jueves, 24 de noviembre de 2016

NUEVO PACTO: LAS COSAS VIEJAS PASARON; HE AQUÍ TODAS SON HECHAS NUEVAS.

Es inevitable guardar silencio a pesar, que los seres humanos en su humanidad no toleran la corrección en su gran mayoría, y menos aún nosotros los cristianos en nuestra propia verdad, en nuestra FE perfecta e inequívoca. Es inevitable callar al escuchar como muchos hermanos toman la palabra (La Biblia) tan literalmente o aceptan todo lo que escuchan, sin siquiera meditar, analizar o escudriñar más afondo las sagradas escrituras y el mundo que les rodea.

Disfrutando de un delicioso café en mi hogar con unos hermanos del templo y familiares, salió de la nada el tema de que a un conocido lo atormentaban maldiciones generacionales de pobreza y condiciones cardiacas. Guarde silencio y me dedique a escuchar detenidamente, y al terminar la velada tome la Biblia, y he aquí el resultado.

Cada ser humano a través de los tiempos Fue, Es, y Será responsable de sus propios actos. Bíblicamente aún no he encontrado evidencia alguna en donde Dios maldiga generacionalmente al hombre por su conducta, por gusto o diversión, aun menos En El Nuevo Pacto. Menos aún, cuando ha dado a su hijo para morir por nosotros y cargar nuestros pecados y más allá de lo incomprensible. Esta situación lamentable en la  que vivimos creyendo en maldiciones generacionales, es más bien el producto de la ignorancia y la religiosidad, que invade nuestros templos y que lamentablemente hay que señalar que muy pocos ascenderán al cielo, pues escrito esta “Mi pueblo perece por falta de conocimiento”, no pretendo que compartas esta idea pero no he dicho nada que no este escrito. 
Aunque muchos se sujetan de: EXODO 34:5 al 7 34:5 Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.
34:6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
34:7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Si ese es el caso, entonces por demás murió Cristo en la cruz y el nuevo pacto debe ser abolido. Para aclarar este interesante tema miremos más adelante y verán lo fascínate que es.
Oseas 4:6. “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Oseas 4:6. Una traducción más apegada al original dice: “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Porque rechazaste el conocimiento”.
Amado Hermano, Te pregunto antes de continuar. La bendición y la Maldición también se escogen o no?   Veamos que dice Deuteronomio 11:26-28
 “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido”. 
"¡La bendición y la maldición también se escogen! Dios las ha puesto delante de nosotros."
Digamos que un padre de familia es alcohólico y que su hijo recibe un sorbo de cerveza por lo lindo que se ve  cuando se apretuja y hace reír la familia. Más sencillo aun, ese niño ya es joven y su padre lo induce al alcohol; padre que fue inducido por el abuelo; que beber caña era de hombres en la década de los 40 y 50s, es obvio que será alcohólico si adopta ese patrón.  Es claro ver, que Dios no los maldijo porque su abuelo ni su padre no le sirven, es simplemente que el tomo la decisión de ingerir bebidas alcohólicas y perdió el control. El producto de sus propios actos.  Ahora te pregunto,  Si rompemos con el alcohol en nuestros hogares, y en cambio nos dedicamos a comer fast food, (Comida chatarra) acaso Dios nos maldecirá con el colesterol?  Porque te aseguro que he conocido abuelos hijos y nietos todos obesos y con alta incidencia de diabetes y no por maldiciones generacionales más bien por decisiones equivocadas, falta de ejercicio y mala alimentación, siendo productos de problemas cardiacos por generaciones y una carga para la salud gubernamental y sus contribuyentes. Resultado de aquel dicho de las abuelas "Bendito que flaquito, engúllele comida pa' que engorde" porque gordo es sinónimo de salud. Sin embargo no debe confundirse lo que son conductas que se repiten por aprendizaje e influencia del ambiente en que se desarrolla el individuo con la creencia de que existen maldiciones en el plano espiritual que pasan de una generación a otra. En realidad esta es una creencia totalmente ajena a la enseñanza bíblica. Es cierto que el pecado trae consecuencias sobre la vida de una persona, y hasta cierto punto es una maldición. Es cierto también que el pecado puede afectar a otras personas cercanas. Pero no es correcto bíblicamente afirmar que por causa de los pactos y ataduras espirituales de los padres, los hijos resultan herederos de los mismos. Y esto es más cierto aun cuando se trata de personas que han nacido de nuevo. La sangre de Jesucristo limpia por completo la vida de una persona, le convierte en nueva criatura y templo del Dios viviente. El creyente además es trasladado del reino de Satanás a la potestad de Dios. El afirmar que un redimido puede heredar las maldiciones de sus antepasados, es negar el poder y la efectividad del sacrificio de Jesucristo y las promesas que nos han sido dadas
 Ahora bien estudiemos de donde sale esta creencia. Es sorprendente que la evidencia bíblica que suelen utilizar maestros y pastores  para justificar esta enseñanza provenga básicamente de un solo verso de la Biblia. Que ya de por sí esto nos debe poner en alerta inmediata con respecto a esta enseñanza. Construir una doctrina sobre un solo versículo de la Biblia va en con­tra de las reglas básicas de la hermenéutica. Y más aún cuando este solo versículo tomado como base fundamental, se utiliza sacándolo fuera de su contexto como siempre para justificar un pretexto. El pasaje es el de Éxodo 20:5  dice:
Éxodo 20:5 “No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”
Este pasaje, en primer lugar y para comenzar, no está hablando de maldiciones heredadas o generacionales. Se refiere al castigo de Dios sobre quienes le aborrecen y rechazan sus leyes y preceptos. Note usted con sumo cuidado que la maldad hasta la tercera y cuarta generación es sobre quienes le aborrecen. ¿Podemos aplicar esto a los redimidos? ¿Somos nosotros los creyentes los que aborrecemos a Dios? Sin duda el pecado acarrea consecuencias, y las mismas pueden afectar la vida de una persona y la de sus descendientes. Pero en Cristo Jesús toda maldición es cancelada y todo pecado borrado a través de su sacrificio expiatorio. El creyente es nueva criatura; las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas (2 Co. 5:17).
Antes de terminar quiero llevar te a un interesante versículo que dice así, en el libro de Gálatas  Capitulo 3: 13  13. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
Una vez expuesto este pequeño análisis, te invito a tomar la Biblia en:
Ezequiel 18:20 18:20 La persona que peca, esa morirá; el hijo no cargará con las culpas del padre, ni el padre cargará con las culpas del hijo. Sobre el justo recaerá su justicia, y sobre el malvado, su maldad.
Deuteronomio 24:16 24:16 Los padres no morirán por culpa de los hijos ni los hijos por culpa de los padres. Cada cual morirá por su propio pecado.
2da de Reyes 14:6 14:6 Pero no hizo matar a los hijos de los homicidas, cumpliendo lo que está escrito en la Ley de Moisés, donde el Señor prescribió lo siguiente: "No se hará morir a los padres por las culpas de los hijos, ni a los hijos por las de los padres, sino que se hará morir a cada uno por su propio pecado".

2da Crónicas 25:4 25:4 Pero no hizo morir a los hijos de ellos, cumpliendo lo que está escrito en la Ley, en el libro de Moisés, donde el Señor prescribió lo siguiente: "Los padres no morirán por las culpas de los hijos, ni los hijos por las de los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado".  Una vez hemos estudiado estos versículos podemos entender claramente que ante las creencias erróneas y torcidas de educadores y pastores confundidos o imponentes en su propia verdad o concupiscencia. Podemos vencer los errores y la religiosidad, que tanto destruye nuestra iglesia. Espero que hoy sea un nuevo amanecer en tu vida libre de "maldiciones".  Mas aquellos que lo necesiten declaro que desde hoy sean libres de toda creencia errónea generacional.

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