lunes, 7 de noviembre de 2016

BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS

Estamos en tiempos de crisis y muchas personas han perdido sus puestos de trabajo. Hay mucha gente sufriendo y sin saber qué va a pasar con sus vidas y las de sus familias. Son tiempos difíciles los que estamos viviendo, PERO EN MEDIO DE TODAS ESTAS COSAS LOS CRISTIANOS TENEMOS GRANDES PROMESAS DE DIOS Y NO TENEMOS QUE VIVIR CON ANSIEDAD O PREOCUPACIÓN. Dios ha prometido cuidar de Sus hijos y Él siempre cumple Sus promesas. Hebreos 13:5b dice: “Nunca te dejaré ni te abandonaré”. Eso lo experimentamos los cristianos cada día.

Cuando vemos las noticias y las proyecciones del futuro a veces nos preguntamos si estamos en los últimos días y a punto de ver cumplirse las profecías que hemos leído tantas veces en la Biblia. Es posible que así sea aunque no podemos ser dogmáticos en ello. Lo que sí parece seguro es que por lo menos estos son principios de dolores. El Señor Jesús nos dio la ilustración de una mujer embarazada que espera a su hijo pero sabe que primero tiene que pasar por los dolores de parto. Pero también sabe que cuando por fin da a luz a su hijo se regocija de haber traído un hijo al mundo. Así también nosotros cuando vemos estas cosas que nos recuerdan las palabras de la Biblia, debemos recordar que antes de la Segunda Venida del Señor tienen que venir muchos dolores como los de una mujer de parto.

DIOS ESTÁ EN CONTROL DE TODO. Nada de lo que les pasa a los hijos de Dios puede ser para mal ni está fuera de Su control; podemos descansar en Sus promesas.
Entonces, ¿podemos pensar que Dios va a permitir que nos falte lo necesario? De ninguna manera. Dios sabe cuáles son nuestras necesidades y las va a suplir. Esta es la promesa de Dios del encabezamiento de esta entrada. Mateo 6:25-34, 25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria(A) se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Dios nos promete proveer lo necesario, la comida, la bebida, y la ropa. No nos promete los lujos ni los caprichos pero sí lo básico. Por eso debemos confiar siempre en él, porque sus promesas nunca fallan. El punto principal es este: “Buscad PRIMERAMENTE el Reino de Dios de su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
¿Qué quiere decir esto? Pues quiere decir que antes que nada debemos preocuparnos de obedecer a Dios en todo y no dejar de cumplir con nuestras tareas y responsabilidades en su reino de Dios para seguir siendo sal y luz en el mundo. Esa es nuestra misión y meta. Todo lo demás Dios lo proveerá. Así que no nos afanemos por el día de mañana. Pidamos Fe al Señor para no actuar como los que no tienen un Padre celestial como el nuestro.

NOSOTROS NO TENEMOS NADA DE QUÉ PREOCUPARNOS.

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