EL NO PASTORADO DE LA MUJERCon relación a la pregunta de si la mujer pudiera ofrecer el ejercicio de pastora en una iglesia las opiniones han estado divididas, pero no creo que sea porque la Biblia no tenga una clara enseñanza acerca de este tópico. 1 TIMOTEO 2:12 DICE “YO NO PERMITO QUE LA MUJER ENSEÑE NI QUE EJERZA AUTORIDAD SOBRE EL HOMBRE, SINO QUE PERMANEZCA CALLADA”. Como podemos ver este solo versículo prohíbe tanto el ejercicio del pastorado como la enseñanza de parte de la mujer hacia los hombres.
Por otro lado, la teología expresada en un versículo debe ser siempre ilustrada por la Palabra de Dios a lo largo de la historia redentora. Si nos vamos al libro del Génesis, encontramos que Dios llama al hombre a liderar y le da las instrucciones de cuidar y cultivar el huerto antes de que Eva existiera. Luego crea a Eva y le llama ayuda idónea, lo cual nos da una idea de que Adán sería el líder y ella su ayuda. Este principio es ratificado en Efesios 5 donde el hombre es llamado cabeza de la mujer y donde a ella se le llama a someterse a su marido.
A lo largo de todo el Antiguo Testamento vemos que
Dios llamó a hombres a ser sacerdotes y a ejercer el oficio de profetas para la
nación de Israel. En ocasiones algunos
han mencionado a Débora como un ejemplo de liderazgo de la mujer, pero no
podemos olvidar que Débora fue una jueza y no una sacerdotisa o profeta para el
pueblo. Además, a la hora de ir a la batalla Débora envió a Barac a luchar por
el pueblo y se eximió ella de ser la cabeza.
En el Nuevo
Testamento, Jesús escogió a 12 hombres como apóstoles y nunca seleccionó a una
mujer para un oficio semejante. En 1 Timoteo 3:2 se nos habla de que un
obispo o pastor debe ser marido de una sola mujer; no dice cónyuge de un solo
cónyuge y aquí también este versículo nos da una idea de cómo el patrón debe
ser establecido. Lamentablemente como los hombres muchas veces no han llenado su
posición de liderazgo como les corresponde, entonces las mujeres han tenido que
llenar esa deficiencia, pero eso no nos da derecho a suplir algo de manera
ilegítima.
Finalmente Proverbios 31 nos habla de la
mujer virtuosa y una de sus funciones es vigilar la marcha de su casa
reconociendo el rol que ella tiene en la supervisión de la crianza de los
hijos. Este es un trabajo que se dificultaría enormemente si ella fuera a
ejercer el pastorado responsablemente. Sería más fácil suplir las
deficiencias pastorales con mujeres muy maduras y capaces que realmente existen
en muchas de las iglesias, PERO NO SERÍA BÍBLICO.
La
pregunta nunca ha sido si la mujer sería capaz de liderar o enseñar; en algunos
casos ELLA PUDIERA SER AÚN SUPERIOR A SU MARIDO EN ESAS ÁREAS, pero como la
Palabra nos manda a no confiar en nuestro propio entendimiento ENTONCES TENEMOS
QUE HACER LAS COSAS A LA MANERA DE DIOS Y NO A LA MANERA DEL HOMBRE. Cuando el
patrón bíblico es violado siempre hay consecuencias.
MIGUEL NÚÑEZ
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