERCOLERO; POR CUANTO NO HAY
DIOS QUE PUEDA LIBRAR COMO ESTE». (DANIEL 3:26-30).
¡Y hablar de un llamado ‘macedonio’! ¡MIRA
CUÁN RÁPIDO DIOS CAMBIO LA ATMÓSFERA, EN TAN CORTO TIEMPO – DE MOFA, A
MARAVILLA, A UN LLAMADO A QUE EL VERDADERO Y AUTENTICO EVANGELIO, ESTABLECIDO EN LA SAGRADA PALABRA
DE JEHOVA, ÚNICO DIOS VIVIVENTE Y EXISTENTE SEA ESCUCHADO!
Amado, ¡esto es lo que va suceder en los últimos
días! La gente no se volverá a predicadores de renombre. ¡En vez de eso,
miraran hacia los santos sencillos y humildes quienes se han sometido por
entero a la perfecta voluntad de Dios! Estos son los que han conocido el
corazón de Jesús. Ellos han salido del horno después de haber estado con Cristo
– y la gente se reunirá a su alrededor, diciendo: “Por favor, háblame. ¡Veo que
estas entregando tu cuerpo y alma a Jesús – y quiero saber más de eso!”
Finalmente, hacer la perfecta voluntad de Dios a
veces requiere volver a una situación familiar de la cual estuvimos corriendo.
Puede que estés en una situación familiar que
parezca sin esperanzas. Has clamado, “Señor, no puedo más - ¡Yo sé que no
esperas esto de mí!” Piensas que no puedes soportar más tiempo – y si todavía
no has echado a correr, probablemente sientes deseos de hacerlo. ¡Pero correr,
nunca es el plan de Dios! Jacob tenía una terrible situación familiar. Era más
de lo que él podía soportar – de hecho, amenazaba su vida. Él le había robado
la primogenitura a Esaú y lo había airado hasta el punto de asesinato.
¿Cómo fue que Jacob manejo este problema? ¡ÉL HUYÓ DE TODO! El no tuvo un
Getsemani – EL NO MURIÓ AL YO NI LE
PREGUNTO A DIOS QUE DEBÍA HACER. En
vez de eso, Jacob escuchó la voz de su carne – esto es, a su madre, Rebeca,
quien dijo: “…hijo mío, obedece a mi voz: levántate y huye…” (Génesis 27:43).
Jacob corrió por veinte años – y fueron veinte años
de dolor y problemas. Finalmente, Dios le dijo que era tiempo
de enfrentar todo: “… LEVÁNTATE
AHORA Y SAL DE ESTA TIERRA; VUÉLVETE A LA TIERRA DONDE NACISTE" (31:13).
DIOS ESTABA DICIENDO: “JACOB, NUNCA
VAS A CONOCER MI PLENITUD HASTA QUE VUELVAS Y ENFRENTES ESTE PROBLEMA. ¡VE –
ENTRA AL HORNO!”
Jacob viajó con su familia para arreglar las cosas
- ¿y que crees que fue lo primero que vio? A Esaú, saliendo a encontrarse con
él en el desierto – ¡con cuatrocientos soldados airados, listos para la
venganza! Jacob gritó: “¡Señor, necesito un milagro! Tienes que cambiar el
corazón de mi hermano. ¡Quítale el odio hacia mí!” Jacob tenía temor e ira en
su corazón hacia Dios - ¡porque solo se había sometido a la voluntad de Dios!
Él estaba diciendo: “Señor, he dispuesto mi corazón a obedecerte - ¡pero las
cosas no están saliendo bien!” Quizás las cosas no están bien en tu familia.
¿Tienes un esposo alcohólico, una esposa que no te entiende, problemas
financieros? Amado, esas son las mismas cosas que Esaú y su ejército
representan – cada dolor, cada argumento de la carne, cada razón que tu mente
puede darte porque no puedes enfrentar esta situación sin esperanzas. El diablo
te dice: “Has obedecido a Dios, has hecho bien - ¡pero nada ha cambiado! El
corazón de tu ser querido sigue endurecido – de hecho, esta peor. Si no corres
ahora, ¡pasaras el resto de tu vida en un infierno!” Lo cierto es que no puedes
continuar – si tan solo te vas a someter. Pero puedes seguir si haces como
Jacob: él tuvo un Getsemani – ¡una noche de muerte! Yo sé lo que Jacob oró esa
noche – porque yo he hecho esa oración:
“O DIOS,
ESTA SITUACIÓN ES DEMASIADO PARA MÍ. HE MANIPULADO Y TRATADO DE HACER QUE
SUCEDAN COSAS. ¡PERO ESTOY CANSADO DE HACER LAS COSAS A MI MANERA! NO PUEDO
SEGUIR CORRIENDO, SEÑOR – QUIERO QUE MI VIDA ESTE BIEN CONTIGO. ESAÚ PUEDE
MATARME A MÍ Y A MI FAMILIA – PUEDE QUITARME TODO LO QUE TENGO. ¡PERO PREFIERO
ESTAR CONTIGO EN LA GLORIA QUE PASAR OTRO DÍA VIVIENDO DE ESTA MANERA!”
Esa noche, Jacob murió. Dios lo hirió para que no
huyera más. El solo podía cojear al futuro, totalmente dependiendo del Señor.
Pero paso otra cosa también: éxtasis lleno su alma. Y yo creo que cuando Jacob
cruzo el riachuelo para encontrarse con Esaú temprano en la mañana, ¡el estaba
absolutamente libre de temor!
TÚ
TAMBIÉN PUEDES ESTAR ENFRENTANDO UN ESAÚ. TU PIENSAS: ¿QUIERE DECIR QUE MI
ESPOSO NUNCA CAMBIARA – QUE NADA EN MI VIDA VA A MEJORAR?”
NO -
¡DIOS CAMBIÓ A ESAÚ! ÉL LE SACÓ EL CORAZÓN DE PIEDRA. CUANDO ESAÚ SE ENCONTRÓ
CON JACOB, EL CAYO SOBRE SU HERMANO, BESÁNDOLO Y ABRAZÁNDOLO. ¡HABÍA COMPLETA
PAZ!
Querido santo, no temas entrar al horno. Mientras
tengas la paz de Jesús y la perfecta voluntad de Dios, puedes soportar
cualquier cosa, en cualquier lugar, en cualquier momento. Puede que tus
circunstancias no cambien – ¡pero tú cambiaras! Jesús llenara tu alma de gozo y
sanara todas tus heridas y dolor. Tu vida será llena, bendecida - ¡porque él
será todo para ti! No tienes que correr. Solo necesitas mirarlo a él – y
abrazar su perfecta voluntad para ti. Y él te dará su gozo abundante y
grandioso en medio de tu presente prueba ardiente. ¡Aleluya!
Por David Wilkerson
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