LA GRACIA DE DIOS SALVÓ AL REY MANASÉS
UN RESUMEN DE LA HISTORIA DE ESTE PERVERSO REY, QUIEN
CONSIGUIÓ EL PERDÓN A TRAVÉS DE LA GRACIA DEL ÚNICO QUE PUEDE HACERLO, JEHOVÁ
DE LOS EJÉRCITOS, EL ÚNICO DIOS EXISTENTE Y VIVIENTE.
ESTE RESUMEN INCLUYE LA ORACIÓN QUE EN
ARREPENTIMIENTO HIZO A JEHOVÁ Y POR LA CUAL FUE SALVO.
MANASÉS, EL REY IMPÍO QUE CORROMPIÓ A LA NACIÓN DE ISRAEL
Texto: 2ª Crónicas
33:10-13. «El Señor les habló a Manasés y a su pueblo, pero no le hicieron
caso. 11 Por eso el Señor envió contra ellos a los jefes del ejército del rey
de Asiria, los cuales capturaron a Manasés y lo llevaron a Babilonia sujeto con
garfios y cadenas de bronce. 12 Estando en tal aflicción, imploró al Señor,
Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él. 13 Oró al Señor, y
él escuchó sus súplicas y le permitió regresar a Jerusalén y volver a reinar.
Así Manasés reconoció que sólo el Señor es Dios.»
INTRODUCCIÓN:
En la Biblia
encontramos grandes ejemplos buenos y malos de hombres y mujeres que son de
gran ayuda para cada uno de nosotros. Aquí tenemos a un rey impío que después
que se arrepiente, recibe el perdón del SEÑOR. No solamente en la Biblia pero
en la historia de la Iglesia tenemos grandes ejemplos también de hombres
perversos que un día fueron encontrados por la Gracia Salvadora de nuestro
SEÑOR JESÚS. Que Dios bendiga Su Palabra predicada en esta noche. Trasfondo. –
Manasés era el hijo de la “vejez” del buen rey Ezequías, de quien podemos decir
que hizo lo bueno ante los ojos del SEÑOR. Debemos recordar que su padre
Ezequías había enfermado de gravedad, y recibió palabra del SEÑOR por medio del
profeta Isaías quien le dijo que pusiera a cuenta su vida porque iba a morir.
Pero Ezequías oró al SEÑOR, y se humilló delante del SEÑOR, quien le otorgó 15
años extra para su vida. Tres años después nació Manasés, quien tenía 12 años
cuando su padre Ezequías murió. Su reinado de 55 años fue el más largo de los
reyes de Judá, y fue el peor de todos ellos. El hombre impío que retó a JEHOVÁ.
– (2ª Crónicas 33:1-9) «Manasés tenía doce años cuando ascendió al trono, y
reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. 2 Pero hizo lo que ofende al Señor,
pues practicó las repugnantes ceremonias de las naciones que el Señor había
expulsado al paso de los israelitas. 3 Reconstruyó los *santuarios paganos que
su padre Ezequías había derribado; además, erigió altares en honor de los
*baales e hizo imágenes de la diosa *Aserá. Se postró ante todos los astros del
cielo y los adoró. 4 Construyó altares en el templo del Señor, lugar del cual
el Señor había dicho: «En Jerusalén habitaré para siempre.» 5 En ambos atrios
del templo del Señor construyó altares en honor de los astros del cielo. 6
Sacrificó en el fuego a sus hijos en el valle de Ben Hinón, practicó la magia,
la hechicería y la adivinación, y consultó a nigromantes y a espiritistas. Hizo
continuamente lo que ofende al Señor, provocando así su ira. 7 Tomó la imagen
del ídolo que había hecho y lo puso en el templo de Dios, lugar del cual Dios
había dicho a David y a su hijo Salomón: «En este templo en Jerusalén, la
ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel, habitaré para
siempre. 8 Nunca más arrojaré a los israelitas de la tierra en que establecí a
sus antepasados, siempre y cuando tengan cuidado de cumplir todo lo que les he
ordenado, es decir, toda la *ley, los estatutos y los mandamientos que les di
por medio de Moisés.» 9 Manasés descarrió a los habitantes de Judá y de
Jerusalén, de modo que se condujeron peor que las naciones que el Señor
destruyó al paso de los israelitas.» Manasés tenía suficiente edad para
recordar las oraciones piadosas de sus padres, y sobre todo, recordar lo que
habría escuchado de la SANIDAD que su padre había recibido después de haber
enfermado de muerte. El SEÑOR JEHOVÁ le había concedido 15 años extra a
Ezequías, y Manasés como ya hemos dicho, nació durante ese espacio de tiempo.
Así que su nacimiento también podemos considerarlo: “Por Gracia Divina.”
Pero como dijo el
gran predicador del siglo 19 Charles Spurgeon, es una realidad que cuando los
hombres se descarrían después de una buena crianza, son los peores hombres en
el mundo.i Puedo decir que seguramente que Ezequías no había sido negligente en
la educación de su hijo en la vejez. Este hombre piadoso sin duda alguna debe
haberle dado buen ejemplo a su hijo. Manasés tenía solamente 12 años cuando
comenzó a reinar, pero enseguida se pudo notar su oposición total a la vida que
su padre había vivido en obediencia a JEHOVÁ. Manasés derribó lo que su padre
había construido, y en oposición a ello, construyó templos a los ídolos, que su
padre había derribado. Noten lo que el verso 2 dice sobre Manasés: «Pero hizo
lo que ofende al Señor, pues practicó las repugnantes ceremonias de las
naciones que el Señor había expulsado al paso de los israelitas.» Manasés
abiertamente practicó las ceremonias repugnantes que el SEÑOR le había
prohibido al pueblo de Israel tomar parte en ellas. Veamos un resumen de lo que
Manasés hizo: Reconstruyó los altares paganos que su padre Ezequías había
derribado. Erigió altares en honor a los baales. Hizo imágenes de la falsa
diosa Aserá. Se postró ante todos los astros del cielo y los adoró. Para más
colmo, retó al mismo JEHOVÁ al construir altares para sus ídolos en el TEMPLO
de DIOS. (verso 4b) «…lugar del cual el Señor había dicho: «En Jerusalén
habitaré para siempre.» Sacrificó en el fuego a sus hijos en el valle de Ben
Hinón. Practicó la magia. Practicó la hechicería. Practicó la adivinación. Consultó
a nigromantes y espiritistas. Eso quiere decir que consultó a los muertos por
medio de médiums. Noten que el verso 6 termina diciendo: “…Hizo continuamente
lo que ofende al Señor, provocando así su ira.” Una de las cosas más
repugnantes que Manasés hizo fue el de sacrificar a sus propios hijos en el
valle de Ben Hinón. No sabemos cuántos de sus hijos sacrificó a los falsos
dioses, pero lo que sí sabemos es que fue más de uno. La mala influencia de
Manasés. – Cuando uno estudia el Texto Sagrado, uno puede encontrar grandes
ejemplos de hombres que fueron líderes y gobernantes, y que fueron mala
influencia para el pueblo. Podemos decir que aquellos que se quieren perder, no
se conforman con perderse ellos solos, sino que buscan que otros se pierdan con
ellos también. Eso también es evidente en medio nuestro. Como rey, Manasés fue
tan malo como el impío Acab y su esposa Jezabel. Fue un gobernante perverso
cuya influencia sobre el pueblo es evidente. Las cosas que Manasés hacía, el
pueblo las repetía. Debemos entender bien que los gobiernos sí tienen una gran
influencia sobre el pueblo. No solamente en la Historia Sagrada, sino también
en la Historia de la Iglesia, y en la Historia Profana. ¿Por qué permitió DIOS
un reinado tan largo? Esa es la pregunta que tantas veces uno puede hacerse a
uno mismo, y en realidad se escuchan tantas explicaciones sobre el por qué,
pero es evidente que así como cuando el pueblo de Israel pidió un rey, DIOS les
dio a Saúl, quien no era el que DIOS quería, pero era el que el pueblo quería,
es lo que DIOS hizo con el pueblo de Judá. En otras palabras, DIOS le dio a
Israel lo que Israel quería. En este caso podemos decir lo mismo, y es que DIOS
le dio al pueblo de Judá lo que ellos querían. Es por eso que el JUICIO de DIOS
no iba dirigido solamente hacia Manasés, sino hacia todo el pueblo en general.
Cuando un pueblo
elige o apoya los males de un gobernante, se hacen partícipes de sus malas
acciones. Ese fue el caso del pueblo de Israel, que, aunque ellos no eligieron
a Manasés como rey, sí apoyaron sus acciones al ellos hacerlas también. NOTA:
Lo mismo podemos decir de nuestra nación aquí en los Estados Unidos, la cual ha
reelegido al Presidente Obama, y por ende, apoyan las malas acciones del
Presidente Obama, incluyendo el matrimonio entre personas del mismo sexo, el
aborto, y el desprecio a la nación de Israel. Agrego que la reelección del
Presidente Obama es como recibir de parte de DIOS como nación, lo que la nación
quiere. El castigo de Manasés. – Leamos otra vez los Versos 10-11: «El Señor
les habló a Manasés y a su pueblo, pero no le hicieron caso. 11 Por eso el
Señor envió contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, los cuales
capturaron a Manasés y lo llevaron a Babilonia sujeto con garfios y cadenas de
bronce.» Parece ser que Manasés era vasallo del rey de Asiria, y se había
rebelado probablemente durante un levantamiento de los babilonios. Pero de lo
que estamos seguros, es que fue el CASTIGO por parte de JEHOVÁ sobre Manasés.
Eso es lo que el Texto Sagrado dice con toda claridad. Noten que dice que fue
capturado y llevado por garfios y cadenas de bronce. Imagínese que Manasés es
llevado como una bestia era llevada por un garfio, o un anillo agarrado de su
nariz. El comentarista Robert L. Sawyer, menciona un monumento del Rey de
Asiria, llevando a dos cautivos por garfios o anillos a través de sus labios.ii
Los asirios eran bien conocidos por su crueldad. El arrepentimiento de Manasés.
– (Verso 13) «Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus
antepasados, y se humilló profundamente ante él. 13 Oró al Señor, y él escuchó
sus súplicas y le permitió regresar a Jerusalén y volver a reinar. Así Manasés
reconoció que sólo el Señor es Dios.» Es obvio que Manasés en su soledad,
experimentó la realidad que los dioses falsos no contestan las oraciones. Los
dioses falsos tampoco perdonan, porque no pueden oír ni hablar, y siendo que
los demonios están detrás de los falsos dioses, tampoco tienen compasión. Manasés
genuinamente se arrepiente y experimenta una conversión. El que antes no creía
en JEHOVÁ como DIOS y pisoteaba Su Nombre, ahora reconoce que Él es el único
DIOS. «….Así Manasés reconoció que sólo el Señor es Dios.» Solamente DIOS puede
perdonar los pecados, y aquí tenemos una parte muy importante sobre el PERDÓN
que debemos ponerle atención. DIOS perdona a Manasés en el cautiverio POR
GRACIA, porque no podía hacer sacrificios bajo esas circunstancias. DIOS lo
perdona MIRANDO a la CRUZ del Calvario, a la Obra Redentora de nuestro SEÑOR
JESÚS.
Es por eso que es
importante notar que cuando el SEÑOR JESÚS antes de ir a la Cruz del Calvario,
perdonaba a la gente, los judíos sabían muy bien que eso solamente le
pertenecía a DIOS. Con eso el SEÑOR JESÚS mostraba SU DIVINIDAD. Esdras, al
narrar el relato de Manasés en nuestro Texto, está mostrando lo que el pueblo
de Israel en el cautiverio debía hacer, y era ARREPENTIRSE des sus
transgresiones (Deuteronomio 30:1-10). Ahora bien, con toda seguridad, podemos
decir que DIOS perdona a todo pecador, por muy malo que haya sido, si de veras
se ARREPIENTE de sus pecados. Eso es un gran consuelo para todo pecador que
obedece el llamado de nuestro SEÑOR JESÚS. Las CONSECUENCIAS. – Aunque Manasés
hizo reformas y compartió su fe en JEHOVÁ, también derribó muchos altares a los
dioses falsos, pero no todos fueron quitados, y el pueblo, aunque podía notar
el cambio en Manasés, por la manera en que él había pisoteado el Culto a JEHOVÁ
fue algo difícil de superar. Las gentes evidentemente sintieron que Manasés
estaba viejo y cansado del pecado. La edad a veces resuelve el problema de los
actos externos, pero nunca pueden cambiar el corazón. Eso solamente lo puede
hacer DIOS.iii Las CONSECUENCIAS las podemos ver muy bien en el hijo de Manasés
que heredó su trono, Amón. Amón tenía solamente 22 años cuando comenzó a reinar
y solamente reinó 2 años. Hizo la misma maldad que su padre Manasés,
sacrificando sus hijos a moloc. Los hijos imitan a sus padres en sus vicios,
pero rara vez cuando se ARREPIENTEN. Si los padres pecan, sus hijos los siguen,
sin duda alguna; pero cuando ellos se arrepienten y regresan a Dios, no es
fácil llevar a un hijo de regreso por el camino que había abandonado.iv Manasés
es un gran ejemplo de la gente que rehúsa creer en DIOS porque le gusta su
pecado. Encuentran que el creer en DIOS es tener que someterse a reglas que no
quieren seguir. Manasés fue un hombre cruel, asesino, idólatra. Violó la Ley
del SEÑOR sin pensarlo dos veces. Seguramente que pensando que como no creía en
JEHOVÁ, podía burlarse de la LEY DE JEHOVÁ. Así es todo el que no quiere creer
en DIOS. Prefieren quedarse en su pecado. Últimas palabras. – Debemos notar que
hombres como Manasés hay en todo lugar, no solamente entre los gobernantes.
Pero son los gobernantes los que tienen una gran influencia sobre el pueblo, y
casi siempre la influencia es mala. Veamos algunos ejemplos: No es de extrañar
que en la antigua Unión Soviética, donde el comunismo gobernó por más de 70
años, la influencia de ese comunismo ateo ha sido el ateísmo. Lo mismo ha
ocurrido en Cuba, donde después de más de 50 años, lo que el gobierno ha dejado
como legado, a parte de la miseria, ha sido el ateísmo. Debemos orar por
nuestros gobernantes para que DIOS les conceda sabiduría. (1ª Timoteo 2:1-5)
«Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y
acciones de gracias por todos, 2 especialmente por los gobernantes[a] y por
todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una
vida piadosa y digna. 3 Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, 4
pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. 5 Porque
hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre» Ahora bien, DIOS quiere que todos lleguen al conocimiento de la Verdad,
y debe ser nuestro deseo que ellos también como gobernantes, encuentren la
VERDAD.
DIOS puede salvar a
cualquier gobernante por muy malo que sea si de verdad se ARREPIENTE de sus
pecados, y entrega su vida a JESUCRISTO. Pero las CONSECUENCIAS son real.
Generaciones son afectadas por la impiedad de los gobernantes. Gobernantes
déspotas como Manasés, y los tantos dictadores en los gobiernos modernos,
imponen sus leyes anti-Cristianas para que el pueblo adore (o no adore), según
como ellos quieren, y acepten las PERVERSIONES que ellos al legalizar, quieren
que sean consideradas NORMAL. La respuesta a eso es hacer lo que los apóstoles
hicieron, y es predicar el Evangelio sin cesar, compartiendo la VERDAD la cual
alumbra la mentira de los gobernantes impíos. (Filipenses 1:12-14) «Hermanos,
quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance
del *evangelio. 13 Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del
palacio[b] y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo. 14
Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos,
confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de
Dios.» El apóstol Pablo había sufrido cárcel por el Evangelio, y había apelado
al César. Mientras estaba en espera, estaba encadenado a un soldado todo el
tiempo. Pero el SEÑOR había usado esas cadenas para que el Evangelio pudiera
llegar hasta la guardia del Palacio del César. Y podemos decir que seguramente,
impactó a otros cercanos al César en el Palacio. Debemos recordar que el Poder
del Evangelio se encuentra en la Obra Redentora de nuestro SEÑOR JESÚS. ¡Para
Él sea la Gloria y la Honra! Conclusión. Oremos… Por: pastor Daniel Brito
ORACIÓN DE MANASES
ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO
1. Oh Señor Todo
poderoso, Dios de nuestros antepasados, de Abraham y de Isaac y de Jacob y de
sus justos descendientes; 2. tu qué hiciste el cielo y la tierra con todo su
orden; 3. quién encadenaste el mar por tu palabra de comando, que confinó lo
profundo y que sellaste con tu terrible y glorioso nombre; 4 en quién todas las
cosas se estremecen, y tiemblan ante tu poder, 5 porque tu esplendor glorioso
no se puede aguantar, y la cólera de tu amenaza para los pecadores es
incalculable; 6 sin embargo, inmensurable e inalcanzable es tu misericordia
prometida, 7 Tu eres el Señor Altísimo, de gran compasión, continuo cuidado, y
muy misericordioso, y Tú te aplacas ante el sufrimiento humano. O Señor, de
acuerdo a tu gran bondad Tú has prometido arrepentimiento y perdón a los que
han pecado contra Ti, y en la multitud de tus misericordias Tú has designado el
arrepentimiento para los pecadores, para que puedan ser salvados. 8 por lo
tanto Tú, O Señor, Dios de los justos, no has designado el arrepentimiento para
el justo,
porque Abraham,
Isaac y Jacob, no pecaron contra ti, pero Tú has designado el arrepentimiento
para mí, que soy un pecador. 9 Porque los pecados que he cometido son más en
número que la arena del mar; mis transgresiones son multiplicadas, ¡O Señor,
son multiplicadas! No soy digno mirar para arriba y ver la inmensidad del cielo
debido a la multitud de mis iniquidades. 10 Me siento pesado, como atado con muchas
cadenas de hierro, y por eso soy rechazado debido a mis pecados, y no tengo
ningún alivio; porque he provocado tu cólera y he hecho lo que es malvado en tu
vista, creando abominaciones y multiplicando ofensas. 11 y ahora doblo la
rodilla de mi corazón, implorándote tu amabilidad. 12 He pecado Señor, he
pecado, y reconozco mis transgresiones. 13 ¡Honestamente te imploro, perdóname,
¡O Señor, perdóname! ¡No me destruyas con mis transgresiones! No estés enojado
conmigo para siempre, o guardes maldad para mí; no me condenes a las
profundidades de la tierra. Porque Tu, O Señor, eres el Dios de los que se
arrepienten. 14 y en mí Tú manifestarás tu bondad; PORQUE, INDIGNO AUN COMO YO
SOY, TU ME SALVARÁS DE ACUERDO A TU GRAN MISERICORDIA, 15 y yo te
alabare continuamente todos los días de mi vida. Porque toda la multitud del
cielo canta tu alabanza, y tuya es la gloria para siempre. Amen
No hay comentarios.:
Publicar un comentario